Daniel CallejasLa mañana del martes 12 de noviembre llegó Evo Morales como exiliado a México, con un desembolso de 114 mil 840 dólares tan solo en el transporte desde Bolivia hacia nuestro país.
Y por cierto, en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, de esos que AMLO no quiere utilizar. Pero qué buen transporte, ¿no?
Evo Morales combatió la pobreza y desigualdad como presidente de Bolivia, al mismo tiempo que distorsionó la constitución para mantenerse en el poder por 13 años. Las consecuencias fueron que se acabó la confiabilidad hacia sus instituciones electorales.
Lee además: Fracaso en subastas del SAE en la era AMLO
En tanto, el exiliado boliviano “gozará de libertad, seguridad, integridad, protección a su vida”, aseguró Ebrard. Miles de mexicanos ni siquiera llegan a su destino como sí pudo Morales a México: Sanos y salvos. ¿Suerte o privilegio para unos cuantos?
“Para que no haya más derramamiento de sangre, hemos decidido renunciar (a la presidencia de Bolivia), pero quiero decirles que estamos muy agradecidos, porque el gobierno mexicano nos salvó la vida», dijo Evo Morales. El ex mandatario boliviano vivirá de nuestros impuestos al igual que su familia.
Pero, ¿a los mexicanos quién nos salva? Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, aseguró que Evo Morales “es un personaje y habremos de garantizar que no tenga ningún riesgo, habrá personal de seguridad en su apoyo. No participarán elementos de la Guardia Nacional”. Mínimo, porque nadie sabe para qué está la GN.
Puedes leer: La costosa cena mexicana de AMLO en Palacio Nacional
Hasta Ebrard dijo que este martes 12 fue “un día de alegría porque el asilo a Evo Morales ha sido afectivo”. Porque en México vivimos felices con todas las tragedias que normalizamos como los asaltos, homicidios, secuestros, violaciones… una ausencia total del Estado, más bien.
Al final, el presidente de México nos podría sorprender al darle el título de “asesor internacional de la justicia social” a Evo Morales por sus logros en Bolivia. Pero tranquilos todos, recibir al ex presidente boliviano no nos va a hacer comunistas ni nada parecido. O eso parece a simple vista.
No ahora por favor
Mientras Evo Morales era recibido con honores en el Hangar Presidencial en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, elementos de la Policía Federal que no quieren ser parte de la Guardia Nacional bloquearon el acceso de la Terminal 1, ahí donde Ebrard abrazaba a Morales.
Lo peor fue el saldo en contra para los policías, con agentes lesionados por parte de la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México, quienes los replegaron, pegaron y encapsularon por los bloqueos intermitentes en Circuito Interior. Alfonso Durazo solo dijo que es una provocación y que fueron “muy violentos”.
Y todo esto ya es válido, porque a partir de este 11 de noviembre el gobierno local puede hacer uso de la fuerza en caso de bloqueos en protestas que obstaculicen las vías primarias. Esta vez le tocó a la Policía Federal, ¿a futuro será contra todos los que se manifiesten o a unos cuantos? Hay que cuidarnos entre nosotros, porque ya nadie confía en las instituciones.
