El fin de semana perdido de John Lennon

11 diciembre, 2017

En la tarde del 15 de septiembre de 1973, un avión aterrizaba en el aeropuerto de Los Ángeles, Estados Unidos. Entre sus pasajeros se encontraba un desanimado John Lennon, acompañado por MayPang, secretaria personal y amante, 10 años más joven que él y de origen chino.

Lennon dejó atrás, en Nueva York, a la japonesa Yoko Ono, con quien tuvo cuatro años de matrimonio. El inicio de la fractura matrimonial parece que la provocó el propio exbeatle, luego de mantener una larga aventura amorosa con una chica.

Así comenzó, con lo que él mismo llamaría, «the lost weekend» (el fin de semana perdido), en homenaje a la película de Billy Wilder protagonizada por Ray Milland, un largo y sinuoso camino que duraría año y medio.

Para John, la separación de Ono fue una liberación absoluta. Al fin soltero y libre, pues había estado casado desde los 20 años, preso de su popularidad y de sus matrimonios.

Aun así Lennon tiene dos grandes problemas al llegar a Los Ángeles: carece de dinero y no tiene casa. Únicamente lleva unos cientos de dólares, ya que “mamá” Yoko maneja toda su economía.

Por ello, al llegar al sol californiado, Winston llama a su abogado Harod Seider para que intervenga en Capitol Records y le den un adelanto de 10 mil dólares. Además, Johnny le vende a Ringo Starr su casa en Tittenhurst, donde había vivido y grabado Imagine.

Con ese monto, John y May se instalan a comienzos de octubre, gracias a la mediación de Andrew Oldham, el productor de los Rolling Stones, en la mansión del Lou Adler, el productor de The Mamas and the Papas.

Al poco tiempo de desempacar, John cumple uno de sus primeros objetivos: viajar a Las Vegas, para ver actuar a su ídolo, Fats Domino.

Después de disfrutar del show de Domino, John y May se entrevistan con Phil Spector, productor del último álbum de The Beatles: Let it be. El encuentro se suscitó en la mansión de Pyrenees Castle, donde Spector mataría a la camarera del restaurante House of Blues y tendía como reclusa a su esposa Ronnie.

Phil Spector asegura estaría encantado de trabajar con Lennon en un proyecto que incluiría temas de rock antiguos, llamado Oldies but mouldies. El productor se ocuparía de todo.

Las sesiones inician en la tercera semana de octubre, en los viejos estudios de Charles Chaplin, convertidos en la sede de A&M Records. Las grabaciones son un total y sombrío fracaso.

Phil siempre está borracho y frecuentemente se volvía paranoico. En una ocasión llegó con una bata de médico y una pistola amenazando a John, quien lo retaba gritando: «¡Dispara!, ¡dispárame!, pero no me dejes sordo, por favor, que es de lo que vivo», mientras se tapa los oídos con las manos.

Las sesiones, con más de 13 músicos, acabaron prematuramente en el estudio A&M cuando Spector estropeó la mesa de grabación al derramarle vodka y fueron expulsados del lugar por los daños.

Se refugiaron en los estudios Record Plant, donde continuará el caos y las bacanales de alcohol y drogas, terminando el álbum, uno de los trabajos menos aclamados del exbeatle.

A comienzos de noviembre, en medio de su éxtasis de drogas y alcohol, más la confusión musical general, John le pide a May que se separe de él, para así poder regresar a Nueva York, al apartamento de su abogado Harold Seider.

John destrozado se aferra a las llamadas a su ex mujer, Cynthia, y al pequeño Julian, con quien restablecería una comunicación paternal.

Totalmente deprimido, Winston llama a Harry Nilsson, quien lo refugiaría en casa de Cher, para luego, irse juntos a la mansión de Playboy.

A finales del mes de diciembre, Mick Jagger aparece para consolarlo y en agradecimiento, Lennon le produce al vocalista de los Rolling Stones la famosa canción To many cooks.

Para festejar la grabación, Mick Jagger, Harry Nilsson, Ringo Starr y Keith Moon celebran el fin de año a lo grande, terminando así el tumultuoso año de 1973.

En los primero días de 1974, May Pang vuelve para tomar el poder en la vida de John, junto con Julian y Cynthia.

A mitad de enero, John y May van a Nueva York, invitados por Yoko, para firmar los papeles del divorcio.

En ese momento, Lennon estaba acosado por varios frentes legales: primero con el mánager Allen Klein, para que firme el fin de The Beatles como sociedad; además la demanda de Levy, un editor quien lo acusa de plagio por Come together a una canción de Chuck Berry llamada You can’t catch me, con la que tiene varias coincidencias en letra y música; sin contar la separación con Ono.

El 20 de febrero de 1974, John y May regresan a L.A. Durante una fiesta del fotógrafo Terry O’Neill, Elizabeth Taylor le presenta a Lennon a un delgadísimo David Bowie, que atraviesa su época de Thin White Duke, un momento de adicción a la cocaína similar a la de el exbeatle.

El 12 de marzo, se produce el mayor escándalo de todo el perverso “lost week end”. En el escenario del Trobadour. Lennon y Nilsson acuden a ver al dúo de cómicos y músicos The Smothers Brothers.

Se presentan en el club inundados en alcohol. Ingresan en el reservado VIP, donde Nilson y Lennon comienzan a gritar, mascullando insultos al borde del coma etílico.

Insultan y recriminan a los artistas su falta de talento, hasta que los guardias de seguridad actúan y se los llevan, en medio de empujones, puñetazos y codazos.

Ambos acaban en la calle, regalando un espectáculo grotesco. Al día siguiente, tratan de pedir perdón enviando flores a una docena de personas, pero ya era muy tarde: todos los periódicos del mundo publicaron su efervescencia alcohólica.

Después de distintos hechos similares, May Pang se encarga de alquilar una casa en la playa, en Santa Mónica. La cual se coinvertiría en un refugio de músicos adictos.

Los clientes frecuentes: Ringo Starr, un gran bebedor de brandy, y Keith Moon, baterista de The Who, el mayor borracho en el mundo del rock.

Nilson convence a Johnny que le produzca un álbum. Nadie sabe cómo pudieron grabar el material en aquellas condiciones, donde el alcohol era algo más que un líquido inflamable y la cocaína abundaba más que el azúcar.

Al séptimo día de grabación, un 28 de marzo, la habitación se congeló cuando Paul McCartney entró al estudio, sin decir una sola palabra hasta que John dijo: Valiant Paul McCartney, I presume? (Valiente Paul McCartney, ¿supongo?)

–Paul respondió– Sir Jasper Lennon [refiriéndose a un personaje que Johnny interpretaba durante las antiguas apariciones televisivas], I presume? (Sir Jasper Lennon, ¿supongo?).

Paul extendió su mano, John la estrechó y el ambiente se hizo amable pero intenso, cordial pero no especialmente cálido.

Sir Paul se colocó en la batería, mientras que Stevie Wonder, testigo de un hecho histórico, se coloca al piano eléctrico. John canta y se forma una Jam session, que dura más de media hora.

A la sesión se le llama A toot and snore. Incluso se publica en CD. Ésta sería la última vez que John y Paul estén juntos en un estudio. Al día siguiente el bajista y su esposa Linda visitan la casa de Santa Mónica, donde los exbeatles se tratan como si no hubiera pasado nada, como dos viejos amigos.

Los McCartney ponen ambiente: Paul toca en el piano de la casa, mientas Keith Moon y Harry Nilsson lo acompañan cantando un medley de algunos temas de los Beatles.

Todo es tranquilidad, hasta que Harry le ofrece «polvo de ángel» a Sir James, quien sale aterrorizado.

Lennon y McCartney pasaron tiempo juntos, sanando heridas, incluso John planeó trabajar nuevamente con Paul en 1975, pero nunca se concretó.

Asimismo, Winston se reunió con George Harrison en Nueva York durante su Dark Horse Tour en 1974.

John comienza a fastidiarse del “ritmo” de casa y particularmente de Nilsson, que empieza a detestarlo tras haber probado nuevamente la compañía de Paul como colega. Por lo que Lennon intenta terminar el álbum Pussy Cats como sea.

Hace un arreglo sensacional de Many rivers to cross de Jimmy Cliff, que luego utilizará como fondo de su 9 dream del álbum Walls and bridges.

John quiere llevarse las últimas sesiones a Nueva York, las grabaciones ahí resultan abominables. Después de las difilcultades, el álbum Pussycat está hecho y se aleja de Nilsson.

En junio de 1974, Lennon, dándose un segundo aire, empieza a grabar las maquetas y canciones que formarían parte de su próximo álbum Walls and bridges.

Inesperadamente, al inicio de las grabaciones, Elton John aparece por el estudio. Le pide a John grabar una de sus canciones. El exbeatle le asegura que nadie se ha atrevido a hacer una versión de Lucy in the sky with diamonds, por lo que un orgulloso Elton John le promete grabar una versión.

A Elton le encanta una de las nuevas canciones de John: Whatever gets you through the night. Por lo que se aferra a tocar el piano y el órgano e incluso a cantar en dúo con John.

Tanta es la emoción del pianista que le asegura, al terminar la canción, que acaban de grabar un éxito y le hace prometer a un escéptico John que si alcanza el número uno, Lennon tendría que tocar con él en un concierto especial. John acepta a la apuesta.

Lennon termina Walls and Bridges y por fin tiene un nuevo apartamento en Nueva York.

En los primeros días de mudarse, Paul y Linda lo visitan. Recuerdan viejos tiempos de The Beatles, pero nunca hablan de una reunión con la banda.

John y May vuelan de nuevo a Los Ángeles, el 24 de agosto, para ayudar a Ringo en su nuevo álbum. Supervisa Good night Vienna y realiza un arreglo a la guitarra que toca él mismo en Only you, canción que sería número uno.

Dos días después, viajan a las Rocky Mountains, a los estudios Caribou Ranch, donde Elton les espera, porque ha grabado Lucy in the sky with diamonds. John toca la guitarra y canta.

Finalmente, el 23 de septiembre, John alcanza el número uno con su canción con Elton, Whatever gets you through the night.

En su cumpleaños John celebra con May y todos sus amigos, incluidos Jagger y Bowie, en un club de Nueva York. Parece un hombre feliz. Disminuyó notablemente su dosis de alcohol y cocaína.

Un mes después, Elton John aparece en escena y le exige que cumpla con su apuesta.

John ensaya con Elton tres días. Y finalmente el 28 de noviembre, ante 20 mil personas en el Madison Square Garden el pianista presenta a Lennon, dejando atónitos a los presentes.

Ambos cantan Whetever gets you through to night, Lucy in the sky with diamonds y

I saw her standing there, ésta última canción John la presenta como un tema “compuesto por un extraño novio suyo llamado Paul”.

A mediados de diciembre, John se reúne con Harrison. El guitarrista de los Beatles, le pide a John que actúe con él en el Madison. Lennon acepta sin pensarlo.

Cuatro días después, Winston tiene que firmar un documento sobre la disolución total de la sociedad The Beatles, pero en el último minuto, se niega firmar. No quiere acabar el grupo que él que había fundado.

Para escapar de sus responsabilidades, a finales de año, Lennon se lleva a Julian a Disneyworld. Al final del día acude a los Dakota para ver a Yoko. Saliendo de ahí John toma la decisión de firmar el documento de la disolución de The Beatles.

Para mediados de febrero de 1975, Lennon y Ono vuelven a ser pareja, terminando así con El fin de semana perdido. Aquellos 18 meses estuvieron repletos de vida, drogas, sexo y alcohol, pero sobre todo de creatividad, a veces genialidad e incluso irrealidad, encabezados por uno de los mejores músicos del siglo XX: John Winston Lennon.

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