Ruta Exprés del Mexibús II: un fracaso de 70 mdp

12 noviembre, 2018

A un mes de que el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, diera banderazo a la Ruta Exprés de la Línea 2 del Mexibús, el servicio es deficiente, en una obra concluida con año y medio de retraso y con un presupuesto 75% mayor al inicial. El proyecto es un fracaso.

 

El pasado 8 de octubre se inauguró el Centro de Transferencia Modal (Cetram) Lechería, también llamada Estación Retorno Oriente, ubicada en el municipio mexiquense de Tultitlán.

El encargado de dar banderazo al proyecto, con bombo y platillo, fue el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, quien presumió en redes sociales la obra para “mejorar la calidad de vida de las familias mexiquenses”.

Sin embargo, a un mes de iniciar operaciones, el servicio registra retrasos, saturaciones e incluso suspensiones. El proyecto es un fracaso.

Esta obra se realizó con dos objetivos. El primero, facilitar la conexión de la Línea 2 del Mexibús con el Tren Suburbano; el segundo, implementar la Ruta Exprés del mismo Mexibús. Es decir, el proyecto es para ahorrar tiempo de traslado a los mexiquenses.

Según palabras del mismo gobernador mexiquense, con la implementación de la Ruta Exprés del Mexibús, el tiempo de traslado para los usuarios pasará de 55 minutos a sólo media hora, es decir, un ahorro de 20 minutos.

El primer día de operaciones, el servicio se realizó con las unidades de la llamada Ruta Rosa, los camiones exclusivos para mujeres, que son más pequeños que los ordinarios, esto pese a existir vehículos específicos para la Ruta Exprés.

Además, los encargados de la estación anunciaban que las unidades salían cada 20 minutos, tenías que esperar el tiempo que se supone te ahorra el servicio.

Sobre dichas incidencias, las autoridades del Mexibús aseguraron que con los días el servicio se normalizaría.

Las unidades especiales para la Ruta Exprés, en efecto, comenzaron a circular al día siguiente de ser inaugurada, pero la espera de 20 minutos entre camiones continua hasta la fecha.

Los elementos de seguridad de la estación anuncian en ocasiones el tiempo de espera para abordar la unidad, al igual que lo recuerdan con hojas pegadas dentro de la estación.

El tiempo de espera se hace mayor, 40 minutos, para los hombres y las mujeres acompañadas de varones, cuando sale una unidad de la Ruta Exprés exclusivo para mujeres, servicio necesario en la entidad más peligrosa para ser mujer.  

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Sin mencionar que el servicio no da abasto a los usuarios en la llamada “hora pico”, las filas de espera recorren toda la estación.

A esto habría que sumarle las problemáticas que la Línea 2 del Mexibús sufre desde su inauguración en 2010.

La avenida José López Portillo, por donde recorre la mayor parte de la ruta, registra constantes inundaciones que provocan la suspensión del servicio.

Tan sólo en la última semana de octubre, la Línea 2 del Mexibús fue suspendida en tres ocasiones debido a inundaciones. El servicio se reanudó más de una hora después.

Por si fuera poco, los automovilistas mexiquenses no respetan el carril confinado del Mexibús, provocando desde retrasos en el servicio, hasta accidentes automovilísticos.

Esta obra se inauguró con un retraso de año y medio, además su costo aumentó un 75% según el presupuesto inicial.

Los trabajos del Cetram Lechería o Estación Retorno Oriente comenzaron en marzo del 2016 y la fecha de inauguración de la obra sería durante el primer semestre de 2017, pero nunca se finalizó la obra.

Posteriormente, Jorge Barreiro, Director de Transporte Masivo y Teleférico, dijo en entrevista a Reforma que la obra sería concluida entre marzo y abril de 2018. La fecha llegó y el proyecto seguía inconcluso.

No fue hasta el 8 de octubre dos años y ocho meses después de que iniciaron los trabajos y con un año y medio de retraso.

El costo inicial de la obra fue de 40 millones de pesos, sin embargo, el presupuesto final fue de 70 millones de pesos, 30 millones más, es decir, un aumento de precio de 75%.

Estos 70 millones de pesos se dieron a través de 10 contratos con recursos provenientes del Gobierno Federal, particularmente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Esta dependencia liderada por Gerardo Ruiz Esparza, hombre cercano del presidente Enrique Peña Nieto, quien también lo nombró secretario de Comunicaciones cuando fue gobernador del Estado de México.

Ruiz Esparza ha sido de los hombres más criticados del gabinete de Peña Nieto, obras como el Paso Exprés, que provocó la muerte de dos personas tras abrirse un socavón a unas semanas de su inauguración; así como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), que será cancelado por el próximo gobierno federal y que ha sido señalado por corrupción; y ahora el Cetram Lechería o Estación Retorno Oriente; evidencian el paso gris del mexiquense en la función pública.

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