Amenazas, agresiones y asesinatos contra periodistas aumentaron desde el inicio del nuevo gobierno; mientras la impunidad en materia continúa, el presidente arremete contra la prensa crítica prácticamente todas las mañanas
A las 18:30 horas del domingo, dos sujetos ingresaron al domicilio de la periodista y escritora Lydia Cacho, Puerto Morelos, Quintana Roo, rompieron los cables de las cámaras de seguridad y desactivaron las alarmas, los perros que se encontraban dentro de la vivienda fueron asesinados por los intrusos.
El par de sujetos sustrajeron una grabadora de audio, tres cámaras, tarjetas de memorias, una computadora portátil y 10 discos duros, todo ello relacionado a su trabajo periodístico, particularmente con casos de pederastia.
Condenamos el allanamiento ocurrido en el domicilio de @lydiacachosi en Quintana Roo, y pedimos a las autoridades de procuración de justicia agotar la línea de investigación vinculada con su labor como periodista y defensora de derechos humanos. pic.twitter.com/WJmAyrfz1a
— CNDH en México (@CNDH) July 23, 2019
Lydia Cacho ha sido hostigada por entes públicos y privados debido a su trabajo, Mario Marín Torres, exgobernador de Puebla; el empresario Kamel Nacif; Juan Sánchez Moreno y Hugo Adolfo Karam, estos dos últimos exmiembros de la procuraduría poblana; tienen órdenes de aprehensión por la tortura y detención arbitraria contra la periodista que realizaron en 2005.
Apenas en enero pasado, el Estado Mexicano, a través de la Secretaría de Gobernación (Segob), le ofreció una disculpa pública por dichas vejaciones. Apenas pasaron seis meses de la disculpa y las agresiones continúan.
El mismo día que allanaban la casa de Lydia Cacho, la periodista y activista Frida Guerrera –colaboradora de FrojiMX– denunciaba amenazas de muerte a través de redes sociales.
Dedicada a visualizar la violencia contra la mujer, Frida ha recibido diversas amenazas en su contra en su largo trayecto en el combate al feminicidio, sin embargo, estas aumentaron cuando un youtuber, MafianTV, comenzó a defender a uno de los presuntos feminicidas de un caso al que Guerrera le había dado seguimiento.
No, jamás debemos habituarnos a cosas como estás. No lo denuncies para que le cierren la cuenta, las denuncias se hacen con las autoridades correspondientes, es justo como dimos con uno de los perpetradores que me amenazó en 2017. #NONOSVANACALLAR #NOLESTENEMOSMIEDO pic.twitter.com/YjB4U6Iyx9
— Verónica Villalvazo (FridaGuerrera) #NiUnaMás (@Fridaguerrera) July 21, 2019
Este lunes, un día después de los incidentes mencionados, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia mañanera, despotrico contra al menos cuatro medios de comunicación. Entre las críticas del tabasqueño, destaca los dichos contra la Revista Proceso.
“La Revista Proceso no se portó bien con nosotros”, sentenció López Obrador, mientras que el periodista Arturo Rodríguez le respondió: “El papel de la prensa no es portarse bien con nadie”.
PUUUUUM ?
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) July 22, 2019
AMLO: @revistaproceso no se portó bien con nosotros ?
Periodista: El papel de la prensa no es portarse bien CON NADIE ?
Así el encontronazo de hoy de @lopezobrador_ y el periodista @Arturo_Rdgz en la #ConferenciaPresidente pic.twitter.com/rRBITgWT8p
Así es prácticamente todos los días, mientras los medios son críticos al gobierno de Andrés Manuel, éste desde el poder los descalifica, los llama “Prensa Fifí”.
A la vez que el presidente pregona libertad de prensa, de debate, de disentir; tunde a los periodistas y medios críticos a su gobierno, diciéndoles que no se portan bien.
Mientras gobiernos anteriores utilizaban la presión política o el recorte presupuesto en publicidad para callar las voces incómodas, la Cuarta Transformación usa el linchamiento mediático.
Desde Palacio Nacional, el presidente vulnera a los periodistas, misma que se traslada en redes sociales.
En enero pasado, La Silla Rota publicó un texto sobre cómo los reporteros que hacían cuestionamientos a López Obrador en la mañanera era ridiculizados, atacados o descalificados.
“No deberían dejar entrar a estos reporteros mañosos y la forma como preguntan no es la adecuada”; “Es un animal este reportero no se informa sólo (está) tratando de distorsionar la información”; “A este reportero lo mandan los del PRIAN”; “Pero publiquen el nombre del chayotero para quemarlo”; “Pinche reportero nada más que lo vea y lo escupo”, son algunos de los comentarios que La Silla Rota recopiló a menos de dos meses del inicio de “las mañaneras”.
El número de periodistas asesinados en los escasos siete meses de su gobierno es un reflejo de dicho escenario y un dato preocupante para la libertad de expresión.
La administración de López Obrador ha sido el arranque se sexenio más violento para periodistas de los últimos cuatro gobiernos.
De diciembre de 2018 a junio de este año han sido asesinados siete periodistas, según el conteo realizado por Artículo 19, lo que significa un alza del 75%, en comparación con el inicio de sexenio pasado.
En el mismo lapso, pero de 2012-2013, los primeros siete meses del gobierno de Enrique Peña Nieto, los periodistas asesinados sumaron cuatro casos.
Mientras que de diciembre 2006 a junio de 2007, inicio del gobierno de Felipe Calderón, tres periodistas asesinados, mismo caso para la administración de Vicente Fox en el lapso de 2000-2001.
Esto sin mencionar que 2019 mantiene un promedio de un asesinato de periodistas al mes, estadística más alta, junto con 2017, de los últimos 19 años.