Daniel CallejasUna nueva polémica se hizo tendencia en los últimos días: la “Ley Garrote”, que contempla mandar a prisión a personas que bloqueen carreteras, participen en marchas o estén contra construcciones públicas o privadas.
Todo esto sucede en el estado natal del presidente López Obrador, Tabasco, donde el Congreso aprobó la legislación en medio de protestas de la oposición. Lo que debería ser un derecho constitucional, como el de expresarse libremente, ahora estará condicionado en aquella entidad.
Esto surge porque, según el gobernador de ese estado, Adán Augusto López, criminales se disfrazan de sindicalizados y extorsionan en bloqueos. Bueno, entonces lo que debe preocupar en verdad al mandatario es darle más seguridad a la entidad, para después saber si sanciona o no a quien se manifieste.
Desgraciadamente, esta ley se podrá aplicar en contra de cualquier marcha, protesta o manifestación, no solo en las calles, sino en cualquier plaza, bajo el argumento de impedir el libre tránsito de terceros, pagando de 10 a 20 años en la cárcel.
Esto atenta contra los derechos humanos y es un golpe al sistema democrático, ya que estos no son cambios para beneficiar al pueblo, sino para reprimir. Quiere decir, pues, que la manifestación puede ser un delito peor que robar o matar… Cada quién sus prioridades, ¿no?
Pero al parecer esta ley llegó muy tarde, si recordarnos al señor de las marchas: Andrés Manuel López Obrador, quien quebró la economía de la capital con su plantón en Paseo de la Reforma en 2006. ¿Cuántas veces no se manifestó como oposición por años?
La historia no miente: desde los años 90 López Obrador realizó marchas en… ¡Tabasco! por injusticias contra campesinos del estado. También el ahora presidente lideró una marcha en 1991 (mal)llamada “éxodo por la democracia”, por un supuesto fraude electoral cuando dirigía al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en esa entidad.
Igual en Tabasco, pero en 1996, encabezó bloqueos en pozos petroleros de Pemex para que indemnizaran a pescadores y agricultores.
El Congreso de ese estado, liderado por Morena, ahora buscará que nadie proteste como sí lo hizo en sus tiempos Andrés Manuel. Y la ley está aprobada, así que como decía aquel filme de Luis Estrada en 1999: “¡Te tocó la ley de Herodes (¿o Andrés?), o te chingas o te jodes!”.
Habrá que cuidar nuestra libre expresión en Tabasco con Morena en el poder…
