El robo a los ductos de combustible de Petróleos Mexicanos, llamado huachicoleo, no es precisamente la chispa que el gobierno de Andrés Manuel quería encender para darse cuenta de la corrupción en Pemex. López Obrador salió a alegar que las anteriores administraciones conocían del robo, pero que no levantaban ni un dedo por detenerlo. Hoy el presidente tiene bajo control del Ejército -con hasta 4 mil soldados en unos meses- las tomas clandestinas y las estaciones de servicio en desabasto. La gasolina y diésel ya no corren por los tubos intervenidos por huachicoleros. No es para aplaudirle a AMLO que … Sigue leyendo Apuntes de un Centinela: ¿El huachicol no es el enemigo?