Rodrigo GutiérrezEstados Unidos disminuyó considerablemente las órdenes de extradición de narcotráfico solicitadas a México pese a que la DEA aumentó su presupuesto para las operaciones en el país e incrementó el número de cárteles mexicanos que dominan el negocio de las drogas en territorio estadounidense.
Los cárteles mexicanos son la principal amenaza, en cuanto a narcotráfico se refiere, para Estados Unidos. En los últimos años se han sumado nuevas organizaciones a la lista, mientras las muertes por sobredosis en territorio estadounidense han incrementado.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos ha disminuido las solicitudes de extradición contra presuntos narcotraficantes a México, donde se ocultan la mayoría de los líderes y operadores clave de los cárteles.
Esta caída en las solicitudes de extradición han sucedido particularmente al final del gobierno de Enrique Peña Nieto y desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México.
De acuerdo con documentos de la Fiscalía General de la República (FGR), obtenidos vía transparencia y en posesión de FrojiMX, las solicitudes de extradición de Estados Unidos a México en delitos relacionados con narcotráfico cayeron un 62% en los últimos cinco años.
En 2016 México recibió 58 solicitudes de extradición de Estados Unidos por delitos contra la salud, al año siguiente 45, para 2018 -el último año del sexenio de Peña Nieto- las denuncias cayeron a 22.
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Para 2019, el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Estados Unidos mandó a México 25 órdenes de extradición por delitos contra la salud, mientras que el año pasado apenas recibió 22.
En materia de seguridad, los cárteles son la principal preocupación de Estados Unidos sobre México y así lo reflejan las solicitudes de extradición, la mitad son por delitos relacionados al narcotráfico.
De las 172 solicitudes de extradición que México recibió de Estados Unidos de 2016 a 2020, 74 ya fueron ejecutadas, 76 aún están pendientes y 22 están en trámite, fueron devueltas por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) o negadas por autoridades judiciales.
DEA SEÑALA MÁS CÁRTELES Y PIDE MÁS DINERO PARA MÉXICO
La reducción de solicitudes de extradición que Estados Unidos ha pedido a México contradice el diagnóstico que la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) tiene sobre el narcotráfico en ambos países.
En su informe “Evaluación de la Amenaza Nacional de las Drogas” publicado el 2 de marzo pasado, la DEA aumentó por primera vez en cinco años el número de cárteles mexicanos que “dominan el tráfico de drogas e influyen en el mercado de los Estados Unidos”.
Desde 2016, para la DEA eran seis las principales organizaciones del narcotráfico asentadas en México; en la edición de este año aumentó a nueve. Este número incluso es mayor a los ocho cárteles que señaló como los “más importantes” en 2015.
La DEA enlista al Cártel de Sinaloa, Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), los Beltrán Leyva, Los Zetas -destacando a su célula el Cártel del Noreste-, Cártel del Golfo, Cártel de Juárez -con su brazo armado La Línea-, así como los tres de nuevo ingreso: Guerreros Unidos, la Familia Michoacana y los Rojos.
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No solo los cárteles han aumentado en Estados Unidos, también las muertes por sobredosis ligadas al consumo de drogas ilícitas.
Por ejemplo, las muertes por sobredosis ligadas a los opioides -como la heroína y el fentanilo- pasaron de 19 mil 413 en 2016 a 31 mil 335 en 2018; las relacionadas a las metanfetaminas incrementaron de 7 mil 542 en 2016 a 12 mil 676 en 2018; y las vinculadas a la cocaína pasaron de 10 mil 375 en 2016 a 14 mil 666 en 2018.
La preocupación de la DEA sobre el narcotráfico en México es tal que ha pedido al Congreso de Estados Unidos mayor presupuesto para diversas acciones en territorio mexicano, donde ya tiene 11 oficinas.
La agencia antidrogas solicitó un millón 500 mil dólares (alrededor de 30 millones de pesos) para contratar a tres agentes especiales y mejorar las oficinas ubicadas en México y Centroamérica.
“Un aumento en el personal mejorará la coordinación operativa con las contrapartes extranjeras de la DEA encargadas de hacer cumplir la ley a través de investigaciones bilaterales, incautaciones de laboratorios clandestinos de metanfetamina y heroína, así como el desarrollo de nuevas fuentes confidenciales en la región”, señala la agencia.
La DEA también solicitó 7 millones 779 mil dólares (alrededor de 155 millones de pesos) para el programa de Unidades de Investigación Sensible (SIU, por sus siglas en inglés) que se encarga de “examinar, capacitar y asesorar a fuerzas del orden en varios países”, entre ellos México.
“Esta financiación adicional se utilizará para proporcionar suplementos salariales para las contrapartes de la nación anfitriona participantes, capacitación, requisitos de investigación y otros gastos operativos, como la compra de evidencia e información o el alquiler de instalaciones encubiertas para los grupos SIU expandidos” detalla la agencia.
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Finalmente, la DEA pidió 9 millones 197 mil dólares (alrededor de 183 millones de pesos) para financiar un avión King Air 350, que es usado para “transportar personal y equipos sensibles de forma segura en entornos desafiantes”. La aeronave se utilizaría en México.
Esta aeronave, además, cuenta con un equipo de Integración de Vigilancia y Reconocimiento de Inteligencia (ISR, por sus siglas en inglés) que se ha utilizado para localizar y detener a sospechosos en varios países de Latinoamérica, entre ellos México.
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