CIUDAD DE MÉXICO, 26DICIEMBRE2017.- Un grupo de jóvenes juegan un arma mientras circulan en una motoneta sobre el Eje 1 Norte a la altura del barrio de Tepito. FOTO: MARIO JASSO /CUARTOSCURO.COM

La “narcoguerra” que invade el corazón de la CDMX

Así fue como la violencia en el centro de la Ciudad de México alcanzó niveles tan alarmantes. El esparcimiento de restos humanos desmembrados en una de las avenidas principales de la capital es sólo la punta del iceberg.

 

El corazón de la Ciudad de México se ha convertido en un escenario de levantones, enfrentamientos, ejecuciones, entambados, encajuelados y hasta descuartizados.

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El derrame de sangre en la capital del país se debe a la disputa de bandas criminales que tienen el respaldo de cárteles de la droga trasnacionales.

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La Unión Tepito

Nacida formalmente en 2010, la Unión Tepito fue apadrinada por el Cártel de los Beltrán Leyva, particularmente por Edgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, para que se encargaran del narcomenudeo en el centro y norte de la Ciudad de México.

Cinco son los considerados fundadores de dicha banda criminal: Francisco Hernández Gómez, «Pancho Cayagua»; Armando Hernández Gómez, «El Ostión»; Ricardo López Castillo, «El Moco»; Omar Romero, «El Colosio»; y Jesús Abdiel Vega Lemus, «El Grande».

Foto: Especial

Tras la captura de “La Barbie” y la fragmentación del Cártel de los Beltrán Leyva, trasciende que la Unión Tepito se hizo aliado de la organización criminal que más ha crecido en los últimos años: el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).  

En poco tiempo, la Unión Tepito se hizo del corazón de la capital del país, además diversificó sus actividades, practicando el secuestro, el robo de inmuebles, la venta de piratería, el tráfico de armas al menudeo, así como la extorsión telefónica.

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Una de sus prácticas más redituables es la extorsión de comercios, en especial, los bares y los centros nocturnos de Polanco, la Zona Rosa, la Condesa, la Roma, la del Valle e Insurgentes.

Quien no pagara, era secuestrado, torturado y obligado a dar un monto superior al exigido en un principio.

Foto: Reproducción

Sin embargo, la organización delictiva no salió totalmente libre de sus negocios ilícitos, tres de sus cinco fundadores fueron detenidos: “El Grande” en 2013, “El Colosio” en diciembre del 2017 y “El Moco, en mayo pasado.

La captura de estas cabecillas, así como su expansión criminal, provocó que algunos de sus miembros subieran de jerarquía, entre ellos, Roberto Moyado Esparza, alias «El Betito», quien comenzó su vida delictiva como asaltante.

Incluso, en 2008 fue detenido por robar a un comensal en Polanco, pero obtuvo al poco tiempo su libertad, siendo reclutado por la Unión Tepito.

Roberto Moyado Esparza, alias «El Betito». Foto: Especial

La deserción de “El Betito” y el nacimiento de “La U”

A partir del 2015, “El Betito” comenzó a tener diferencias con “Pancho Cayagua”, considerado el fundador y líder máximo de la banda delictiva.

Dichas discrepancias generaron una disputa interna por el liderato de la Unión Tepito. Por un lado se encontraba Francisco Javier Hernández Gómez y sus «fieles», por otro lado estaban Roberto Moyado Esparza y los desertores, grupo al que llamaron “La U”.

La estructura criminal de “La U” de “El Betito” está conformado por ocho hombres: Juan Iván Arenas Reyes, «El Pulga«; Juan Antonio Ruiz Maciel, «El Maciel«; e Irving Jonathan Herrera Sánchez, «El Irving«; así como «El Manzano«; Víctor Hugo Ávila Puente, «El Huguito«; Erasmo Amaral Villegas, «El Trompas«; Omar Sánchez, «El Gaznate«; y Mauricio Gasca, «El Tomate«.  

Una serie de ejecuciones y enfrentamientos se hicieron presentes en el corazón de la ciudad. Hasta que “Pancho Cayagua” fue detenido en agosto del 2016 acusado de asesinar a dos personas.

Y aunque Hernández Gómez sólo estuvo seis meses en la cárcel, fue tiempo suficiente para abrirse paso dentro de la disputa interna.

El 11 de octubre del año pasado, “Pancho Cayagua” fue asesinado por hombres armados a bordo de dos motocicletas en el estacionamiento de la Comercial Mexicana ubicada en Insurgentes y Ticomán, colonia Tepeyac Insurgentes, en la demarcación Gustavo A. Madero.

La muerte de «Pancho Cayagua». Foto: Reproducción.

Francisco Javier Hernández Gómez habría sido víctima de una trampa elaborada por “El Betito”.

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La muerte de «Pancho Cayagua» no paró la batalla. Fieles a la familia del fundador de la Unión Tepito continúan disputándose territorio con “La U”. Actualmente, sólo Armando Hernández Gómez, «El Ostión”, se mantiene en activo entre los fundadores de la Unión Tepito.

Las autoridades capitalinas colocan a «El Betito» como el máximo capo criminal de la Ciudad de México.

La Fuerza Anti-Unión

Lo que todo parecía una disputa ganada para “La U” de “El Betito” no lo fue. La organización criminal fue víctima de ataques, incluso a miembros del círculo cercano de Moyado Esparza.

Se trató de “El Gaznate” y de “La Pulga. El primero fue asesinado el pasado 5 de mayo en un estacionamiento del Centro Histórico. Su cuerpo fue encontrado en un automóvil BMW y le confiscaron mariguana, cartuchos y solventes.

El segundo fue ultimado el 9 de junio cuando viajaba a bordo de una camioneta Volkswagen sobre la avenida Insurgentes casi esquina con Geranio y Ricardo Flores Magón, en la colonia Atlampa, en la delegación Cuauhtémoc. “La Pulga” era considerado el segundo al mando de “La U”.

«El Gaznate» y «La Pulga». Foto: Especial

Tanto “El Gaznate” como “La Pulga habían sido detenidos en varias ocasiones, pero siempre eran puestos en libertad.

Los autores de los crímenes dejaron su firma en otros asesinatos cometidos en fechas anteriores.

El 24 de mayo, un hombre identificado como Gerardo González Ortiz fue encontrado muerto «entambado» en Fray Bartolomé y Tenochtitlán, en la colonia Morelos. Junto con el cuerpo, al cual le habían sacado los ojos, se encontraba una cartulina con un mensaje firmado por «Fuerza Anti-Unión«.

Trece días antes, el 11 de mayo, el cuerpo de otra persona fue encontrado con las manos atadas, con signos de tortura y con un mensaje en la espalda, también acreditado a la «Fuerza Anti-Unión«. En esta ocasión, sin embargo, fue encontrado en Valle de Chalco, Estado de México, el hombre fue identificado como Juan Carlos Cárdenas.

El primer caso se dio el 28 de enero cuando en la calle de Granadas, también en la colonia Morelos, fue encontrado el cuerpo de un hombre atacado con arma blanca, huellas de tortura y hasta de arrastre. Sobre su camisa de manga larga color amarilla, en la espalda, fue escrito con plumón negro: «Fuerza Anti-Unión».

Las víctimas de la «Fuerza Anti-Unión». Foto: Twitter (@c4jimenez)

La venganza de “La U” de “El Betito” por estos ataques fe brutal. La madrugada del 17 de junio los restos desmembrados de dos personas fueron esparcidos sobre el Puente de Nonalco en la avenida Insurgentes, en la delegación Cuauhtémoc.

Los descuartizados fueron identificados como Alfonso Delgado Pérez y José Francisco de Jesús Oropeza. Ambos, hombres cercanos a Jorge Flores Conchas «El Tortas» o «Comandante T», presunto líder y fundador de la «Fuerza Anti-Unión».

El Puente de Nonalco. Foto: Reproducción

“El Tortas” fue detenido en 2012 acusado de secuestro e ingresado al Reclusorio Oriente donde se encargó de la venta de drogas dentro del penal. Protagonizó también una disputa con narcomenudistas dentro de la cárcel que dejó un saldo de 11 muertos en un año, incluso fuera de los barrotes.

Un cuerpo colgado en un puente de Iztapalapa aparecido el 19 de octubre del 2015, primer caso de su tipo en la capital, fue una de las víctimas por el control de la venta de drogas en el Reclusorio Oriente.

En septiembre de 2017, “El Tortas” fue liberado y continuó su vida criminal, ahora detrás de la “Fuerza Anti-Unión”.

Jorge Flores Conchas «El Tortas» o «Comandante T». Foto: Reproducción.

Sin embargo, la disputa de la «Fuerza Anti-Unión» y “La U” de “El Betito” podría ir más allá del narcomenudeo y tildar en lo personal.

A principios de este año, “La U” habría secuestrado al hermano de “El Tortas”, luego de que este se negara a pagar el derecho de piso de su negocio de comida ubicado en la colonia Guerrero. Se levantó una denuncia por los hechos, los padres de la víctima nunca llamaron para exigir un rescate y el joven de 20 años nunca apareció.

Aquella desaparición habría desatado el nacimiento de la «Fuerza Anti-Unión» y su primer crimen realizado tres semanas después del presunto secuestro del hermano de “El Tortas”.

Tras la aparición de los dos descuartizados en Insurgentes, por primera vez, el Gobierno de la Ciudad de México aceptó que cárteles nacionales están detrás de los narcomenudistas que operan en la Ciudad de México. 

Sin dar más detalles, sólo se precisó que se trataban de organizaciones criminales con presencia en Jalisco, Guerrero y Morelos. De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), los cárteles que operan en dichos estados son: el CJNG, la Familia Michoacana y los Beltrán Leyva.  

La disputa por el narcomenudeo en la Ciudad de México no parará, por lo que el derrame de sangre en calles capitalinas continuará.

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