El oficio más peligroso de México

Para Javier Valdez Cárdenas, ni muerto podrán enterrar tu verdad.

Para todos aquellos que esperan la muerte cada día como el ocaso de una tarde.

Nos lo arrebataron. Otra voz que se va antes de tiempo. En México decir la verdad te condena a la muerte. Javier Valdez es el sexto periodista asesinado en lo que va del año y, aunque es difícil decirlo, parece que no será el último. En estos tiempos, escribir es un gran riesgo y quien lo hace es un verdadero valiente.

La palabra nació como medio de intercambio de ideas, para describir al mundo, crear otros y así, vivir una y mil veces. Pero también cumple con una función fundamental: informar. Dar a conocer los hechos que atañen al individuo es una manera de descubrir la realidad para así aprender a enfrentarla.

Pero en un México como el de ahora, decir lo que se piensa aumenta el riesgo de ser silenciado brutalmente. La labor de la prensa se ha visto afectada por los ataques de individuos que, con el propósito de que la verdad no sea publicada, atentan contra los que no saben callar: los periodistas.

¿Quién se atreve a investigar un cártel de droga en México? ¿Quién tiene el valor para ir a Tamaulipas y enfrentar a uno de los grupos delictivos más peligrosos del país, como Los Zetas? ¿Quién entrega su vida a las letras para describir el infierno que se vive en Sinaloa? No todos. Existen periodistas que enfrentan al narcotráfico con valentía y sin mirar atrás. Aunque muchos de ellos se han quedado en el camino. Aquí, se amedrenta para silenciar y se violenta para ocultar.

Es importante que la labor periodística sea protegida. Se trata de apoyar a hombres y mujeres que están comprometidos con un país que pide a gritos libertad. Negar la información sólo hunde aún más a esta nación que padece ceguera, que tiene la verdad frente a sus ojos y que prefiere seguir el camino de muerte y corrupción.

La lucha contra la violencia hacia periodistas parece un laberinto sin fin. Si la corrupción, los intereses y la indiferencia se mantienen, la pluma de muchos morirá y con ésta, la verdad. Desasosiego y desesperanza se avecinan.

“No al silencio”, porque escribir en el único medio para alcanzar la libertad. Cuando las letras callan es porque las verdades resuenan.

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Periodista con gusto por la antropología. Escribo hasta que las palabras se me agoten. Amante de la fotografía, los viajes y las letras. Busco contar historias que vayan más allá de un "érase una vez". He colaborado en sitios como Notimex, A21, Contacto en Medios y el GACM.

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