Daniel CallejasLlegó el día. Este miércoles 20 de enero de 2021 es el fin del ciclo de Donald Trump al frente de la Casa Blanca. Es la asunción de Joe Biden y Kamala Harris a la presidencia de Estados Unidos en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, sin la gran cantidad de invitados que se acostumbra tener, y con una pandemia por Covid19 acechando al país.
Vamos por partes. Al mediodía, el demócrata estará dando juramento como presidente número 46 de la nación más poderosa del mundo. Mientras que Kamala será la primera mujer en la historia en asumir la vicepresidencia.
En cuanto asuman, las necesidades del pueblo estadounidense no cambiarán. De por medio están las relaciones bilaterales con México, que deben fortalecerse. En lo local, Biden y Harris deberán enfrentar, entre otros retos, tratar de reducir los tiroteos en su país a causa de la indiscriminada compra de armas.
Donald Trump siempre tuvo el respaldo de la Asociación Nacional del Rifle, pero el demócrata no. En los debates, Biden se comprometió a reducir o regular esta situación que en muchos casos desemboca en tráfico ilegal de armas hacia México: Más de 200 mil ingresan ilegalmente cada año a nuestro país.
Hace unos meses, Lisa Sánchez, directora de México Unido contra la Delincuencia, explicaba que “la lucha contra el tráfico (de armas) nunca ha sido el eje central de las relaciones bilaterales, como sí ha sido el control de las drogas en los tiempos recientes”. Ahora es tiempo de que López Obrador y Biden agenden este tema.
Otro problema al que quizás deban reaccionar rápido es la Caravana Migrante que intenta llegar a Estados Unidos, pero que la policía antidisturbios y el ejército de Guatemala reprimió, mientras que en nuestro país ya se reforzó la frontera para su posible arribo.
Esta vez los que busquen el sueño americano pueden tener ciertas esperanzas, puesto que Biden prometió en su campaña tener un enfoque más humano hacia la migración, a diferencia de las duras políticas de Donald Trump.
La asunción de Joe y Kamala estará resguardada por 25 mil elementos de la Guardia Nacional, a dos semanas del asalto al Capitolio que dejó cinco muertos y decenas de detenidos. Parecería algo engañoso todo este protocolo de seguridad, sabiendo que al paso de los días la fuerza armada se reducirá y en Washington serán nuevamente los días de siempre.
Se mantendrá el clima de odio que generó Donald Trump, la división de una sociedad que se acostumbró a los golpeteos, autoritarismo y racismo, por decir lo menos. Es un Estados Unidos polarizado, con miedo y en medio de una crisis sanitaria y económica.
Y el ahora expresidente amenazó con volver con un segundo mandato en 2024, ya con la idea de crear un nuevo partido que bautizará como “Partido Patriota”. Eso solo si sale bien librado del impeachment del que lo acusan por causar la “insurrección” del pasado 6 de enero.
Mientras tanto, Estados Unidos le da la bienvenida a la Casa Blanca a Joe Biden y Kamala Harris.
