Rodrigo GutiérrezEn una entidad donde el 77% de la población no cuentan con automóvil propio, como lo señalan el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés) y la asociación civil El Poder del Consumidor, el uso del transporte público es imprescindible.
Los altos costos, la inseguridad constante y la ineficiencia tanto de los operadores, como de las unidades y las rutas, ha convertido al traslado a través del servicio público de transporte en el Estado de México en todo un suplicio.
Esta es la primera de tres partes en las que Froji expone la situación en cuestión.
Ineficiencia: choferes imprudentes, rutas ausentes y carencia de alternativas
Era mayo del 2016, Antonio partió desde muy temprano, como todos los días, del norte del Valle de México, en la entidad mexiquense, hacía su trabajo en la capital del país.
La primera parte de su travesía laboral comenzaba tomando una combi del transporte público de la Ruta 5 con destino al Toreo, como se le conoce al Metro Cuatro Caminos, estación terminal de la línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo (STC), en las áreas limítrofes entre el Estado y la Ciudad de México.
Antonio tenía que tomar más de un transporte para llegar a su destino, ya que en la entidad, existe una escasa planeación y pluralidad en las rutas, sobre todo las que transitan en la Zona Metropolitana, de acuerdo con el estudio “Estado de México: Movilidad 2025”, realizado por el Centro de Transporte Sustentable (CTS), 63% de los mexiquenses ocupa de dos a cuatro transportes en sus recorridos, en tanto, 31% emplea cinco o más.
El mismo estudio señala que un usuario con un recorrido normal, casa-trabajo-casa, puede tardar en el tráfico aproximadamente cuatro horas de su día, lo cual representa una pérdida diaria de 30 millones de pesos en traslados a la Ciudad de México debido a 1.5 millones horas-hombre desperdiciadas.
El viaje transcurría normal mientras recorría Periférico Norte, en el municipio de Naucalpan, incluso la vagoneta ya iba llena por lo que el viaje sería más rápido. Sin embargo, a la altura de Ciudad Satélite, una camioneta blanca chocó contra la combi en la que viajaba Antonio.
El vehículo de transporte público se volcó, provocando lesiones en 10 de los pasajeros y la muerte de uno más, al salir disparado del automóvil: el fallecido era Antonio.
El hombre de 40 años tenía dos niños pequeños, quienes no sólo quedaron huérfanos, sino que perdieron al principal sustento económico de su familia.
Por si fuera poco, el seguro de la Ruta 5, ni el de la conductora involucrada en el accidente, se han hecho cargo de los daños, cuando la indemnización por la muerte de una persona originada por el transporte público se ubica en 5 mil días de salario mínimo, lo que equivale a 370 mil pesos.
Como en el caso de Antonio, uno de los principales problemas que sufren los mexiquenses durante sus andares por las principales vías del estado, es la negligencia de los operadores de las diferentes unidades de transporte.
Los choferes bajan y suben pasaje donde quieren pese a que las paradas están claramente definidas, además, muchos de ellos violan continuamente el reglamento de tránsito, arriesgando así tanto la integridad de los pasajeros, como de los demás automóviles y de la unidad misma.
De acuerdo a la Secretaria de Movilidad (Semovi) del Estado de México, en 2014, se registraron 72 accidentes relacionados con unidades del transporte público; en 2015 la cifra aumentó a 124 y hasta agosto del 2016 se reportaron 155 casos.
Durante los tres años mencionados, mil 100 personas resultaron heridas por dichos percances, ya sea choques, volcaduras o al ser atropellados por transportistas. De dicha cifra, 114 lesionados sucedieron en 2014, 418 en 2015 y 568 en 2016, lo que significa un aumento del casi 500%.
Además, en poco más de un año, la Policía Estatal detuvo a 4 mil 848 chóferes de transporte público por robo en la entidad, más 11 mil 354 operadores sancionados, desde febrero de 2015, de los cuales 3 mil 176 cometieron delitos contra la salud y mil 441 portaban armas de fuego.
Mientras, la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana señaló que 187 unidades han sido detenidas por rebasar los límites de contaminación y por no respetar el Hoy No Circula. De igual manera, en un operativo realizado en Avenida Gustavo Baz, una de las principales arterias de la entidad, el Gobernador, Eruviel Ávila, aseguró que 566 vehículos de transporte público han sido detenidas por la Secretaría del Medio Ambiente por violar la normatividad ecológica.
Asimismo, la Semovi mexiquense envió, en tan sólo 13 meses, a mil 207 unidades al corralón, de las cuales mil 162 fueron por no contar con concesión, placas o porque el conductor no tenía licencia para conducir, cabe mencionar que en este último caso no se indicó las acciones tomadas por las autoridades para evitar el regreso a las calles de los implicados como prestadores de servicio público de pasajeros.
Cuando no cuentas con los ingresos económicos necesarios para un automóvil propio, el transporte público es tú única opción pues las alternativas de movilidad son prácticamente nulas.
El Mexibús, un sistema de Autobús de Transporte Rápido (BRT, por sus siglas en inglés), únicamente cuenta con tres líneas y una cuarta en progreso, todas ellas en el área metropolitana aledaña a la Ciudad de México.
En tanto, el teleférico Mexicable, únicamente recorre siete estaciones en 4.8 kilómetros dentro de uno solo de los 125 municipios del estado, Ecatepec.
Mientras, el escaso sistema de ciclopista en el estado hace peligroso el uso de este transporte. El Observatorio Nacional de Lesiones y el Secretariado Técnico Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (STCONAPRA), afirma que de 2009 a 2013, mil 871 bicicletas estuvieron involucradas en accidentes automovilísticos, de los cuales 74 ciclistas fallecieron.
Al respecto, el exsecretario de Movilidad mexiquense, Isidro Pastor, aseguró que la calidad del transporte público “desafortunadamente es deficiente” pues “el gobierno ha mantenido una excesiva complacencia hacia los transportistas”.
En entrevista, Pastor Medrano, quien fungió en la administración de Erivuel Ávila desde 2011 hasta enero de este año, señaló que existen muchas anomalías en unidades y operadores del servicio de transporte: “existe mucho transporte irregular o ilegal (pirata)”.
“Hay choferes que no cuentan con licencia de conducir o algunos que manejan bajo la influencia de una droga, los cuales son pocos, pero sí existe ese problema […] lo grave es en la forma de conducirse, pues son pocos respetuosos con los usuarios”, aseveró el exfuncionario.
Para Isidro Pastor “en la planeación (de rutas y concesiones) no se previó el aumento de población, por lo que existe una sobreoferta del servicio”.
Sin embargo, dijo que el problema no es únicamente por parte de los prestadores del servicio, sino también de los ciudadanos: “los usuarios quieren que el transporte público pase en la puerta de su casa, no estamos acostumbrados a caminar y hacemos la parada a los camiones donde se nos ocurra y queremos que ahí se paran, a esto se le complementa la complicidad del chofer quien, al no respetar a los señalamientos, hace la parada donde no debe de hacer”.
