Cartografía del Narco: así se reparten los cárteles en México

29 noviembre, 2017

La violencia en México ha dejado, en menos de 11 años, 198 mil 741 asesinatos.

Felipe Calderón dio banderazo a la llamada guerra contra el narcotráfico dejando en su sexenio 102 mil 859 homicidios dolosos.

Mientras, Enrique Peña Nieto, quien prácticamente siguió el modelo de seguridad pública encabezado por el Ejército, la Marina y la Policía Federal, en cinco años de mandato suma 95 mil 882 asesinatos.

Esto sin mencionar que el presente año ya rompió cifras historias en materia de inseguridad.

2017 pinta para ser el año más violento en la historia reciente de México. Primero, en mayo fue el mes con más asesinatos del que se tenga registro, categoría que no le duró mucho, 30 días después lo superó junio, mismo que fue desbancado por octubre.

Hasta dicho mes, el año cumula 20 mil 878 homicidios dolosos.

Los cárteles de la droga son en gran parte responsables de esta violencia.

El mapa del narcotráfico actual según la PGR

La Procuraduría General de República (PGR), de acuerdo con la respuesta a la solicitud de información con el folio 0001700297917 en posesión de FrojiMX, reconoce la presencia de nueve cárteles y 36 grupos, células o pandillas vinculadas con alguna de las organizaciones criminales.

El grupo delincuencial que tiene más presencia en el país es el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Nayarit, Guerrero, Morelos y Veracruz son los ocho estados donde la organización criminal ha sido detectada. La PGR no señala la inmersión del cártel en Oaxaca y en Baja California Sur, donde la violencia ha ido en aumento.

El llamado “cártel del sexenio” tiene tres líderes identificados, esto según la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), de los cuales dos se encuentran libres: Nemesio Oseguera Cervantes, alías «El Mencho», y Jorge Luis Mendoza, conocido como «La Garra».

Los líderes del CJNG, según la DEA.

El CJNG, que nació como una célula del Cártel de Sinaloa que después se desprendió para formar su organización independiente, se dedica principalmente a la venta de cocaína y metanfetaminas a Estados Unidos y Canadá, pero se habla de que a partir de 2014 han extendido sus operaciones hacia Asia y Oceanía.

También se han aprovechado del auge en el robo de combustible, por ello su presencia en Guanajuato y Veracruz, donde pasan ductos importantes de Pemex.

Dicha organización no cuenta con alguna célula delictiva, detalla la PGR.

La segunda organización criminal que mayor figura en el país es el Cártel de Sinaloa. Seis son los estados donde han sido detectados principalmente: Chihuahua, Durango, Sinaloa, Baja California, Baja California Sur y Sonora.

El cártel tiene dos de sus cuatro líderes identificados pendientes de aprehensión: Ismael «Mayo» Zambada y Rafael Caro Quintero. Mientras que Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, así como Dámaso López Nuñez, alías «El Licenciado», se encuentran detenidos.

Líderes del Cártel de Sinaloa, según la DEA.

El tráfico de drogas de todo tipo es su principal fuente de ingresos. Estados Unidos es su destino primario, la DEA lo coloca como el cartel con mayor poder en su territorio. Aun así, su territorio de operación se expandido prácticamente por todos los continentes.

En los últimos años, detenciones de varias de sus cabecillas, así como conflictos internos, han provocado un marcado debilitamiento en la organización criminal.

La PGR identifica a 10 pandillas bajo su mando.

El Cártel de los Beltrán Leyva tiene presencia en cuatro entidades del país: Sinaloa, Baja California Sur, Guerrero y Aguascalientes.

Dos de tres de sus líderes continúan en libertad: Fausto Isidro Meza, alias «Chapo Isidro» y José Luis-Ruelas Torres.

Lideres del Cártel de los Beltrán Leyva, según la DEA

Siete son las células delictivas que se desprenden de los Beltrán Leyva, incluso enemigos entre ellos como los Rojos y los Ardillos.

Los datos de la PGR no mencionan al autollamado Cártel de Tláhuac que opera en el sur de la Ciudad de México, así como parte del Estado de México, el cual está relacionado con fracciones de los Beltrán Leyva en Guerrero y ha provocado enfrentamientos, ejecuciones y hasta narcobloqueos en la capital del país.

La Familia Michoacana tiene presencia en tres estados del país: Morelos, Guerrero y Estado de México.

Esta organización es una de las más debilitadas tanto por el Estado mexicano como por sus conflictos con otros carteles, siendo el sexenio de Calderón su mayor auge.

Actualmente se le conocen dos líderes prófugos y con una recompensa por información que de su captura por 500 mil pesos cada uno, son los hermanos Johnny Hurtado Olascoaga, alías «El Pez», y José Alfredo Hurtado Olascoaga, «El Fresa”.

Líderes de la Familia Michoacana, según la PGJEM

Dicha organización tiene, según la PGR, dos células delictivas: La Empresa y Guerreros Unidos, estos últimos son señalados como un grupo desertor de la Familia Michoacana.

Sin embargo, Guerreros Unidos, que tomó relevancia por estar vinculada directamente con la desaparición y muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, es señalada por la DEA como una fracción de los Beltrán Leyva. Asimismo, tiene una rivalidad directa con “El Pez” y “El Fresa”.

Para la PGR, el Cártel del Golfo sólo tiene presencia en dos estados: Tamaulipas y Quintana Roo.

Dicho grupo delictivo mantiene en libertad a dos de sus cabecillas: José Antonio Romo López, «Don Chucho», y José Alfredo Cárdenas, «El contador». Mientras que Juan Manuel Loza Salinas, «El Toro», otro de los líderes, ya está detenido.

Líderes del Cártel del Golfo, según en la DEA

El Cártel del Golfo tiene siete células delictivas, según detalla la PGR.

El resto de los cárteles, para las autoridades mexicanas, sólo tienen presencia en un estado del país.

Los Zetas son ubicados en Tamaulias, cuyo líder Juan Gerardo Treviño, alias «Huevo», es el único de tres líderes que falta por aprehender. Oscar Omar Treviño, «El Z-42» y Juan Francisco Treviño, «Kiko», están aprehendidos.

Líderes de Los Zetas, según la DEA

Tres son las fracciones que Los Zetas tienen.

Cabe destacar que la PGR omite la presencia de Los Zetas en Veracruz y Puebla, entidades donde se han involucrado en el robo de combustible con los llamados Huachicoleros.

El Cártel de los Carrillo Fuentes o Cártel de Juárez está en Chihuahua y tiene dos células criminales: La Línea y Los Aztecas, mismas que les ha bastado para generar una atroz violencia en el estado.

Así como disputarle el llamado “Triángulo Dorado”, región comprendida entre los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango conocido por tener una de las mayores concentraciones de cultivos de marihuana y amapola. 

Para la DEA, la tercera organización criminal con mayor peso en Estados Unidos es el Cartel de Juárez, con Carlos Arturo Quintana Quintana, alias «Ochenta» y Julio Cesar Olivas Torres, alias «Sexto», dos de sus líderes, aun sin detener, así como Jesús Salas Aguayo, la tercer cabecilla, aprendido.

Líderes del Cártel de Juárez, según la DEA

La PGR coloca al Cártel de los Arellano Félix en Baja California y con tres fracciones criminales.

Y los Caballeros Templarios, otro de los cárteles que más fuerte ha sido combatido por las autoridades y enemigos criminales, mantienen presencia en Michoacán con dos fracciones. 

La organización es liderada por quienes serían las únicas cabecillas identificadas: Fernando Cruz Mendoza, “El Tena” y Homero González Rodríguez o Gonzalo González, conocido como “El Gallito”.

Los cárteles a través de “la guerra”

Actualmente, para las autoridades federales, son nueve los principales cárteles de la droga en México y 36 grupos, células o pandillas vinculadas con alguna de las organizaciones criminales.

Sin embargo, cuando comenzó la guerra contra el narcotráfico sólo se reconocían seis cárteles y ninguna fracción delictiva.

En una publicación del Diario Oficial de la Federación, fechada el 23 de marzo del 2009, a menos de tres años del inicio del sexenio de Felipe Calderón, menciona la media docena de cárteles, sus líderes y recompensas de 30 millones de pesos a quienes ayuden a dar con el paradero de estos.

Felipe Calderón y su guerra contra el narco. Foto: Gustavo Aguado

Los grupos del narcotráfico eran:

  • El Cártel del Golfo-Zetas, con Heriberto Lazcano “El Lazca”, a la cabeza.
  • El Cártel del Pacífico o Sinaloa, con Joaquín “El Chapo” Guzmán como el más buscado.
  • El Cártel de Los Beltrán Leyva, con Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, al frente.
  • El Cártel de Juárez o de los Carrillo Fuentes, con Vicente Carrillo, “El Viceroy”, en primer lugar.
  • La Familia Michoacana, con Nazario Moreno, “El Chayo”, a la cabeza.
  • El Cártel de Los Arellano Félix, con Teodoro García Simental, “El Teo”, como su líder.

Luego, en 2012, ya con Enrique Peña Nieto en Los Pinos, el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, dijo que la guerra contra el narcotráfico provocó la creación de entre 60 y 80 células criminales.

Enrique Peña Nieto y Jesús Murillo Karam. Foto: Reproducción

Dicho dato fue confirmado por el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) un año después, cuando precisó a través de un oficio otorgado por la procuraduría que el número de fracciones delictivas eran 77.

En 2014, la misma PGR precisó, en respuesta a la solicitud de información con el folio 0001700202114, que en el país había 43 células criminales derivadas de los mismos nueve cárteles que hoy existen.

La fracción de los cárteles, ¿los causantes de la violencia?

Javier Oliva, experto en seguridad, señala tres ejes de la causante de la escala de la violencia en el país:

  • La pulverización de las organizaciones criminales y sus expresiones a nivel tanto local como regional.
  • El nivel de impunidad con el que se actúa para cometer los crímenes.
  • La capacidad de organización así como de fuego que tienen los grupos delincuenciales a nivel local.

Para Oliva, el abatimiento o captura de líderes de cárteles de la droga por parte del gobierno federal también propicia un escenario donde la violencia emerge.

Además, a lo anterior habría que agregarle la debilidad de las corporaciones policías a nivel municipal y estatal.

Javier Oliva. Foto: Reproducción.

Javier Oliva sentencia: “No hay estrategia de seguridad, en todo caso medidas de seguridad que en la mayor parte de los casos son reactivas”.

Por su parte, Elena Azaola, también experta en seguridad, indica que “existe una falta capacitación por parte de los cuerpos policiacos”.

“Que se han políticas, que se revisen las políticas públicas que han fallado y que den los giros necesarios para fortalecer las instituciones”, señala Azaola para solucionar los connatos de violencia en México.

Elena Azaola. Foto: Reproducción

En la misma línea, Javier Oliva culpa al poder legislativo argumentando que “no ha cumplido con la responsabilidad de crear marco jurídico especifico y necesario para lo que vive el país”. 

“No soy optimista”, concluye Oliva respecto al panorama en materia de seguridad.

 

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