Azúcar: la droga silenciosa

11 diciembre, 2017

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a las drogas como toda aquella sustancia que introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce de algún modo una alteración natural del funcionamiento del sistema nervioso central del individuo, además es susceptible de crear dependencia, física y psicología.

Dentro de este concepto la OMS no menciona o hace referencia acerca del por qué algunas sustancias son legales y otras más están penalizadas.

Según la misma instancia internacional y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las drogas se consideran legales o ilegales debido a que la clasificación de las sustancias es en función de las restricciones legales establecidas en casa estado particular respecto su consumo, producción y venta.  De este modo cada país las clasifica según sus normas.

Dichas organizaciones han clasificado las drogas en varios grupos según es su peligrosidad. Considerando al opio, a la morfina, a la heroína y a la metadona de la más peligrosa, mientras que el LSD, el Cannabis y sus derivados estarían dentro de las menos nocivas.

A nivel mundial las sustancias que más se consumen son: el cannabis, la cocaína, las metanfetaminas,  la heroína, el LSD y el alcohol.

Sin embargo, existe una droga que ni la ONU ni la OMS, la tienen clasificada como una de las más peligrosas y adictivas que hay en el mundo. Es quizá también la sustancia que mayores enfermedades y muertes provoca al año.

Esa droga silenciosa es el “Azúcar”, aunque no aparece como tal en las listas de las organizaciones, es una sustancia que puede causar una gran adicción. A parte de que puede provocar complicaciones graves en el organismo.

En un artículo publicado por el periódico inglés ‘The Guardian’,  donde hablan acerca de la adicción al azúcar y su similitud con otras drogas, advierte que puede considerarse como un elemento aparentemente inofensivo y que a la hora de ser consumido por los niños les ayuda a calmar el estrés, ansiedad y les ayuda a enfocar su atención; sin embargo a la larga puede causar adicción.

Según datos del National Securities Corp, al año se producen en el mundo más de 620 mil tonadas de azúcar y, aseguran, está presente en más del 95% de los alimentos que la población consume.

La OMS recomienda que su consumo máximo sea de 50 gramos, teniendo en cuenta que lo más saludable corresponde a un límite de 25 gramos. Si bien, muchos alimentos, como las frutas, naturalmente contienen azúcar, se recomienda evitar los que son procesados debido a que trae efectos más graves.

En un artículo publicado por Paul van der Velpen, ex jefe del Área de Salud de Ámsterdam, titulado «El azúcar es la droga más peligrosa de la historia», asegura que dicha sustancia adictiva es la que más se consume y más efectos negativos puede traer al cuerpo humano. Esto sin mencionar que lo más peligroso es lo fácil de conseguir para cualquier persona.

En dicho texto, el holandés afirma que a diferencia de la grasa y otros alimentos, la glucosa interfiere con el apetito del cuerpo, crea estimulación para que los seres humanos se la pasen constantemente con el deseo de seguir comiendo, cuestión de la que dijo, las empresas se aprovechan para seguir vendiendo.

“El azúcar, por lo tanto, es una forma de la adicción. Es tan difícil luchar contra un antojo de dulce como lo es por un cigarrillo. Es por ello que las dietas funcionan temporalmente. La terapia de adicción sería más adecuada. “

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud ha asegurado que el constante consumo de glucosa está fuertemente ligado con la elevación de los triglicéridos, la obesidad, altos porcentajes de la grasa corporal, enfermedades cardiovasculares y diabetes.

En cuanto a los menores de edad, puede influir en comportamientos hiperactivo, desorden en la alimentación, aumento de peso; a pesar de que el azúcar puede provocar energía en el cuerpo, ésta disfraza las carencias nutricionales que el organismo debería tener.

México ocupa, desde hace más de 5 años, los primeros lugares a nivel mundial en obesidad, seguido de países como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, Reino Unido, Irlanda, Islandia, Canadá, Chile y Grecia; lugar que también encabeza en nivel infantil.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 19 años presenta sobrepeso u obesidad. En este año la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer que por lo menos el 75% de la población mexicana tiene problemas de sobrepeso.

Del mismo, ha sentenciado que este problema puede ocasionar enfermedades crónicas, teniendo como ejemplo que el país, también tiene los más altos porcentajes de población que padece diabetes.

Lo que ha traído como consecuencia que también sea una de las principales causas de muertes en el país, calculando que al año provoca más de 80 mil defunciones. Mientras que a nivel mundial causa más 1.5 millones de decesos, sin embargo, la OMS contempla otras 2.2 millones que están vinculadas con los altos nieles de azúcar en la sangre, convirtiéndose así  en la octava causa de muertes a nivel mundial.

Mientras que drogas ilegales como la cocaína, las metanfetaminas, la heroína, el LSD, la escopolamina, entre otras, llegan a ocasionar más 500 mil muertes al año.

La misma organización ha advertido que el constante consumo de glucosa puede ocasionar daños en el cerebro, en los riñones, en articulaciones y en el hígado.  Además de que también puede provocar cáncer en el páncreas, esteatosis hepática, insuficiencia renal crónica, hipertensión arterial, gota, entre otras más.

La OMS ha extendido varias recomendaciones para prevenir los altos consumos de azúcar, así como las secuelas que pueda generar. Estableciendo que la alimentación de productos naturales puede reducir los riesgos de un 10% hasta el 30%.

En varios países, se recomienda aumentar los impuestos en bebidas azucaradas y comidas con altos niveles de grasas, así como poner mayores filtros y candados para que los productos reduzcan los niveles de glucosa.

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