Apuntes de un Centinela: No es lo mismo matar a un candidato que a un ciudadano común

Solicitaron seguridad en sus campañas el candidato que dice que no es del PRI pero encabeza su coalición, José Antonio Meade, y la exprimera dama y excombatiente(a) del narcotráfico, Margarita Zavala.

Bajo los “privilegios” de ser aspirantes presidenciales, pidieron el protocolo de seguridad del Estado Mayor Presidencial y la Policía Federal. Así, mientras millones de mexicanos no tienen ni una patrulla rondando por su casa con peligro de asalto, violación, secuestro… homicidio.

Un gran etcétera que tituló el 2017 como el año más violento del país, superando la guerra contra el narco en el sexenio de Felipe Calderón. Imaginamos que para volver al primer lugar de muertos y superar al sexenio de Peña Nieto en defunciones, Zavala está más que preparada.

Sin contar que la exprimera dama cuenta con protección de elementos del Estado Mayor Presidencial desde que Calderón salió del poder en 2012. Mientras, gran cantidad de mexicanos se cuida a través de la oración religiosa y un “ojalá regrese completo a casa hoy”.

No es lo mismo matar a un político que a un ciudadano común. Pero si Meade se asume como ciudadano más que priista, ¿ya es privilegiado entre los mortales? El PRI nunca va a olvidar la muerte de Colosio, quizás provocada por el mismo partido, pero es una verdad que nadie nunca va a saber.

Pero partido prevenido vale por votos. Al menos así “ganó” Zedillo en 1994 a costa de una familia que se fue del otro lado; el apellido Colosio Riojas ya pesa en el norte de país. Hoy, con las encuestas como indicadoras de preferencias indefinidas, no dudaríamos que el partido más odiado de México invente una calaña similar.

Y quizá el desenlace no pinte para funerales, sino heroísmos de supervivencia para repuntar rumbo al 1 de julio. Su campaña política empezó por echarle tierra a Ricardo Anaya hasta que el escándalo de lavado de dinero ya le quita puntos al panista.

Ahora a través de spots, Meade nos dice que no todos los corruptos son iguales, es decir ¡se asume corrupto, pero diferente a los demás! Muy creativo hace un refrito de campaña al mostrarnos que López Obrador es un peligro para México. ¿Pero qué peligro representa el Peje al viajar en “taxi aéreo”? Parece que fueron criados en la misma cuna.

Un ciudadano común se sube a un taxi en las calles del país y tiene cierta probabilidad de sufrir un secuestro exprés. O peor aún, si es servicio privado, que lo duerman, lo violen y lo despojen de sus pertenencias. Pero eso sí, candidato seguro es voto vigente.

Oigan, señores y señora candidata, mientras más mexicanos mueran, menos votos van a tener el 1 de julio. Hay que cuidar al ciudadano para llegar a ser presidente. ¿O el próximo que llegue a la silla grande lo hará por fraude o firmas falsas?