Rodrigo GutiérrezCon grandes avances en el combate a la pobreza y el desempleo, cumpliendo y quedando a deber al mismo tiempo importantes deudas con el trabajador, el sexenio de López Obrador palideció en materia de seguridad, los desaparecidos incrementaron, millones se quedaron sin acceso a la salud y el crecimiento económico muy lejos de lo prometido. Este es su legado:
Este 1 de octubre se acaba el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el primero –autonombrado– de izquierda en la historia de México. Como todos los sexenios, estuvo lleno de claroscuros: importantes logros, duros fracasos y enormes pendientes.
Es por eso que en FrojiMX realizamos un recuento, con datos oficiales, sobre los resultados del gobierno de López Obrador enfocándonos a tres rubros: seguridad, economía y combate a la pobreza.
Menos asesinatos, más desaparecidos
“Voy a conseguir la paz y voy a terminar con la guerra”, con esas palabras López Obrador aseguraba en campaña que terminaría con la violencia que azota el país desde 2006 y no lo logró, por lo menos no como él lo prometió.
Si bien los asesinatos han ido a la baja en un 11% e incluso la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes disminuyó en casi un 17% a lo largo del sexenio, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, sigue siendo alarmante que en México haya un promedio de 70 casos al día.
Este gobierno superó, por mucho, los asesinatos registrados en los dos gobiernos anteriores de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Aún sin saber los datos del último mes de la administración de López Obrador, la cifra de víctimas letales suma más de 157 mil casos.
A esto hay que agregar los más de 52 mil desaparecidos registrados en este sexenio, que significa el 45% del total de casos registrados desde 1952 por el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
En contraste del caso de los homicidios, en los desaparecidos las cifras han ido al alza, al pasar de 6 mil 770 reportes en todo el 2018 a 9 mil 268 de enero a septiembre de este año. Actualmente, el promedio diario de desaparecidos es de 34 casos, cuando a principios de año eran menos de 20.
Pese a esos datos, la percepción de la inseguridad en el país ha ido a la baja. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi): al inicio del sexenio el 75.9% de la población se sentía insegura, al final del gobierno de López Obrador es del 59.4%.
El legado de la militarización
A los datos hay que sumarle la realidad del país: la militarización.
Si bien fue el uso de las fuerzas armadas en las labores de seguridad pública lo que comenzó con la violencia desmedida en el país, el gobierno de López Obrador no sólo la ha mantenido, sino que la ha extendido como nunca.
Aunque durante su campaña aseguró que los militares regresarían a los cuarteles, lo cierto es que una vez ganó las elecciones echó para atrás esta posibilidad.
El presidente creó la Guardia Nacional como pieza clave para sacar a los soldados de las calles, sin embargo, esta nueva fuerza del orden se llenó de militares y marinos e incluso bajo las órdenes del Ejército ante la Constitución.
Sin mencionar las otras responsabilidades que López Obrador les ha dado: como la construcción y administración de aeropuertos, aerolíneas, trenes, puertos, aduanas y hasta bancos, con el manejo de miles de millones de pesos que eso representa.
Si la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, buscará revertir este legado militarista de su antecesor, será aún más difícil.
Menos pobres, menos acceso a la salud
“Por el bien de todos, primeros los pobres”, es la frase central ideológica del gobierno de López Obrador y los datos lo avalan como el gran logró de este sexenio.
Cuando comenzó su administración, el 41.9% de la población vivía en la pobreza, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Para 2020, la cifra aumentó a 43.9%, en gran medida a causa de la pandemia de covid-19. Sin embargo, en 2022, la última actualización de la dependencia en materia, el porcentaje bajó a 36.3%.
Así, durante el gobierno de López Obrador se sacó de la pobreza a casi 9 millones de mexicanos.
Lamentablemente, en el caso de la pobreza extrema no se puede decir lo mismo, ya que la cifra aumentó en alrededor de 400 mil personas.
El gran logró en materia de combate a la pobreza palidece frente al del acceso a la salud.
En 2018, sólo el 16.2% de la población sufría carencia de servicios de salud. Para 2022, el porcentaje incrementó al 39.1%.
Por lo que más de 30.3 millones de mexicanos perdieron el acceso a los servicios de salud durante este sexenio.
Un reflejo de esto ha sido, por ejemplo, las constantes movilizaciones y protestas de los familiares y pacientes con cáncer –particularmente niños– por no tener acceso a sus tratamientos.
Y esto fuera poco, basta con ingresar a las redes sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para ver las constantes quejas por las carencias en el servicio.
Economía: menos en lo macro, más en lo micro
La economía es uno de los temas que más contrastes muestra en el sexenio de López Obrador.
Si se habla en el tema de la macroeconomía, el gobierno lopezobradorista las tiene de perder.
Aunque el presidente prometió en campaña crecimientos anuales del Producto Interno Bruto (PIB) de al menos cuatro puntos porcentuales y al final de su gobierno de seis, no lo consiguió.
Apenas en su primer año la economía decreció 0.3%, luego vino la pandemia y cayó 8.3%, para los siguientes años se recuperó: 4.8% en 2021, 3.9% en 2022 y 3.2% en 2023, de acuerdo con datos del Inegi.
Para este año, el Banco de México (Banxico) tiene pronosticado un incremento de apenas el 1.9%. Datos muy lejos de lo prometido por López Obrador.
Lo mismo en el caso de la inflación: la recibió con un 4.8%, llegó hasta los 8,7% en 2022 y actualmente se encuentra en 4.9%. Prácticamente lo mismo.
En contraste, el empleo en México se encuentra en su tasa de desocupación más baja, de apenas 2.7%.
Mientras que el salario mínimo creció como nunca al pasar de los 88.36 pesos al día en 2018 a los 248.93 pesos diarios este año. Lo que significa un incremento del 181.7%.
Además, durante este sexenio se incrementaron las vacaciones de los trabajadores, pero también se ha detenido la reforma para reducir las horas laborales de 48 a 40 horas semanales.
López Obrador pudo cerrar su gobierno con una disminución histórica en el tipo de cambio del dólar.
Cuando él llegó a Palacio Nacional, la moneda estadounidense se vendía en 20 pesos y llegó a venderse en más de 23 pesos durante la pandemia, sin embargo, desde finales del 2022 fue cayendo hasta llegar a los 16 pesos a principios de este año.
Sin embargo, tras las elecciones que le dieron el triunfo a Claudia Sheinbaum, así como la mayoría en el Congreso a Morena y sus aliados, las reformas constitucionales que el presidente mandó al legislativo, como la del Poder Judicial y la eliminación de órganos autónomos, provocaron incertidumbre en el mercado.
Fue así que el dólar se disparó y volvió a cotizarse en los 20 pesos por unidad, perdiéndose todo el terreno ganado durante meses. Si bien, por primera vez no hay una devaluación de la moneda nacional frente a la divisa estadounidense, el escenario pudo ser mucho mejor.
Así es como Claudia Sheinbaum recibirá al México de López Obrador y lo hará con todo el poder de la mayoría de ambas cámaras en el Congreso, ¿cuál será su legado del que estaremos hablando en seis años?
