Claudia Sheinbaum presentó su primera declaración patrimonial como presidenta de México, sin embargo, esta cuenta con una serie de irregularidades en comparación con las que entregó cuando fue jefa de gobierno de la Ciudad de México
Un documento de siete páginas, marcado con el folio 20241129155816005120271247 y fechado con el 29 de noviembre del 2024 contiene la declaración patrimonial inicial de la presidenta Claudia Sheinbaum, la primera de su sexenio.
Apegada a la bandera de la austeridad republicana pregonada por su antecesor, la mandataria mexicana sólo reportó ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) un par de propiedades: un modesto departamento y un humilde vehículo.
Se trata de un inmueble de 88 metros cuadrados de extensión que la presidenta compró a crédito por 275 mil pesos. Este departamento se sumó a su patrimonio el 3 de diciembre de 1999, cuándo Sheinbaum trabajaba como asesora en la delegación –ahora alcaldía- Tlalpan.
En cuanto al automóvil es un Chevrolet Aveo que la mandataria compró al contado por 164 mil 900 pesos. El vehículo lo adquirió el 15 de octubre del 2012, durante su paso como investigadora en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En primera instancia la declaración patrimonial de Claudia Sheinbaum no muestra sorpresa alguna, sin embargo, evidencia una serie de irregularidades que la hoy presidenta cometió cuando era jefa de gobierno de la Ciudad de México.
El depa y auto de Sheinbaum… ¡fantasmas!
Si bien esta es la primera declaración patrimonial de Sheinbaum, no es la primera que presenta como funcionaria pública. Durante su paso por la jefatura de gobierno también se vio obligada a dar muestras de su patrimonio ante la Secretaría de la Contraloría General capitalina.
En las cuatro versiones del patrimonio que la entonces jefa de gobierno dijo tener, entre 2021 y 2023, en ninguna incluyó bienes inmuebles, ni vehículo alguno. En cada uno de estos rubros, Sheinbaum Pardo escribió la leyenda “ninguno”.
Cómo es posible, entonces, que la presidenta reporte hoy propiedades que adquirió hace décadas, pero que no mencionó en su declaración patrimonial de hace un par de años. ¿Las olvidó o decidió no incluirlas deliberadamente?
Sea como sea, el artículo 60 de la Ley de Responsabilidades Administrativas de la Ciudad de México considera una “falta administrativa grave” quien no cumpla con “la veracidad en la presentación de las declaraciones de situación patrimonial o de intereses”.
La misma legislación, en su artículo 78, señala que la sanción por cometer una “falta administrativa grave” va desde la suspensión o destitución del cargo, una sanción económica y hasta una inhabilitación temporal en el servicio público.
Por su parte, el artículo 74 de la ley precisa que la prescripción de las faltas administrativas graves es de siete años a partir del día siguiente al que se hubieren cometido las infracciones.
Más sobre el patrimonio de Sheinbaum… y de su esposo
Las irregularidades de la primera declaración patrimonial de Claudia Sheinbaum se suma a las de su esposo, Jesús María Tarriba Unger, cuyo contenido de su patrimonio fue reservado como confidencial por el Banco de México (Banxico), órgano autónomo que en el que trabaja desde 2017.
A esto hay que agregar, además, los contratos gubernamentales y apoyos sociales que han recibido las dos empresas de Claudia Sheinbaum, Sintacrom de México y Eli Cami y Compañía.