Eran las 8 de la mañana y Victoria tenía mucho frío en las piernas ese día. Ni la falda tableada ni las calcetas largas alcanzaban a cubrirle las rodillas y se le había olvidado su saco en casa. Temblaba y, sin embargo, no le importaba en lo más mínimo. Toda su atención estaba volcada en el alto hombre vestido de traje que estaba al frente del salón de clases, junto a su maestra de filosofía. Parecía un poco perdido, y mientras todos sus compañeros cuchicheaban alrededor, la chica permaneció en silencio sin poder quitarle la vista de encima. Cada detalle, … Sigue leyendo Lux Fero
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