Daniel CallejasAl parecer, se acabaron las negociaciones entre Donald Trump y México. Y terminó ganando… Estados Unidos, lo sabíamos. Sin embargo, de este lado debemos reconocer el esfuerzo de un canciller al que mandaron a resolver lo que el presidente no sabe, porque se defiende con su refrán de “candil de la calle, oscuridad de su casa”.
El secretario de Relaciones Exteriores la libró mejor de lo que le vimos hacer al anterior canciller, Luis Videgaray. Eso sí, Marcelo Ebrard no lo hizo solo, por lo que las gratificaciones deberán ir a todo el equipo que viajó a la nación vecina, y que ha sacrificado horas enteras en mantener en alto la dignidad de nuestro país.
Si bien es difícil que en 45 días se reduzca considerablemente el flujo de migrantes centroamericanos, el gobierno mexicano ya mandó a la flamante Guardia Nacional a reforzar 11 municipios en la frontera sur. Ahora resulta que seremos contenedores de hondureños, guatemaltecos, haitianos, etc…
Lo que México hará es albergar a los migrantes que esperan la resolución de su solicitud de asilo al otro lado de la frontera, así como la colaborar de forma conjunta para impulsar el desarrollo y estabilidad en países centroamericanos.
Eso sí, uno de los aciertos de esta reciente negociación fue frenar la imposición de aranceles de hasta 25% que hubiera empezado en julio y acabado en octubre. Pero lo que está en duda es un “acuerdo secreto” en el que supuestamente México cedió ante Estados Unidos, como siempre. Como sea, nuestro país y el canciller Ebrard ya libraron la primera parte de ponerse de acuerdo con Donald Trump.
Y, como en todo, hay un “pero”… en este caso, otra vez tendrán que platicar muy juntitos para que México no se convierta en un “Tercer País Seguro” donde el país vecino nos eche a los migrantes para que nosotros los reconozcamos y refugiemos aunque ellos pidan asilo en Estados Unidos.
De por sí es complicado dar a los mexicanos lo que necesitan, ahora ser ese “Tercer País Seguro” significa proporcionar vivienda, educación, salud, trabajo y otros derechos básicos a los migrantes. ¿El problema? México no tiene los recursos suficientes para atender tantas necesidades y convertirse en el héroe de Centroamérica.
K.O.
Estados Unidos gana el round, como dijimos más arriba. Y aún así México puede crear un sistema regional de migración con otros países del continente, como opciones de destino para quienes deseen ingresar a Estados Unidos. Con esto, ningún centroamericano pisará territorio vecino.
Los que pierden
Los migrantes, quienes, al no tener certidumbre y recursos para protegerse en busca del american dream, la pensarán dos veces para cruzar las fronteras, tanto la de México como la de EU. Y sí, con esto el muro termina siendo nuestro propio país. Muy inteligente Donald Trump, ¿no? También evidencia la falta de una política internacional pensada desde la cabecita de algodón de Andrés Manuel López Obrador.
Apuntes de un Centinela: A sus órdenes, señor presidente… ¿Trump?
