Columna Rota: Ximena fue depositada en la fosa común; sus padres ya la buscaban

21 diciembre, 2018

El 10 de mayo de 2018, Erika Aranda le mando un mensaje a Ximena, su hija mayor, quien a pesar de su corta edad acaba de iniciar una relación de pareja con Juan Carlos.

Ximena le contestó el mensaje felicitándola por el día de las madres ese fue el último contacto que tuvo con su mamá.

Ximena Sánchez Aranda nació el 2 de diciembre de 2001, era la hija mayor de Juan David y Erika, quienes la adoraban.

Desde pequeña fue una niña muy cariñosa, estudiaba segundo semestre de preparatoria en Melchor Ocampo, Estado de México. De facciones finas, ojos enormes y dulces, Ximena no inspiraba otra cosa que ternura.

El 21 de abril de 2018, Ximena le hizo saber a su mamá que pronto sería abuela, estaba embarazada de su pareja Juan Carlos.

“Estaba feliz, muy emocionada de saber que su amor por Juan Carlos ahora sería completado con la llegada de un bebé, todavía le dije hay que confirmarlo en eso quedamos, ya jamás lo hicimos”, comenta Erika.

Ximena se enamoró de Juan Carlos, tenía 16 años y abierta como era habló con sus padres para hacerles saber que se iría a vivir con él.

Ante el cuestionamiento que seguramente usted se está haciendo al leer estas líneas, pregunté a Erika, ¿por qué permitió que se fueran tan pequeña?: “Frida, si no la dejaba se iba a ir, no podía tenerla encerrada para siempre, preferimos su papá y yo saber con quién y dónde estaría, en febrero de este año se fue, bien y eso nos ayudaba a saberla tranquila”.

El 10 de mayo, luego de ese último mensaje, Erika empezó a inquietarse, algo en su corazón de madre le decía que algo no estaba bien. La jovencita dejó de comunicarse el 15 de mayo.

“Ese día le mande mensajes por Facebook y WhatsApp, todo el día y no me contestó, me trasladé a Zumpango, que era dónde vivía, busqué a Juan Carlos y el solo me hizo saber que mi pequeña se había salido de la casa, no supimos más de ella”.

Los padres intentaron buscarla con amigos y vecinos, se trasladaron a Zumpango a poner la denuncia por desaparición, se las negaron: “Nos dijeron que teníamos que llevar una acta de nacimiento certificada, en lo que nos entregaron el documento ya habían pasado casi 15 días, cuando la llevamos nos pedían la dirección exacta de su casa, sabía llegar pero no la dirección con código postal y todo, finalmente la denuncia por extravío nos la ponen a principios del mes de julio”.

La angustia se apoderaba de los padres de Ximena: “Por más que intentas dormir, estar bien, no puedes, todo el tiempo estás pensando en ella, si está bien, si la están maltratando, si está sufriendo, es el infierno”.

Algo inesperado sucedió, según relata Erika: “En agosto de 2018, un comandante que nada tenía que ver con el tema de desaparición me vio tan desesperada que me escuchó largamente, después tranquilamente me dijo que haría todo por ayudarme a ver qué estaba pasando con la carpeta de mi niña”.

Continuó: “Fue cuando nos mandaron a Barrientos, en Tlalnepantla, yo no entendía porque y para qué, alguien que ni siquiera conozco su nombre me dijo, que todo indicaba que mi hija estaba muerta, pero que tenían que verificar si estaba en el SEMEFO, o en la fosa común, que había tres mujeres en SEMEFO y tres más en la fosa común, con las mismas características que mi pequeña. Se me cayó el mundo”.

Finalmente, luego de una serie de pruebas, de mostrarles fotografías, supieron que Ximena había sido depositada en una fosa común, su cuerpo fue encontrado el 16 de mayo y en julio la inhumaron.

El 4 de noviembre, recibí el siguiente mensaje. “Mi hija desapareció en mayo de 2018, pero recién nos enteramos ella está en una fosa común Ya está plenamente identificada pero resulta que la Ministerio Publicó de la Fiscalía de Tlalnepantla de feminicidios, nos dijo que un juez no otorgó la exhumación del cuerpo de mi hija”.

Era Juan David, quien desesperado me hizo saber todo el infierno que tuvieron que pasar desde el momento en que les negaron poner su denuncia, darles la cédula de búsqueda y como sin sentimiento alguno les hicieron saber que al estar su hija en la fosa común tendrían que esperar de 7 a 10 años para ver si se las regresaban, pero eso no fue lo más doloroso.

“Fuimos al panteón de San Lorenzo en Zumpango, donde supuestamente estaba mi hijita, al llegar no había algún señalamiento que nos indicara que ahí estuviera alguna desconocida, la tierra estaba revuelta y una persona que se encontraba ahí nos preguntó, qué por qué estábamos en ese lugar, le dijimos que ahí estaba nuestra hija, en eso vimos un pedazo de huesito, me derrumbe de pensar que podían ser de mi niña”.

Luego de que me buscaran estos afligidos padres, me comuniqué de inmediato con la maestra Dylcia Samantha García Espinoza, subprocuradora de Género del Estado de México.

Luego de la apertura que hemos tenido entre las víctimas y la Fiscalía General, haciéndole saber la situación, le pedí por favor ayudará a estos padres a recuperar a su hija, era en ese momento la petición inmediata, la titular me hizo saber que lo veían de inmediato.

El pasado 26 de noviembre se reunió con los padres de Ximena, el juez otorgó la exhumación y contenta Erika me llamó_ “Frida, ya nos van a regresar a mi pequeña, te aviso cuando para que nos acompañes”.

El 12 de diciembre de 2018, a las diez de la mañana llegamos al panteón de Melchor Ocampo, una hora después llego la Ministerio Publico Nancy Negrete, soberbia, altanera ni siquiera miró a los padres de Xime, fueron dos horas y media de dolor, enojo, impotencia.

Ese día, luego del viacrucis para que regresara Ximena, la sepultamos en el lugar donde sus padres le dieron la vida, en Melchor Ocampo, la alegría de sus padres es paradójica, sin embargo, entendible, las insensibles personas que les dijeron que en 10 años, sorprendidas tuvieron que tragarse sus maltratos ante el respaldado que ya tenían Juan y Erika.

Del asesino o los asesinos no se sabe nada aún, vamos por pasos, ahora para apoyar a los padres de Ximena, para que las autoridades hagan la investigación correcta y den con quien les arrancó a su pequeña embarazada de un bebé que jamás conocerán.

Y nuevamente, antes de que te atrevas a responsabilizar a Ximena, o a sus padres, piensa que los o el responsable están libres, gozando de la impunidad y qué tal vez tu hija, hermana, sobrina, pueden ser las próximas víctimas de estos asesinos, así que callemos, responsabilicemos a esas autoridades a las que las mujeres o niñas que encuentran sin identidad les valen madre, y que sin remordimiento como si fueran carpetas las depositan en las fosas antes de iniciar la búsqueda de sus familias, que están viviendo en el infierno al desconocer, dónde están.

Es el segundo caso que me toca acompañar para que una familia tenga el cuerpo de su hija de vuelta, el primero fue el de Karina Reyes Crescencio en Oaxaca, depositada en una fosa común en Puebla en 2016. Hoy Ximena. Y la zozobra es ¿Cuántas Karinas y Ximenas, están en la misma situación?

Debemos entender que el mundo de una familia que tiene a quien ama desaparecida se derrumba, que es un constante infierno, es como si quisieras retener el aliento y no puedes, la noche se vuelve día. Las autoridades deben empezar a compartir esa información de todas aquellas personas que terminan en una fosa común y que tal vez su familia está buscando.

Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.

@FridaGuerrera

fridaguerrera@gmail.com

Comments

comments

ANTERIOR

Ve

Siguiente

¿Teletón en crisis?: Televisa rompe récord de donativos en 2018

ÚLTIMA ENTRADA

frojiMXTop

Don't Miss