Referéndum en Cataluña: el día que España jamás olvidará

El líder catalán Carles Puigdemont afirmó que la región española ganó el derecho a la estadidad tras un referéndum polémico que estuvo marcado por la violencia.

Desde el viernes, miles de personas (padres e hijos en muchos casos) empezaron a ocupar escuelas y otros edificios designados como centros de votación para mantenerlos abiertos y de esta forma, el domingo primero de octubre pudiera llevarse a cabo el referéndum de una forma “adecuada”.

Sin embargo, y como muchos imaginaban, todo el proceso estuvo marcado de mucha “polémica” que involucró a los organizadores, a los votantes, a los opositores y, por supuesto, al gobierno español.

Foto: Reproducción

Fuertes actos de violencia

El gobierno catalán expresó que más de 800 personas resultaron heridas en enfrentamientos en toda la región. Esas cifras incluían personas que habían sufrido quejas relativamente menores, hasta ataques de ansiedad.

En las redes sociales se pudieron observar (durante todo el día de las votaciones) varios videos e imágenes donde se podía ver a la Policía Nacional y la Guardia Civil -una fuerza militar encargada de la policía- enfrentando a varios catalanes mediante fuertes actos violentos para así intentar impedir la votación.

Foto: EFE

En algunos de los videos aparecían los agentes de policía golpeando violentamente a los manifestantes y sacándolos de los lugares de votación, llegando incluso a arrojar a los votantes por un tramo de escaleras. Las fotos, por su parte, mostraron a votantes (algunos de ellos ancianos) con sangre derramándose por sus caras.

Gracias a ello, más de 40 sindicatos y asociaciones catalanas convocaron una huelga regional el martes por «la grave violación de los derechos y libertades».

Puigdemont acusó a las autoridades españolas de utilizar la violencia «injustificada, desproporcionada e irresponsable» para impedir que la gente votara. Por su parte, el primer ministro español Mariano Rajoy dijo que «hicieron lo que tenían que hacer», y agradeció a las fuerzas de seguridad por defender la ley y hacer su trabajo.

¿Irregularidades?

El periódico español “El País” se encargó de enlistar las características que tendría el proceso del domingo (muchas de ellas cambiadas 45 minutos antes que la votación empezara). A continuación, mencionaremos algunas de estas.

  • No hubo sobres ni papeletas oficiales (incluso podían imprimirlas en su casa).
  • Se estableció un censo universal. Los ciudadanos que quisieran votar en el referéndumpudieron hacerlo en cualquier colegio electoral (con el objetivo de asegurar que el posible cierre de puntos de votación no entorpeciera la jornada).
  • A última hora se habilitó un blog (https://1deoctubreblog.wordpress.com) para efectuar el voto de forma telemática. Este sitio no contaba con ningún tipo de control ni sistema de seguridad, incluso los habitantes de otras comunidades podían votar en él.
  • No hubo junta electoral, ni hubo sistema de recuento. 
  • No hubo garantías internacionales. La ONU anteriormente había dicho que descartaba presentarse como observador electoral al referéndum.

Los resultados

Las autoridades catalanas dijeron que 319 de unos 2.300 centros de votación en la región habían sido cerrados por la policía, mientras que el gobierno español dijo que se habían cerrado 92 estaciones.

Anunciando los resultados, el gobierno catalán dijo que unos 2.26 millones de los 5.34 millones de votantes de Cataluña (42.5%) habían podido votar, y que en ellos, el “sí” había ganado con un 90% de los votos, frente a un 7% de votos contrarios.

Foto: Reproducción

«Con este día de esperanza y sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña han ganado el derecho a un Estado independiente en forma de república», así afirmó Puigdemont la tarde de ayer en un discurso televisado.

«Puedo decir en los términos más fuertes lo que ya saben y lo que hemos visto a lo largo de este día. No ha habido un referéndum sobre la autodeterminación en Cataluña», así manifestó, por su parte, Mariano Rajoy.

Es claro que habrá un antes y un después de estas votaciones. El gobierno español no se rendirá, y es claro que Cataluña tampoco.

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