Daniel CallejasA menos de un mes de confirmarse la victoria demócrata en Estados Unidos, la fórmula Joe Biden-Kamala Harris se consagrará como los mandatarios de una de las naciones más poderosas del mundo.
Desde el 7 de noviembre, ambos candidatos azules obtuvieron más de los 270 votos (de 538) del Colegio Electoral para declararse ganadores. Aquel día, Biden pronunció su discurso de triunfo y le siguió Harris. Kamala, en su discurso fue enérgica y proyectó el empoderamiento necesario para el futuro: “Soy la primera vicepresidenta de EU, pero no seré la última”.
El próximo 14 de diciembre los miembros del Colegio Electoral se reunirán en sus estados y votarán por el presidente y el vicepresidente. Y será el 6 de enero de 2021, después del recuento oficial de votos, que el nuevo Congreso anunciará el nombre del presidente electo.
Ahora bien, han pasado más de 10 días y muy poco se ha mencionado en múltiples espacios de la opinión pública sobre Kamala Harris, en el entendido que Joe Biden tiene el protagonismo de evitar la reelección de Donald Trump.
Joe Biden, lo que se viene
Pero Harris, desgraciadamente, no fue tema en cuanto se supo de su virtual triunfo. Reconozco que en la columna anterior no hice mención de Kamala, pero también sucedió en todos lados. Quizá es una muestra de lo que ha hecho el patriarcado en medios, en foros de discusión y en general con una sociedad que no reconoce los triunfos y logros de las mujeres. Incluso, no hemos visto el poder y significado de Harris en la política mundial.
Ahora más que nunca, Kamala Harris es la vicepresidenta que necesitaba Estados Unidos. Muchas personas se van con la salida fácil de decir que solo por ser mujer merecía un lugar en la cúpula alta del poder estadounidense. Pero no es solo eso, la doctora en Derecho tiene un gran historial de preparación.
Harris se desempeñó ocho años como fiscal adjunta de distrito en el Condado de Alameda, en su natal California, mientras que de 2011 a 2017 fue fiscal General de ese estado. Es sabido que es una mujer de color y la primera de origen asiático en ocupar este puesto. Kamala siempre ha hecho activismo a favor de las minorías.
También se conoce que es hija de una científica india, investigadora especializada en el cáncer de mama, y que ha destacado como activista de los derechos civiles, mientras que su padre es un economista de origen jamaiquino.
El T-MEC: ¿libre de extorsiones en la era Biden?
Harris contribuirá a que la política migratoria en Estados Unidos se vuelva más sutil a lo que estaban acostumbrados con Trump. Pero no quiere decir que se detengan las deportaciones, ni que se vaya a legalizar la migración, eso no pasará.
Hay que recordar que en mayo de este año, los presidentes de Estados Unidos, México y otros tres países de Centroamérica firmaron un acuerdo migratorio en el que se estipula que estas naciones debían detener las caravanas migrantes que intentan llegar a Estados Unidos, a cambio de apoyo económico.
Con los llamados Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por su siglas en inglés), México quedaba como “tercer país seguro”. Eso quiere decir que la mayoría de los solicitantes de asilo de países latinos, deben esperar en nuestro país mientras avanzan sus casos de inmigración en Estados Unidos.
Eso llevó a que Andrés Manuel López Obrador enviara tropas de la Guardia Nacional a la frontera de Chiapas, una especie de muro fronterizo, pero con militares.
La fórmula Biden-Harris, en especial Kamala, ha sido muy enfática en repudiar que la administración Trump separe familias completas en la frontera, de hecho hasta hubo niños que se quedaron sin sus padres, ya que fueron detenidos en centros de deportación.
Fue una promesa de campaña, pero Harris y Biden quieren erradicar los acuerdos de “tercer país seguro” con México, El Salvador, Guatemala y Honduras.
Si lo vemos por ese lado, confirmamos la teoría de que Kamala Harris es la vicepresidenta que Estados Unidos necesita, no solo para su país, sino con quienes conviven con la nación más poderosa del mundo.
