Jhoselin SánchezLa guerra, persecución y violencia ha orillado a millones de personas en todo el mundo a dejar sus hogares, siendo esta época la de mayor auge en materia de desplazamiento.
Al cierre del 2016, la Agencia de la Organización Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) contabilizó que 65.6 millones de personas se vieron forzadas a salir de sus hogares principalmente a causa de la guerra.
Esta cifra incluye a desplazados internos, quienes salen de su hogar y se trasladan a otras zonas en su mismo país, sin salir de éste, ellos concentran una cifra de 40.3 millones de personas; y 22.5 millones son refugiados, es decir aquellos que cruzan las fronteras para salir de su país a causa de los conflictos.
De estos 22.5 millones, 17.2 están bajo el mandato del ACNUR. Y 5.3 están bajo la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, así ha reportado el ACNUR en su informe Desplazamiento Forzado en 2016.
Cabe destacar que de éstos 22.5 millones, más de la mitad son menores de 18 años.
Este número se ha duplicado en relación al escenario de 1997, cuando se contabilizada a 33.9 millones de personas desplazadas. El organismo de la ONU para los refugiados reporta que cada año, desde el 2011 se ha batido récord sobre el universo de individuos que busca una nueva oportunidad fuera de su hogar.
Este fenómeno responde en gran medida a los conflictos en Medio Oriente y África. En Medio Oriente se focalizado principalmente en Siria, que impulsó el crecimiento de la población desplazada entre el 2012 y el 2015; seguido de las problemáticas internas en Yemen e Irak.
Mientras que, en el continente africano, los conflictos se concentraron en Burundi, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Sudán.
Los tres principales países que concentran la población de refugiados son Siria, con 5.5 millones de personas; Afganistán con 2.5 millones; y Sudan del Sur con 1.4 millones.
De los 65.6 millones de desplazados, 7.7 millones de personas corresponde a colombianos que han sido forzados a buscar un lugar de refugio dentro de su propio país, pero fuera de sus lugares de origen.
El escenario que dejó el 2016 en torno a la guerra y conflictos generó que por minuto se contabilizaran 20 nuevos desplazamientos.
Desde el año 2000, cada 20 de junio se celebra el Día Mundial del Refugiado en el marco del aniversario de la Convención sobre el estatus de Refugiados de 1951.
“Mi esposo fue asesinado durante la guerra la cual, junto con la escasez de comida, provocaron que tomara la decisión de huir de mi hogar, dejando todo atrás”, comenta una madre de cinco hijos originaria de Sudán del Sur, Nyawet Tut de 30 años, y quien se encuentra en una estación de paso temporal en Etiopía.
Mientras que Tareq, joven de 16 años que salió de su país de origen Siria y llegó a Turquía comentó a agentes del ACNUR “no había futuro donde vivíamos (…) no había ni universidad ni trabajo. Había tropas tomando a jóvenes como yo, para enviarlos a la guerra, donde son asesinados. Yo quería estudiar”.
Ante este escenario y testimonios el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, ha exhortado a los países a darle una oportunidad de acogida para estas personas. Ello surge luego de que países han cerrado sus fronteras.
“La violencia que vivimos cerca de nuestros hogares pueden provocar que queramos cerrar nuestros ojos y nuestras puertas. Sin embargo, el miedo y la exclusión no nos pueden llevar a un mejor lugar, solo pueden crear barreras, alienación y desesperanza”, comentó Grandi en el marco del Día Internacional del Refugiado.
Tal como a inicio de 2016, ante uno de los puntos de mayor auge de llegada de refugiados a Europa, países como Austria y Eslovaquia, anunciaron una política más rígida para permitir el paso de los mismos. Mientras que Hungría y Serbia construyeron vallas para evitar su tránsito. Y Hungría, según la versión y condena de la ONU, dejó de registrar a los refugiados que llegaban a su territorio, y procedió a llevarlos a la frontera de Austria para que se documentará en ese otro Estado.
“En el Día Mundial del Refugiado, cuando hagamos una pausa y contemplemos el destino de millones de personas que no pueden retornar a sus hogares esta noche debido a la guerra o la persecución, también será el momento para preguntarnos qué puede hacer cada uno de nosotros para superar la indiferencia o el temor, y abrirnos a la idea de la inclusión para acoger a las personas refugiadas”, comentó Grandi en un discurso este 20 de junio.
Actualmente hay funcionarios como el presidente estadounidense, Donald Trump, que se han pronunciado abiertamente en contra de la llegada de refugiados de países como Siria, ello en nombre de su “temor al terrorismo”, lo que cierra una puerta de oportunidad a ciudadanos que buscan rehacer en un entorno más pacífico.
En contraparte hay países que han abierto sus fronteras para la llegada de esta población, en el continente americano países como Canadá, México y Argentina son una muestra de ello.
Por ello la ACNUR no cesa el discurso de soporte y apertura a esta población, ya que esta es una realidad de la que ningún individuo está exento.
