Heiji MorimotoTanto el libro como el documental tienen no solamente tienen la intención de mostrar el trabajo que hizo Mortenson a lo largo de los Estados Unidos, para recaudar fondos para los colegios. También exponen ejemplos en cómo la mejor forma de combatir el subdesarrollo, y el terrorismo es a través de libros y de la educación y no por la vía armada.
La historia de Greg Mortenson, comienza en un montaña en 1993, cuando intentaba regresar de su fallida conquista del K2; una de las más peligrosas de escalar en el mundo, la cual se encuentra localizada en la cordillera del Karakórum, una sección del Himalaya que está ubicada entre las fronteras que dividen a Pakistán y China.
Cansando, sin agua, sin una casa de acampar, hambriento y apunto del desmayo, el joven alpinista estadounidense narra en su libro “3 tazas de té”, el momento en llegó a una aldea del norte de Pakístan, altamente empobrecida, donde los niños sentados a la intemperie, intentaban aprender a leer y escribir utilizando como instrumento un palo y como papel, la tierra.
Experiencia en la que Greg, originario de Minnesota, se inspiró para hacer algo a favor no solamente por los aldeanos que le habían ayudado a sobrevivir de los estragos que el K2 había hecho en él, sino por todas las poblaciones que alrededor de las cordilleras se encontraban en situaciones similares.
“La primera taza de té, es la forma de decirte que eres bienvenido, con la segunda: ya eres su amigo. Y con la tercera, eres de la familia, y por la familia eres capaz de dar todo incluso la vida”
Es la manera en la que Mortenson describe su relación con las aldeas que ha ayudado a partir de los años 90. Y que se vio reflejada en la construcción de más de 400 escuelas, que sirven para la educación de miles de niños y niñas, y para la alfabetización de adultos.
Esta historia es también ahora presentada a través del documental “3,000 Cups of Tea”, dirigido y escrito por la periodista estadounidense, Jennifer Jordan. Filme que no solamente rescata lo que Greg narró en su libro, sino también muestra el contexto actual del trabajo realizado por el ex alpinista y el Instituto de Asia Central, así como lo qué paso después del reportaje mostrado en el programa de televisión “60 minutos” que supuestamente afirmaba la existencia de corrupción en la asociación y que provoco la disminución del 80% en las donaciones para la construcción de la escuelas.
Tanto el libro como el documental tienen no solamente tienen la intención de mostrar el trabajo que hizo Mortenson a lo largo de los Estados Unidos, para recaudar fondos para los colegios. También exponen ejemplos en cómo la mejor forma de combatir el subdesarrollo, y el terrorismo es a través de libros y de la educación y no por la vía armada.
“3,000 Cups of Tea” muestra cómo las niñas y mujeres que asisten a las escuelas tienen la posibilidad de tener una escuela y de construirse su propio futuro, y no ser obligadas a casarse a temprana edad.
O madres que tienen educación no dejan que sus hijos se vayan y sean influenciados por grupos terroristas. Pues las escuelas que Greg ayudó a construir, se encuentras en Pakistán y Afganistán, países en los que desde hace años existen guerras y grupos armados que reclutan personas para forzarlos a efectuar ataques terroristas.
