Daniel CallejasEste lunes José Antonio Meade presentó pruebas de “una mentira enorme” en la declaración 3 de 3 de Andrés Manuel López Obrador, asumiendo pureza fiscal en su máximo esplendor.
Dijo que tres de los departamentos negados por Andrés Manuel en el debate presidencial sí están a su nombre en el Registro Público de la Propiedad. Esto le otorgaría como una promesa de campeones los inmuebles a Meade. Además, y con mucha intención de puntos en las encuestas, dijo que los donará a los afectados por los sismos de septiembre del año pasado.
El candidato de “Todos por México” calificó como una contradicción y una mentira para sus seguidores, que el debate se manchó al no aceptar la propiedad de los departamentos. Pero Meade ni siquiera pudo responder a nombre de su patrón partidario y presidente del país respecto a si ha realizado buena gestión.
Menos esperamos una respuesta al aumento de pobres cuando estuvo en Sedesol, o de los desvíos y lavado de dinero cuando fue titular de Hacienda. Parece que Meade abre los ojos para ciertas irregularidades sin ver las suyas.
De tal manera que mentir le va bien a todos los candidatos. El mismo Andrés Manuel ya fue expuesto, aunque diga que vivió en esos departamentos con su finada esposa y fueron otorgados a su hijo mediante un juicio llevado a cabo al momento de su muerte, hace diez años. Los papeles hablan más rápido que el aspirante.
Por otro lado, Margarita Zavala también miente. Le dieron en las fibras más sensibles al recordar que su marido, el expresidente Calderón comenzó la guerra contra el narco y parece que ésta volverá. Orgullosa de las fuerzas armadas cree que terminará con la violencia del país y creará un orden. Ya lo vivimos de 2006 a 2012 y muchos muertos, por supuesto, ya no votarán este año.
Ricardo Anaya miente poquito, pero sobre lo que más pesa. Entonces aún no se gana a la gente. Quizás sí fue el mejor del debate, pero le sugerimos que en el próximo encuentro sepa conectar así como lo hizo al lavar el dinero para su nave industrial. Esos lazos sí que le dieron amplios beneficios.
Y finalmente “El Bronco”, hombre de rancho que podría ser una réplica de aquel Fox del 2000. Pero el panista tuvo éxito y Jaime Rodríguez muy probablemente nos deje solo memes. Vaya, ni leer la Constitución se le da; en el Artículo 22 está más que claro que no se puede mutilar a nadie a pesar de los cargos que se imputen.
Sin duda alguna, lo que menos se necesita son spots y más debates, pero sí la presentación de propuestas que digan cómo se va a resolver un país tan lastimado por el partidismo y el valemadrismo de los políticos. Esos que 90 días antes de la elección se preocupan por la integridad de la gente que olvidarán en un sexenio. Puras mentiras tan comparables con una supuesta democracia.
Un océano más para navegar
En los próximos días me integro como reportero del sitio “Fortuna y Poder”, dedicado a las finanzas, economía y política, además de la información que mueve al mundo. De tal manera que así se sumará a la columna semanal un apartado en este tenor para permanecer mejor informados en todos los sentidos.
