Fabiola Palomo González nació el 19 de septiembre de 1980, tenía una hermana, María Esperanza, un medio hermano con el que casi no convivían, ambas niñas estudiaron en un internado de monjas, eran muy unidas, un par de pequeñas que vivían infinidad de cosas que les hicieron padecer diferentes consecuencias emocionales, que las hacían ver ante el resto como diferentes.
“A mí me hacía menos, era muy hiriente con sus palabras, pero era una mujer muy sensible, además estaba enferma, no era algo que ella quisiera decir o hacer”, me cuenta Mari.
Fabi sí estaba enferma, fue diagnosticada con un trastorno de la personalidad, nada que no fuera tratable medicamente, ella era una mujer muy funcional, tenía trabajo, se cuidaba sola.
El 1 de octubre de 2018 hice contacto con María Esperanza, hermana mayor de Fabiola, luego de que una de sus primas me buscará vía redes sociales, la voz del otro lado del teléfono como muchas que he escuchado de familias desechas y con el corazón desgarrado, estaba llena de dudas, no sabía qué hacer, como pude fui dando guía, horas después dos abogadas se acercaron a Mari para otorgar su apoyo y tratar de hacer lo posible para que las autoridades no manejaran el asunto sin respetar el protocolo de feminicidio.
Finalmente, luego del funeral, y dejar que pasaran unos días para que las abogadas lograran que se reclasificará el caso como feminicidio hable con Mari, el 7 de noviembre de 2018, así empezaron los recuerdos.
“Mi hermana vivía en casa de mi padre en Campeche, él le dio permiso de vivir ahí porque ella estudiaba una maestría en turismo, hace como 6 o 7 años, conoció a Ricardo. Él era su enamorado, mi padre sabía que existía, pero él no daba la cara, Fabiola vivía sola, cuando mi padre fue a verla le llamaron y le dijeron. Su hija tiene problemas emocionales”
Su padre la trataba medicamente, después se enteraron de que estaba embarazada, por el mismo problema de personalidad que tenía no decía mucho de su vida, “entonces la fui a ver, ella no quería decirme quién era él, estaba hermética en hacerlo”.
Su hermana jamás conoció al señor, hasta después de que nació el pequeño, la joven madre no quiso apoyo de nadie, ante esto el padre molestó le indicó: “Entonces dile a Ricardo que te lleve y ponga una casa para ti”.
La familia ignoraba que Ricardo era casado, después se enteraron, por eso él no podía vivir con ella, “tenían problemas, sin embargo, ella no quería que nos enteráramos, Fabi no aceptaba ayuda de nosotros, sobre todo la mía, cuando nació el bebé todo se empezó a medio arreglar, Ricardo ya se dejaba ver más, ya iba a la casa, de repente él y ella empezaron a tener problemas e iniciaron la pelea de la patria potestad y pensión alimenticia, constantemente tenían disgustos, ella caía en depresiones constantes que el aprovechaba y se llevó al niño, sin embargo, cuando ella se sintió mejor, intentó recuperar al bebé”.
Fabi no tenía trabajo, se le complicaba conseguirlo, Ricardo era político y le obstaculizaba encontrar trabajo, en cada espacio de empleo al que ella acudía, él estropeaba sus planes.
El 28 de septiembre de 2018, la tía de Fabi, quien era su vecina y se encargaba de hacerles saber que la joven se encontraba bien, además de que era la intermediaria para que la hermana de Fabiola le hiciera llegar ayuda, esa noche le hizo una llamada a Mari, a las diez de la noche para notificarle que dos hombres habían entrado a casa y se empezaron a escuchar gritos de Fabiola, la tía entró en shock y no hizo nada, es cuando desde Mérida su hermana llama al 911, quien le enlaza la llamada a la policía de Campeche, la autoridad se trasladó al lugar, minutos después desesperada Mari se comunica con los elementos de seguridad que habían acudido, quienes le indicaron le llamará a su tía, fue quien le notificó que habían matado a Fabiola.
Fabi fue encontrada en el baño sin vida, había sido asesinada a golpes, tenía golpes muy fuertes en el rostro, de la frente a la nariz las tenía completamente destruidas, la mandíbula estaba fracturada. Mari se trasladó desde Mérida lo más rápido posible a la Fiscalía, donde le hicieron saber que “había sido un accidente, no es posible que me digan eso si yo misma les notifiqué que habían entrado dos hombres, el fiscal me hizo saber ella se había caído sola, el piso es antiderrapante, el suelo estaba seco, el fiscal después me indicó que era suicidio, quién se suicida a golpes, por qué pidió apoyo si los suicidas no gritan por auxilio”.
El caso se había tipificado como accidente o suicidio, los vecinos no quieren cooperar, ahorita ya está siendo investigado como feminicidio, luego de la intervención de las dos abogadas que apoyan a la familia.
No pudieron haberla asesinado por robo, no pudo ser un accidente, tampoco un suicidio.
“Fabi vivía encerrada le daba mucho miedo que la puerta estuviera abierta, cuando la policía llegó la puerta estaba abierta, ella jamás la hubiera dejado así”, me expresa Mari.
La familia de Fabiola busca la verdad, un mes antes intentaron llevarla a internar, sin embargo, ella no lo permitió quería recuperar a su hijo, su vida, por lo que no lo consintió, al mes la asesinaron.
“Fabi quería irse a Veracruz, yo tenía miedo por como esta de peligroso, le decía a mi papá que mejor al ver que no se dejaba ayudar la dejara en Campeche porque ahí la gente era muy buena, y mira la asesinaron”.
La joven mujer estaba enferma, su familia siempre intentaba salvarla, ayudarla, como a cualquier persona enferma de diabetes, o cáncer, ella no buscó que la asesinaran, ni tampoco se suicidó.
“No estoy buscando culpables, ni siquiera puedo señalar a algún culpable, porque no sé qué sucedió ahí, lo que sí sé es que ella fue asesinada”.
Solo algunos medios de comunicación locales dieron a conocer la noticia como un accidente, o robo. Ningún medio nacional habló del feminicidio de Fabiola, quién está pasando a formar parte de la larga lista de mujeres invisibles, que a pocos importan.
Fabi necesita justicia, su familia la verdad, la que sea. No buscan que tú la culpes, ni que minimices el horror que vivió, en esos últimos momentos en los que solo buscaba recuperar a su hijo, encontrar trabajo y ser feliz, en medio de una sociedad que no entendió jamás cómo era vivir los sueños y el proyecto de vida que ella tenía.
La fiscalía del estado de Campeche no ha resguardado la casa como debe ser el protocolo, no ha dado a conocer mucho de los detalles de qué sucedió realmente a Fabi.
Las autoridades locales, como en todo el país, le deben mucho a Fabiola y su familia, como en cada caso que semana a semana te narramos, no se van a detener hasta que las autoridades lo hagan.
Noviembre 2018
Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
P.D. El apoyo que se otorga desde FridaGuerrera a cada familia, es sin fines de ningún tipo, el único objetivo es solo dar a conocer las historias de algunas mujeres que nos asesinan a diario, ayudar con acompañamiento a que llegue un poco de justicia, hacer conciencia para que #NIUNAMÁS, sea una realidad.
Dudas, pruebas o comentarios
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Alfredo del Mazo gasta más en publicidad que en la Alerta de Género