Judith

Judith y sus niñas

3 marzo, 2024

Judith Cruz Fierro nació el 26 de enero de 1977 en Santo Tomás de los Plátanos, Estado de México, como la tercera hija del matrimonio de Roberto y María. Era madre de siete mujeres y un varón, de los cuales seis dependían de ella, el más pequeño tenía un año y siete meses.

Albertino y Judith nacieron en el mismo pueblo, eran vecinos de toda la vida. Durante su adolescencia fueron novios, pero luego cada uno tomó su camino.

Los años pasaron y Judith se casó con un marino que pocas veces estaba en casa. Además, la relación no era muy buena debido a la distancia.

Por su parte, Albertino tuvo que mudarse a Estados Unidos. Pero al poco tiempo regresó. 

Tras su retorno, en julio de 2017, Albertino se reencontró con Judith y, un mes después, reiniciaron su relación.

A María, la madre de Judith, nunca esa relación. Desde que fueron novios de adolescentes no le agradaba, pero su hija ya tenía 40 años, ya era una adulta. 

Los meses que mantuvo esa relación sus hijas no veían bien el trato que el sujeto le daba. Aunque sus aún pequeñas hijas veían la violencia que su mamá padecía, Judith no sabía ya cómo deshacerse de él. 

“Siempre que venía por ella, el hermano de Albertino, Santos, lo acompañaba, hacían fechorías juntos todo el tiempo, ese día que se la llevaron venían los dos”, nos dice una de las hijas más pequeñas.

El 13 de enero del 2018, Albertino le marcó a Judith alrededor de las nueve y media de la noche. Abby, en aquel entonces de 17 años, había salido con unas amigas. En casa solo estaban Montserrat, de nueve años, y la bebé. 

“Nosotras veíamos la tele, mi mamá me dijo que ahorita venía, nos dio un beso y se salió, entonces yo salí atrás de ella, fue cuando los vi a los dos, Albertino y Santos, se la llevaban a fuerza”.

La pequeña vio cómo subieron a Judith a la camioneta, que ella conocía muy bien porque muchas veces se subió a ella con su mamá. 

Al ver que arrancaron se regresó a su pequeño hogar y abrazó a su hermanita. El cansancio la venció y se quedó dormida, al despertar reparó que su mamá no estaba en casa, la bebé tenía hambre y no había leche, encontró unas zanahorias y se las dio, eso ayudó a mitigarle el hambre. 

Un rato después llegó Abby le preguntó que había pasado. Después todo fue un caos. María fue por las niñas y de inmediato empezó a buscar a su hija. 

El 15 de enero le hicieron saber a la desesperada madre que habían encontrado a una mujer en el “Pedregal”, “aquí ese tipo de crímenes no eran comunes, por lo que de inmediato pensé en ella”, nos expresa María. 

Al acudir con las autoridades confirmaron que era ella.

Con las investigaciones de las autoridades se logró generar órdenes de aprehensión contra Albertino y Santos, quienes durante cuatro años estuvieron prófugos. 

El 22 de febrero de 2022, Ricardo, nuestro investigador, ayudó a ubicarlos para ejecutar dichas aprehensiones. El pasado 23 de noviembre de 2023, Santos fue sentenciado a 55 años por el asesinato de Judith. Albertino todavía está en juicio.

Como en cada una de las historias este espacio solo es la extensión de las voces que acalladas, hoy son escuchadas por sus madres, hijas, hermanas, padres. Aquí dejamos las líneas escritas por su madre, hermana e hijas de Judith. Porque ellas son las voces de la ausencia.

***

Querida hija:

Tú sabes que yo te quiero mucho y que me voy a encargar de ver por tus hijas. 

Me dolió mucho tu partida. Ahora me encuentro enferma, perdí una pierna, pero mientras Dios me dé licencia y no me falte vida, aquí seguiré ayudándote en lo que pueda. 

También haré frente a tus asesinos para que se te haga justicia, hemos participado en el juicio esperando que en poco tiempo se condene a esos desgraciados. 

Conocimos a una mujer muy buena que nos está ayudando para que se te haga justicia y yo seguiré insistiendo, ya que te robaron muchos momentos de alegría con tus hijos, el conocer a tus nietos, tanto que te faltó por vivir.

Momy ya está bien grande y la cuido mucho, gracias por dejarme un pedazo de ti, yo en ella te veo a ti, se te parece mucho. Todos tus hijos están muy bien, aquí andan, ya crecidos y haciendo su vida. 

Espero que estés en un buen lugar, que Dios te haya perdonado, que estés descansando y no tengas preocupaciones, ya que como siempre te digo yo veré por tus hijos. 

Te quiere tu madre.

***

Hola, Judith:

Ahora no estás físicamente aquí, pero siempre estás con nosotros, en tus hijos, en los recuerdos, en la búsqueda de justicia para ti, en los lugares y en muchos detalles más. 

Te escribo para decirte lo que seguramente muchas veces si es que de verdad hay un cielo me has escuchado decir, de verdad se te extraña. 

Es tan lamentable que te hayamos perdido tan pronto, que te hayas adelantado. 

Tus hijas aún necesitan la guía, el amor y el apoyo de su madre, y nosotros te necesitamos a ti, la compañía, tu buen humor y esa capacidad que tenías de hacer reír, de alegrar el lugar al que llegabas, esa simplicidad para decir las cosas, ese cero filtro que de repente nos hacía saltar y de repente reír. 

Espero que siempre hayas sabido lo mucho que te quisimos y que te queremos, que un pedazo de nosotros se va contigo. 

Y que trataremos de estar presentes para tus hijos, en tu memoria. Que siempre vas a doler, pero espero que estés en un mejor lugar y que hayas alcanzado la paz. 

Tu hermana Paty.

***

Querida Mamá:

Esta carta la escribo con mi corazón en la mano y tengo fe en que la estás leyendo. 

No sabes lo difícil que han sido estos seis años sin ti, aparte de difíciles han sido muy dolorosos.

Cuando fue tu funeral la gente decía que el tiempo nos ayudaría y no es así entre más pasa el tiempo, más difícil es porque tenemos unos pequeñines que están siguiendo nuestros pasos.

Siempre trato de dar lo mejor a mis hermanos, claro que nunca como tú, porque el amor de una madre es incomparable, así que estoy lejos de ser como su mamá, sí, en cambio, estoy para ellos cuando más lo han necesitado.

Me hubiera encantado que disfrutaras a mi lado a tu nieta (mi hija) y claro a dos nietas más que llegaron después de tu partida. 

Siempre le hablo de ti a mi chiquilla, aunque es difícil porque constantemente pregunta por qué mi mamá no está conmigo y es algo que me pone muy triste. 

Cuando vamos a llevarte flores al panteón en el camino me dice que vamos a tu casa y no sabes lo triste que me pone, pero trato de que siempre estés presente en nuestras vidas.

Creo que no hay edad para decir que no ocupamos a mamá porque siempre siento que te necesito, nos hemos refugiado mucho en mi tía Patty porque siempre ha estado cuando más la necesitamos y sentimos de alguna manera que tú estás con nosotros por medio de ella.

Nunca nos vamos a cansar de pedir JUSTICIA, mamá, el juicio ha sido largo, pero siempre vamos a estar en las audiencias por más difícil que parezca porque hemos llorado mucho y sabemos que no vas a regresar, pero sí podemos proteger a más mujeres de este tipo de rufianes que no se tocan el corazón para destruir una familia.

Nos mandaste un ángel porque yo así lo vi, ya que en el pueblo no les importo lo que te hicieron y gracias a Frida hoy estamos cerca de que tu muerte no quede impune.

Te extraño mucho, yo creo que no tienes idea de cuánto, pero siempre te llevo en mi corazón y estás presente todos los días, confío en que estás con Dios y desde ahí nos cuidas a todos.

Te amo mucho, tu hija Xóchil. Te mando un beso y un fuerte, pero fuerte abrazo.

***

Carta de Monse

Para mi mamá Judith 

Hola mamá, en esta carta te quiero decir lo mucho que te extraño y me haces falta.

Desde el primer día que supe que habías fallecido y ya no te iba a volver a ver nunca más, ni a dar un abrazo o un beso llegando de la escuela, me sentí muy mal; tenía tanto miedo de quedarme sola con mis hermanos, y que ya no estuvieras tú porque sabía toda la falta que nos ibas a ser y lo difícil que sería estar sin ti.

Todavía no he aprendido a estar sola, porque es imposible estar sin ti, pero cada día que pasa voy aceptando tu partida y voy luchando para ser una gran persona y que tú estés orgullosa de mí.

Para mí siempre serás la mejor mamá de todo el mundo y la mujer más valiente.

Extraño tanto que nos digas un sábado por la mañana que nos cambiemos porque iremos a algún lugar, pero te extraño más en los momentos difíciles dónde quisiera que me abrazaras.

Te amo mucho mami, siempre vas a estar en mi corazón.

***

De Patricia Yuridia, tu cuarta hija.

Para mi mamá

Mamá, te doy las gracias por haber sido una buena mamá y por habernos querido tanto. Estoy tranquila porque sé que se hará justicia por los que te hicieron, gracias buenas personas que tú y Dios mandaron para qué nos ayudará.

Te quiero mucho mami y te extrañamos mucho.

Tengo una niña, se llama Nataly y siempre le hablo de ti para que sepa que en el cielo tiene una abuelita que la ama tanto como ella, siempre le digo que la cuidas desde allá y dice que te quiere mucho. Y seguido yo sé que la escuchas siempre que te lo dice.

Ojalá siempre nos veas, bueno que yo sé que así es. Gracias por todo lo que hiciste por nosotros, te lo pagaremos siendo mujeres buenas.

No olvides nunca lo mucho que te queremos todos tus hijos, aunque te nos adelantaste, siempre te tenemos presente. Y aparte gracias por ser como fuiste, alegre y feliz y por contagiarnos mucho, tu buen humor te quiero.

***

De Abby.

Para mi mami hasta el cielo.

Hola mami, sé que sabes lo mucho que te extraño porque te lo digo siempre todas las noches. Pero por medio de esta carta quiero agradecerte por todo el amor que nos diste y por todos los esfuerzos que ahora me doy cuenta qué hiciste para que nada nos faltara a mis hermanos y a mí.

Te pido perdón por lo que haya hecho mal, no existen hijos perfectos y también quiero que sepas que te perdono por cualquier diferencia que tuvimos.

Gracias por enseñarme a ser una mujer de bien y gracias también por todo el amor que le diste, por consentirme tanto y siempre cuidarme.

No sabes lo difícil que ha sido vivir sin ti, me cuesta tanto entender Por qué nos atacan de una manera y otra, pero sé que tú estás con nosotros cada día y nos proteges del mal que nos quisieran hacer.

Te amo tanto mami, te extraño, mucho, mucho, muchísimo.

Quiero que sepas que estoy cumpliendo lo que te prometí de no rendirme para que se te haga justicia, no me voy a rendir mamita, no me cansaré hasta que esos hombres paguen por haberte arrebatado de nuestro lado.

Ellos no tenían derecho alguno, pero ya Dios les pedirá cuentas, espero primero lo paguen en vida aquí.

Te amo y el día que nos veamos te lo diré mucho. Descansa en paz, mami que aquí en este mundo tienes a tus hijos que no descansan hasta que se te haga justicia. Y sobre todo nos portaremos bien para que tú sigas orgullosa de nosotros como siempre lo estuviste.

Te mando un beso y muchos abrazos, te amo mami.

Atentamente: Tu ojona.

***

Hola, soy María Selene, soy la hija de Judith Cruz Fierro.

Te escribo unas líneas para decirte cuánto te he extrañado todos estos años, que no has estado conmigo, te he extrañado mucho desde que partiste de mi lado.

Hay días que despierto recordando todos los momentos que pasé contigo, que fueron muy bonitos, hubo momentos que la pasamos difícil, pero tu mamá hiciste todo lo posible para que nosotros estuviéramos bien. 

Fuiste una madre muy linda, amorosa con todas nosotras, te pusiste muy feliz cuando te di la noticia de qué ibas a ser abuelita, quisiste mucho a tu nieta, pasaba todo el tiempo contigo a pesar de qué ya estaba casada, era muy apegada a ti. 

Te quiero y te quise mucha mamá. 

No hay un momento que deje de pensar en ti me dolió mucho tu partida sufrí mucho porque tu nieto lo conociste y estabas muy feliz lo tuviste en tus brazos le diste un beso a mi niño tú le pusiste su primera ropita o estabas muy contenta por tu nieto. 

Me dolió mucho al enterarme de tu muerte, mamá me dejaste un regalo maravilloso que fue mi hijo, te quiero mucho mamá te mando un beso y abrazo hasta el cielo.

Te quiere, tu hija María Selene.

En medio de un intenso calor, luego de platicar y compartir la mesa con sus hijas, hermana y madre, nos retiramos de aquel lugar mágico, lleno de gente buena como Judith y su familia, que jamás imaginaron que la miseria de dos seres les arrebataría a quien tanto aman. 

Las secuelas de dolor siguen, pero las sonrisas y el buen humor de cada una de ellas las mantiene firmes hasta lograr justicia por Judith.

                                                                                                                 Marzo 2024

Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.

P.D. Cada uno de los textos expuestos en este espacio, son con autorización y acompañamiento de las familias directas de las víctimas, que son las únicas autorizadas para hacerlo. Porque solo somos la extensión de su grito de justicia.

@FridaGuerrera

@vocesDLAusencia

 

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