«No son las catástrofes, los asesinatos, las muertes, las enfermedades las que nos envejecen y nos matan; es la manera como los demás miran y ríen y suben las escalinatas del bus»
— Virginia Woolf
Luis Alberto Hurtado Mora ya había decidido violar y asesinar a Estephanie Rubi Estrada Garibay. Aquel 19 de abril de 2017, fue el día que eligió en Uruapan, Michoacán para hacerlo.
Un día antes estuvo enviándole mensajes para que se presentará a trabajar, la niña acaba de estar de vacaciones de semana santa, había entrado a la purificadora de agua que se encontraba a solo tres cuadras de su casa dónde Luis Alberto era el encargado.
Claudia Garibay Huitzacua, madre de Rubí, permitió que la menor trabajara para que supiera que ganarse la vida como empleada no era sencillo, además ya estaba grandecita y el lugar estaba muy cerca de casa, ese miércoles la niña tomó su licuado y salió de casa rumbo a su trabajo, había que llegar temprano.
Aunque Luis Alberto ya no trabajaba en la purificadora, le pidió a la menor que fuera a apoyarle.
Ya en la puerta Rubí se regresó y le dijo a Claudia “te amo”, esa fue la última vez que su madre la vio con vida.
Estephanie Rubí tenía trece años, nació el 2 de junio de 2003, en Uruapán Michoacán, era la hija mayor de Claudia Garibay Huitzacua.
Cuando nació Rubí, el padre de la niña decidió alejarse, por lo que Claudia fue madre soltera, tenía 16 años y mucho miedo cuando el bebé llego a su vida, pero eso también la impulsó a estudiar y trabajar para darle lo que su nena necesitara sin tener que estirarle la mano a nadie.
Rubí llegaba a casa a las 14 horas, pero ese día ya llevaba de retraso media hora, por lo que su madre preocupada se dirigió a la purificadora, al preguntar por Rubí le hicieron saber que la niña nunca llegó, y que Luis Alberto ya no trabajaba en el lugar.
Por lo que regresó a su casa, le llamó a Luis Alberto y él le hizo saber que la niña “estaba en el cine”, pero ella insistió que le dijera la verdad, después le dijo que la niña le había pedido que le mandará esos mensajes para poder salir de casa.
Sin embargo, Claudia no le creyó y le increpó que no era posible que un hombre adulto se prestará a ese tipo de juegos.
Así las horas pasaron y su hija mayor nunca regresó a casa por lo que se dirigió a la Agencia del Ministerio Público de Uruapan a poner la denuncia por la desaparición de Rubí, pero la respuesta de los agentes fue la misma que la mayoría de las madres recibe en todo el país.
Al cuestionarle la autoridad sobre cuántos años tenía la niña, le respondieron “a esa edad las niñas se van de sus casas con el novio o porque están embarazadas, va a ver que al rato regresa”.
Desesperada porque tenía que dejar que pasaran 48 horas, se mantuvo despierta toda la noche, no había manera de llamarle a la niña porque ella no portaba celular, el que tenía lo había dejado.
El 20 de abril la hermana de Claudia llegó a casa en compañía de una amiga regidora del municipio, quien acompañó a la madre de Rubí a poner nuevamente la denuncia, la cual fue tomada por la presión que ejerció la funcionaria.
Claudia se encontraba ya frente al Ministerio Público, durante todo el día luego de preguntarle si traía consigo una foto de Rubí, los agentes se hablaron con contraseñas, y desde ese momento la pasaron con el fiscal regional, luego a otra oficina, después a desaparecidos sin decirle nada, sin explicación alguna.
“Me preguntaron si mi hija usaba collares, conteste que sí, me mostraron uno de estrella de mar y lo reconocí, era de mi Rubí, en cuanto dije que sí, me pasaron con la psicóloga, no entendía qué pasaba, porque me hacían tantas preguntas, por qué tantos misterios y sin decirme más la psicóloga me respondió”;
-Ah no quiere rodeos bueno le diré que encontramos en el río un cuerpo de una chica con las características de su hija y debe de verlo ¿está preparada para hacerlo? -;
“Cómo iba a estarlo, sentí como la sangre se me heló entre las venas, salí de esa oficina y vi a mi madre y mi hermana salir de otra puerta, estaban llorando, mi hermana me miro y agacho la cabeza, ahí supe que sí era Rubí»
El cuerpo de la pequeña Rubí de tan solo 13 años, según informaron las autoridades, fue encontrado en el río Cupatitzio, atorado en una piedra a 20 metros de unas compuertas que destrozan todo lo que el agua lleva, si no se hubiera atorado ahí, nunca la habrían encontrado.
La pequeña había sido estrangulada, tenía un calcetín amarillo en la boca, fue violada anal y vaginalmente.
Claudia nos hizo saber que las investigaciones de las autoridades señalaron a Luis Alberto Hurtado Mora de 37 años como el principal sospechoso. Obtuvieron los datos del domicilio, percatándose que él sujeto ya no se encontraba en el lugar, la policía realizó el cateo correspondiente al cuarto y solo encontró en el colchón cabellos y fotografías de Rubí.
También hallaron imágenes de muchas pequeñas más, ropa interior de niñitas, además un ticket de una tienda comercial con una recarga hecha a las 15:35 de la tarde del 19 de Abril, mismo día que Rubí desapareció.
Por lo que le solicitaron a la tienda los vídeos de las cámaras de vigilancia en donde se pudo observar la llegada del vehículo de Luis Hurtado y a Rubí de copiloto.
Detalla Claudia que su hija se veía como dormida, el individuo baja del vehículo realiza la recarga y se aleja nuevamente en el vehículo.
A un mes del ataque el presunto responsable fue detenido por una denuncia anónima; Luis Alberto Hurtado Mora fue vinculado a proceso abreviado por el feminicidio de la pequeña Rubí.
Dentro de la causa penal 00066/2017, que se instruyó en contra de Luis, por el hecho que la ley señala como delito de homicidio calificado, en agravio de la víctima, el 16 de octubre de 2017 se llevó a cabo la última audiencia el Licenciado Eduardo Ruíz de esta ciudad.
Ahí finalmente el juez de Control y Enjuiciamiento del Sistema de Justicia Penal, Acusatorio y Oral, Región Uruapan, emitió un fallo condenatorio, fue condenado a pasar catorce años de prisión y la reparación del daño fue por cien mil pesos.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) dio a conocer durante la detención del sujeto que el sentenciado está involucrado como presunto responsable del feminicidio de Elizabeth Pascual Sánchez de 19 años, quien fue desaparecida y su cuerpo fue hallado en un hotel de Hermosillo en el Estado de Sonora.
El sujeto que se registró para la habitación lo hizo con el nombre de Luis Alberto Hurtado de 32 años, el presunto responsable del feminicidio de Elizabeth nunca fue detenido, el sujeto se refugió en Urupan donde por segunda ocasión arrebató una vida, ahora la de Rubí.
Estephanie Rubí Estrada Garibay, quien estudiaba segundo año de secundaria, tenía uno de los mejores promedios de la escuela Técnica 102.
Su familia afirma que durante estos fríos días reunía, juguetes, abrigos, cobijas, hacía piñatas que llevaba a regalar para quienes lo necesitaran en los albergues de Uruapán, siempre pensaba en los niños que tenían frío en estos días, este año seguramente también la extrañaran.
Diciembre 2017
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@FridaGuerrera
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