frojimxKaren Cano/Circuito Frontera
En medio de pilas de ropa, Myriam, de 32 años sostiene en sus brazos algunas prendas y un par de zapatos usados. Dicha adquisición no le costó ni un centavo y, en este momento, es su única posesión en el mundo.
Junto con su hija y su marido, relata que llegó a esta ciudad la semana pasada, sin saber muy bien que era lo que les esperaba y sin ningún cambio de ropa para ninguno de los integrantes de su familia.
«Llegamos el sábado. Cuando nos sacaron mi hija no traía ni medias, llegó descalza», relata la mujer originaria de Venezuela, mientras espera en la fila de registro dentro del establecimiento llamado «GratisTienda».
Este proyecto tiene unos 3 años de haber iniciado labores en la localidad y su objetivo es que vayas y te lleves algo gratis o nada.
«No es un proyecto de caridad. La esencia de este proyecto es la economía social y solidaria, queremos que la gente antes de comprar algo mejor le dé un segundo uso a algo más, contribuyendo así a frenar la producción masiva», señaló Julio Cesar Morales, líder de este proyecto.
Motivado por ideales ecologistas, Julio Cesar obtuvo esta idea en un viaje a Alemania y decidió replicarla en la localidad.
Camisas, vestidos, zapatos, bolsos, películas y hasta libros tienen en este espacio una segunda y hasta tercera oportunidad, y son adquiridos sin costo por quien lo necesite, sin importar el nivel socioeconómico.
Todo inició en el 2019, cuando luego de participar en diversos colectivos ecologistas, y de terminar su carrera en arquitectura, tomó conciencia de la cantidad de desperdicios que genera el actual sistema de economía.
“El proyecto nace de una iniciativa del cuidado del medio ambiente, todo lo que este en desuso puede utilizarse y en algún momento a no hay mas producción de cosas y ya no seguiremos gastando los recursos del planeta, por lo tanto, el daño el planeta se va reduciendo”, expuso.
Por ello, aunque a este lugar llegan personas sin hogar, migrantes y gente que no cuenta con la solvencia económica para adquirir algo que necesite, la meta principal es atraer a la gente de poder adquisitivo, para que esta no siga consumiendo en tiendas departamentales.
Sin embargo, a nadie que se conduzca con respecto y honestidad se le niega la entrada o el servicio a la GratisTienda, ubicada sobre la avenida Manuel Doblado, en el Centro Histórico de la Ciudad.
Para una mejor atención, las cosas que llegan a este sitio a través de aportaciones voluntarias de la gente, tienen diversas clasificaciones.
Algunas prendas y calzado que son lo que denominan “tercer uso”, así como libros o discos, entre otros objetos, pueden ser llevados por quien así lo deseé sin dar nada a cambio.
Otras prendas como vestidos de noche o ropa que se encuentra prácticamente nueva, es clasificada como material de intercambio, la gente puede llevarse algo a cambio de dejar otra cosa.
Pero el dinero a cambio de los objetos jamás es aceptado.
“Tenemos días en los que imponemos una cuota solidaria, para los gastos de aquí, pero nadie es obligado a pagarla”, señaló.
JUÁREZ: CIUDAD SOLIDARIA Y DE OPORTUNIDADES
Originario de Colombia, Tomás Flores de 32 años conoció a Julios César cuando vino a hacer sus estudios de Trabajo Social en la universidad. La casualidad e interés común en el bien social lo hizo coincidir en el desarrollo el proyecto.
“Me gusta la experiencia de la frontera, Yo vengo de Bogotá que es una ciudad capital, aquí esta la vida transfronteriza, la migración, la multiculturalidad, y quise aportar a este desarrollo, por eso me quedé”, relató.
Él es el único que trabaja en este sitio junto con Julio César. Este viernes, en medio de decenas de usuarios, se encargaba del registro de los asistentes, a quienes se les asigna un número con el cual es identificado al momento de regresar.
“Justo Juárez es una ciudad en la que todos somos migrantes, precisamente por una serie de fenómenos que se dan aquí, no hay punto más pertinente para hablar de ello que aquí, yo si le diría a las personas que piensen dos veces antes de emitir un juicio acerca de los migrantes”, declaró.
Lo anterior ya que, aunque siempre han recibido migrantes, estos últimos días el servicio de la GratisTienda ha sido un gran apoyo para los miles de venezolanos que han llegado a la localidad.
“Ellos son enviados aquí con una sudadera, unos pantalones y unos croc, y se sienten marcados por eso, y por eso lo primero que desean es un cambio de ropa”, comentó Julio César.
Las visitas en esta última semana han roto records, atendiendo hasta 250 personas diarias, en su mayoría personas migrantes.
En el caso de ellas, manifiesta que no alcanzan los artículos que se encuentran clasificados gratis, por lo que se les ha hecho una excepción y pueden llevarse también artículos clasificados como de intercambio.
MEJORAR EN NOMBRE DE UN MEJOR PLANETA
A lo largo de esto años, Julio César confesó, han aprendido en la marcha como mejorar el servicio del sitio, imponiendo los registros de personas, cámaras de vigilancia y una señalética diseñada y organizada por estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
“Hemos tenido algunas malas experiencias. Personas que vienen y dicen que son de la calle pero quieren llevarse una licuadora, por ejemplo. Gente que se ha metido a robar o que ha robado aquí adentro a otras personas que se encontraban escogiendo algo”, relató.
Esos problemas han ido solucionándose y actualmente el sitio es más seguro que nunca.
Antes de que pudieran colocar la tienda física, la GratisTienda ya funcionaba de manera virtual, en un espacio dentro de la plataforma Facebook, donde la gente ofrecía directamente aquellas cosas que ya no estaba usando.
Aun ahora ese grupo se mantiene, sólo que esta vez se enfoca sobre todo el muebles y aditamentos que por cuestiones de espacio no se encuentran dentro de la GratisTienda.
Julio César relata que también estuvieron abriendo diferentes puntos en la localidad ubicados en distintos lados llamados GratisTienditas, que eran una especie de extensión de la tienda.
De estas, en la actualidad, sólo quedan 3, una ubicada en la colonia El Campanario, otra más en Riberas del Bravo 7 y una sobre la avenida 16 de septiembre.
La gente, añadió Julio César, puede regresar a la tienda las veces que así lo deseé, pero siempre el límite de lo que puede llevarse son 5 objetos. Esto, añade, para darle oportunidad a otras personas cada día.
“El eje del proyecto es el consumo responsable, porque hay mucho consumismo en el mundo. Adquirimos cosas, nos endeudamos por cosas, que a veces ni siquiera usamos. En lo gratis se pone un límite para dar oportunidad de que otras personas puedan también adquirir algo”, explicó.
“Pero si vuelven cinco días a la semana, cinco días a la semana pueden llevarse cinco cosas”, añadió.
El deseo de Julio y de Tomás es que este proyecto se mantenga vigente, por medio del voluntariado y las aportaciones de las personas.
En relación a ello, explicó que actualmente lo que más se está solicitando es ropa y calzado para hombres, y dijo que, si alguien quiere aportar, puede hacerlo comunicándose a la GratisTienda, ya sea a través de su fanpage en Facebook o en el teléfono 6561-27-13-51.
Migrante: el hombre de ninguna parte
