Daniel CallejasPrimera llamada: inhabilitaron del sector público al ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) por 10 años, y aún así tiene bastante dinero como para no trabajar por un buen rato. Acusado de lavado de dinero y corrupción, Emilio Lozoya tiene los minutos contados para ser capturado por las autoridades mexicanas.
Si bien esto hace que Andrés Manuel López Obrador dé al clavo sobre acabar con la corrupción en los niveles más altos, aún no puede cantar victoria, ni significa que el trabajo fue únicamente del presidente.
Cuando detengan a Lozoya, tampoco será por acción directa de la Fiscalía General de la República (FGR), sino por lo que empezó la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) bajo instrucción del Ejecutivo.
Segunda llamada: la UIF congeló las cuentas del ex director de Pemex y del dueño de Altos Hornos de México (AHM), Alonso Ancira Elizondo, quien ya fue detenido en España luego de que el gobierno mexicano solicitara una ficha roja en su contra. AHM no sabe por qué detuvieron a Ancira, y se defendió diciendo que era “ilegal y arbitrario”.
Todo esto salió de la cabeza de Santiago Nieto, titular de la UIF, quien a decir de quienes lo conocen, es un personaje que cuestiona y trata temas que en otros gobiernos frenaron. Tal vez por eso lo destituyeron de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade) hace un par de años.
En ese entonces, la Procuraduría General de la República (PGR) acusó a Nieto de “violar el código de conducta” en octubre de 2017. Nieto Castillo era una pieza fundamental en la Fepade investigando a la empresa brasileña Odebrecht, que daba sobornos a grandes compañías -incluidas las mexicanas- durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.
A Lozoya ya lo traían bajo la mira desde el inicio de este sexenio. De seguir con el paso triunfal, la detención de Emilio sería la primera caída del escándalo Odebrecht en México, ya que en otros países fueron más rápidos con las aprehensiones. Por ejemplo, Panamá, Colombia, Perú, Argentina, Brasil…
En fin: “La historia no la hacen los vencedores, la historia la hace quien la hace”, es uno de los gritos de batalla de Santiago Nieto, quien se merecería la mayoría de los aplausos si le ponen las esposas a Lozoya Austin.
Lo último que se sabe del ex director de Pemex es que interpuso un juicio de amparo para confirmar que existe la orden de aprehensión en su contra y, además, conocer los delitos que se le imputan, según su abogado, Javier Coello. Hay versiones que sugieren que Lozoya se pasea por España.
Mientras se da o no la detención, ¿por qué no leer “Sin filias ni fobias. Memorias de un fiscal incómodo”, escrito por Nieto Castillo?
Se tenía que decir…
Que sean 5, 10 o mil millones de años, la historia de México no debe tener “otros datos” como declaró Andrés Manuel López Obrador el fin de semana. Si a esa información vamos, ¿será que los libros de la SEP también tendrán errores? ¿Será parte de la Reforma Educativa ya aprobada?
Lozoya bajo la mira; se materializa combate a la corrupción de AMLO
