Rodrigo GutiérrezLa pandemia de coronavirus no sólo ha afectado la salud de los mexicanos, sino también sus bolsillos, empresarios y trabajadores se encuentran a la deriva ante la inacción del gobierno federal
Los efectos de la pandemia de coronavirus (covid-19) apenas comienzan a hacer estragos en México, primero la salud, luego la economía, los bolsillos de los mexicanos.
La preocupación en materia económica ante el virus se consolidó el 31 de marzo pasado cuando el Consejo de Salubridad General declaró una emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor ante la pandemia.
Desde entonces, empresarios y trabajadores quedaron en la deriva, luego que se tomaran medidas extraordinarias como la suspensión, de al menos un mes, de las actividades no esenciales en los sectores público, privado y social.
Esto significó el paro de gran parte de la actividad económica en el país, pero también la incertidumbre para empresarios y trabajadores, pues la suspensión de actividades significa nulos ingresos para las empresas y por ende una situación de riesgo para los patrones, así como el tambaleo de los salarios de los trabajadores.
Ante este escenario, el gobierno federal llamó a los empresarios a pagar los salarios completos a los trabajadores, aunque estén paradas las actividades, así como a no despedir empleados.
Incluso, la secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS), Luisa María Alcalde, aseguró que no hay fundamento legal para despedir a empleados ante la pandemia de coronavirus, tampoco dejarles de pagar o reducir el salario de los trabajadores.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, durante la conferencia en la que se anunció la emergencia sanitaria, que las empresas que intenten pagarle menos a sus trabajadores se enfrentará a un proceso legal que va a perder, calificando como un suicidio a quien lo haga.
Pero, ¿el gobierno federal tiene razón?
La Ley Federal del Trabajo dice que ante una declaración de contingencia sanitaria, el patrón está obligado a suspender la relación laboral de forma temporal con sus trabajadores y pagar una indemnización equivalente a un día de salario mínimo por cada día que dure la contingencia.
El problema radica en que el Consejo de Salubridad General no declaró contingencia sanitaria, sino emergencia sanitaria, lo que genera confusión en la ley.
Luis Monsalvo, académico del departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana (Ibero) y socio director de Monsalvo Abogados, en entrevista, dice que cambiar la palabra de contingencia a emergencia genera una ambigüedad en la ley, argumento con el que el gobierno federal busca evitar el pago de sólo salarios mínimos.
“La gente pregunta ¿emergencia sanitaria por causas de fuerza mayor es lo mismo que la declaración de contingencia sanitaria? la respuesta es, en perspectiva del gobierno federal, no y lo hicieron plenamente conscientes de ello, para que lo empleadores no paguen solo el salario mínimo por un mes”, explica Monsalvo.
Por su parte, Jorge Sales Boyoli, socio director del despacho Sales Boyoli y presidente del Comité de Derecho Laboral de la Asociación Nacional de Abogados de Empresas, también en entrevista, sostiene que, más allá de la palabra contingencia o emergencia, el hecho es que es una declaración de contingencia para todos los efectos legales.
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“Si creo que el gobierno se cuidó de no utilizar la palabra textual que establece la Ley Federal del Trabajo, pero me parece que esa estrategia es muy pobre desde el punto de vista jurídico[…]se cumplen con todas las condiciones de la contingencia sanitaria más allá de cómo la quiera denominar el gobierno”, sentencia Sales Boyoli.
Por otra parte, Ley Federal del Trabajo también hace referencia a la suspensión laboral por causas de fuerza mayor, como fue catalogada la emergencia sanitaria. Detalla que el empresario dará aviso de la suspensión de labores a la junta de conciliación, quien fijará una indemnización que deba pagarse a los trabajadores.
El problema, debido a la misma emergencia sanitaria, actualmente los juzgados y las juntas de conciliación están cerradas.
“Esta es otra salida que la misma ley prevé y que la autoridad, al inventar esta definición de emergencia sanitaria por causas de fuerza mayor, abrió la caja de pandora”, dice Sales Boyoli.
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A este problema hay que sumar el nulo apoyo del gobierno federal al sector empresarial, a quien, en contraste, le piden total solidaridad para pagar salarios completos a sus trabajadores.
Andrés Manuel López Obrador ha negado a otorgar beneficios fiscales a las empresas ante la emergencia, como lo han hecho otros países del mundo.
La postura se entendería si las empresas trasnacionales predominarán en la creación de fuerza laboral del país, sin embargo, las medianas y pequeñas empresa representan el 72% del empleo formal en México, de acuerdo con datos del Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
“Su posición es: tienes que estar en tu casa y recibir el salario íntegro. Está bien si piensas en las grandes empresas, pero debes considerar que en México el 80% de la fuerza empresarial son medianos y pequeños empresarios, ellos tienen que cargar el costo de no vender, no producir, no comercializar, pero sí de pagar salarios enteros”, sentencia Monsalvo.
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Durante un “informe de gobierno” presentado este domingo en Palacio Nacional, el presidente presentó una serie de medidas económicas para hacer frente a la “crisis temporal” por la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, dichas acciones, fueron en su mayoría al sector público y a los proyectos y programas sociales del Plan Nacional de Desarrollo, como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida y la reactivación de Pemex, así como una serie de créditos como las “Tandas para el bienestar”, en el Infonavit y Fovissste.
Sin un ajuste real a su estrategia económica, López Obrador prevé en nueve meses la creación de 2 millones de nuevos empleos, cuando, durante todo el 2019 -y sin crisis por la pandemia de coronavirus- se crearon 342 mil 77 empleos, de acuerdo con datos del IMSS y, según el Inegi, la tendencia de desempleo ha ido al alza desde que Andrés Manuel tomó posesión.
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“El Programa Emergente para el Bienestar y el Empleo que expondré a ustedes se inscribe básicamente en los postulados del Plan Nacional de Desarrollo que hemos venido aplicando desde el inicio del gobierno”, dijo Andrés Manuel en Palacio Nacional.
Todo esto en un contexto en el cual la recesión económica es prácticamente un hecho y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) pronostica una decrecimiento de hasta el 3.9%.
