Rodrigo GutiérrezLos médicos y enfermeras son el primer frente de batalla contra el covid-19, atendiendo a pacientes no sólo con el miedo de contagiarse, sino también de ser víctimas de agresiones y discriminación, sin mencionar la precariedad laboral
Era el 8 de abril, Ligia salió del trabajo rumbo a su casa cuando un hombre se acercó y le tiró un café hirviendo en la espalda mientras le gritaba “¡nos va a contagiar a todos!”. Ella, como enfermera, había terminado una larga jornada en un hospital de Mérida, Yucatán; él la agredió por creerla un foco de infección de coronavirus (covid-19).
Ese mismo día, pero en Bahía de Banderas, Nayarit, Mel fue obligada por sus vecinos a abandonar su casa, como era enfermera en un hospital en otra comunidad, ya no la dejaron entrar, temen que contagie a la población de coronavirus. La amenazaron diciéndole que sí ingresaba al municipio ya no salía.
Al día siguiente, el 9 de abril, Luis acudió a la tienda, en Reynosa, Tamaulipas, cuando una mujer lo agredió con cloro acusándolo de ser propagador de coronavirus sólo por usar su uniforme de practicante de enfermería.
Luego, la madrugada del 11 de abril, una pareja le prendió fuego a una ambulancia en la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México.
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Este tipo de escenarios de agresiones contra personal y unidades del sector salud se han vuelto una constante tras la propagación del covid-19 en México, lo que vulnera a médicos y enfermeras que son la primera línea de combate contra la enfermedad.
Tan solo en tres días, del 6 al 9 de abril, las denuncias por actos de discriminación contra contra personal de salud y personas diagnosticadas con coronavirus se duplicaron, de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Desde Conapred reiteramos el llamado a evitar actos de violencia y discriminación contra personal de salud y personas contagiadas, durante la emergencia sanitaria. #AplanaLaCurvaDeLaDiscriminación pic.twitter.com/lqR7LW1fJp
— conapred (@CONAPRED) April 10, 2020
Las denuncias más frecuentes realizadas ante el Conapred son por prohibir el uso del transporte público, agresiones físicas y verbales al personal de salud.
Por ello, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) aseguró que reforzará la protección a médicos, enfermeras y personal que brinda servicios de salud, principalmente en hospitales e instalaciones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
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“Nos preocupa y nos indigna que el personal de salud reciba ataques. Es alarmante que haya personas que estén canalizando distintos sentimientos muy básicos como el temor y el enojo hacia el personal que los protege”, dijo al respecto Hugo López-Gatell, subsecretario de prevención y promoción de la salud.
En la conferencia vespertina del 11 de abril, el funcionario federal ondó: “La persona que haya perpetrado cualquiera de estas agresiones puede ser la persona que padezca esta enfermedad o tenga un familiar directo con esta enfermedad, por ello es increíble considerar sensato atacar a un personal de salud que está precisamente para protegerle”.
Nos preocupan e indignan los ataques a profesionales de la salud; es alarmante. Las personas que agreden o sus familiares podrían padecer #COVID19 y necesitarán de los miembros del sector salud, que serán los protagonistas en el siguiente escenario. Llamamos a respetarlos. pic.twitter.com/hTVvi8Nryh
— Hugo López-Gatell Ramírez (@HLGatell) April 12, 2020
Sin embargo, las agresiones son solo una de las vulnerabilidades a las que se enfrenta el sector salud ante la pandemia.
La falta de material para hacer frente al virus también se ha hecho presente, médicos y enfermeras se han manifestado a las afueras de los hospitales exigiendo abasto, algunos, incluso, asegurando que compran sus propios insumos.
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Por si fuera poco, los trabajadores del sector salud en México sufren de precariedad laboral, así lo señala una investigación del Instituto Belisario Domínguez titulada “Las remuneraciones del personal de la salud en México: entre el amor al arte y los esfuerzos débilmente recompensados”.
Un médico en el país tiene un salario promedio mensual de 16 mil 146 pesos, mientras que las enfermeras reciben 9 mil 909 pesos en promedio al mes, de acuerdo con cálculos del Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Esto coloca a los trabajadores del sector salud en un nivel de remuneración baja a comparación con otros países similares al nuestro.
Los médicos mexicanos ganan casi tres veces menos de lo que ganan sus colegas en España o Brasil y casi cinco veces menos que en Francia, mientras que en Estados Unidos ganan 14 veces más, según el Informe de Compensación de Médicos 2019 elaborado por el portal especializado Medscape.
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En cuanto a las enfermeras mexicanas, datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señalan que ganan menos de la mitad de lo que ganan en Chile o Italia; en territorio estadounidense ganan cinco veces más.
La administración de Andrés Manuel López Obrador ha realizado algunas acciones para mejorar la condición laboral de los trabajadores del sector salud, por ejemplo, el plan de basificación de 87 mil médicos y enfermeras que no contaban con contrato. Este año se tiene previsto basificar a 17 mil 274 empleados.
Por otra parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) anunció un nuevo tabulador salarial para los médicos en lo que se establecieron incrementos salariales del 10, 15 y 20% para el personal médico adscrito en las zonas marginadas del país.
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Pese a los avances aún hay mucho por hacer, por ejemplo, el déficit crítico de trabajadores del sector salud en el país, como lo ha dicho el gobierno federal, que ya ha iniciado el reclutamiento de médicos y enfermeras ante la pandemia del covid-19.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), elaborada con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México existen 332 mil 200 personas ocupadas en la medicina.
El informe del Instituto Belisario Domínguez estima que en México hay 2.4 médicos, así como 2.9 enfermeras, por cada mil habitantes, cuando el resto de países de la OCDE tiene un promedio de 3.3 médicos y 8 enfermeras por cada mil habitantes.
En julio de 2019, la Secretaría de Salud del aseguró que México tiene un déficit de 123 mil médicos generales y de 72 mil médicos especialistas.
Este es el escenario para los trabajadores del sector salud en la antesala del inicio de la fase 3 por coronavirus, en la cual -según las palabras de López-Gatell- el reto será la ocupación hospitalaria, tener suficiente espacio, insumos y personal para los enfermos que así lo necesiten.
