El presidente Andrés Manuel López Obrador ya dijo que no puede quedarse callado ante posibles fraudes electorales, es por eso que avaló la decisión de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE) para investigar a los candidatos a la gubernatura de Nuevo León, el priista Adrián de la Garza y Samuel García de Movimiento Ciudadano.

Bajo el pretexto de que López Obrador ha luchado siempre por la democracia y que es la voz de quienes no pueden enfrentar a las instituciones, el presidente rompió cualquier regla: se metió al proceso electoral.

Ambos candidatos son punteros en las encuestas en aquella entidad, le sigue de cerca Clara Luz Flores —la candidata con gustos compartidos con NXIVM—, por lo que parece que se usaron todos los recursos para derrotar, contra la democracia, a De la Garza y a García.

Recurrir a la fiscalía para que haga estos atropellos es sumamente desesperado por parte de Morena. ¿A qué le temen si dicen que tienen todas las de ganar en todo el país? Sea la FEDE, la FGR o cualquier aparato del Estado, el poder Ejecutivo se está metiendo donde no debe en tanto no puede manipular a su antojo al Instituto Nacional Electoral.

Sí, al INE, con autonomía y reglas claras que precisamente ya abrió una investigación hacia ambos contendientes por rebasar al tope de gastos (De la Garza), y al límite de aportaciones (Samuel García), de acuerdo con el último reporte de fiscalización del organismo electoral federal.

Y al candidato priista se le suma que el Verde presentó pruebas con fotografías tomadas a diversos folletos, en los cuales aparece promocionando una tarjeta bancaria del programa “Por Ti Mujer Fuerte” y “Por Ti Joven Fuerte”, que ofrecen un apoyo económico de mil 500 pesos bimestrales; procedimiento que coincide con el de la FGR por supuesta compra y coacción de voto. Algo ilegal, pues.

Ahora que el INE sigue haciendo su trabajo con la investigación antes mencionada, ¿López Obrador los reconocerá por hacer cumplir la ley? Digo, ahora le están “pegando” a la oposición en Nuevo León, donde Clara Luz Flores no tiene más que la ilusión.

Y es que nadie olvida que hace menos de un mes, el instituto que preside Lorenzo Córdova fue tachado de enemigo por negarle el registro a Félix Salgado Macedonio para el gobierno de Guerrero, y a Raúl Morón para el de Michoacán.

Los motivos los sabemos: No reportaron gastos de campaña y se armó una batalla mediática entre el INE y el presidente, cuando el instituto solo estaba haciendo cumplir la ley. Evidentemente no esperamos que se hagan amigos Córdova y López Obrador.

Ya se lo pidió la oposición: Presidente, saque las manos del proceso electoral, no es el árbitro, más bien parece que hace campaña rumbo la consulta por la revocación de mandato en 2022 que usted mismo propuso.

Suponiendo sin conceder

¿Será que este enfrentamiento de López Obrador contra los candidatos de Nuevo León, es una cortina de humo para olvidarnos del colapso de la Línea 12 del Metro? Para qué gastar 20 millones de pesos en un peritaje, si ya sabemos que la desgracia ocurrida en Tláhuac fue culpa de la negligencia y corrupción.

Lo peor, ya tienen preparado un “chivo expiatorio”: Miguel Ángel Mancera, exjefe de Gobierno, quien está a nada de perder su fuero. El detalle es que… ¿a quién están protegiendo?