Jhoselin SánchezAnte las hostiles políticas en Estados Unidos, los migrantes mexicanos están buscando otro destino, por lo que Canadá se ha convertido opción viable, sin embargo, este país se resiste a la llegada masiva de indocumentados, pese a haber quitado recientemente las restricciones de visado para los provenientes de suelo azteca.
La marcada política antinmigrante emprendida por el presidente estadounidense Donald Trump, fijada a través de las órdenes Ejecutivas firmadas en esta materia, ha generado que los connacionales ahora miren hacia Canadá, país norteamericano que desde diciembre de 2016 retiró el visado que se pedía a los mexicanos para poder ingresar.
La Agencia de Servicios Fronterizos en Canadá (CBSA, por sus siglas en inglés), aseguró que tan sólo del 1 de enero al 8 de marzo de este año, han detenido 444 mexicanos que buscaron entrar a territorio canadiense en alguna situación irregular, cifra superior al total de detenidos a lo largo de todo el 2016, cuando se registraron 410 casos; mientras que en 2015 le cifra fue de 310 y en 2014 de 399 personas.
Entre las razones generales que ameritan esta medida, se encuentran: la falta de claridad en su documentación, si representan el detenido en cuestión algún tipo de peligro para el país y si cuenta con antecedentes penales.
Cabe destacar que es la última condición en la que se encuentran muchos de los mexicanos que han sido deportados de Estados Unidos, ya que, al ser detenidos e incluso arrestados por intentar cruzar, esto los hace contar con algún tipo de antecedente policial.
Esta aspiración de arribar al país de la hoja de maple es clara, tal como lo manifiesta un joven mexicano de 26 años, originario de Michoacán, quien recientemente fue deportado de la Unión Americana.
“Quiero ir a Canadá con mi pasaporte. Para los indocumentados, creo que ese país [Estados Unidos] ya se acabó. Ahora le va a tocar a Canadá”, dijo Cenobio R. en entrevista para la agencia Reuters.
Actualmente, para poder ingresar a Canadá, desde que se retiró la visa, se requiere, en primer lugar, solicitar vía internet una Autorización Electrónica de Viaje (ETA, por sus siglas en inglés), sin embargo, el obtenerla no es garantía de poder entrar, ya que se deben acreditar las rigurosas pruebas que aplican funcionarios migratorios canadienses, que incluyen una inspección a sus teléfonos celulares y cuestionarios.
Una muestra de ello son los datos registrado en enero de 2017, lapso en el que a 313 mexicanos, que ya habían obtenido su ETA, se les negó el ingreso a Canadá.
Reuters documentó un ejemplo de ello, con el mexicano Alejandro Becerra. Este adulto de 30 años argumentó a las autoridades fronterizas que su viaje a Canadá era en calidad de turista, mostrando su pasaje de ida y regreso, pese a ello, cuando inspeccionaron su celular, los agentes encontraron mensajes de textos en los que se hablaba de un empleo que obtendría en Toronto. Esto fue suficiente para que el mexicano fuese llevado a un centro de detención y un día después, puesto en un vuelo de regreso a México.
Cabe señalar que para estos casos se requiere un permiso de trabajo, el cual, para ser aprobado, debe ser respaldado por un empleador.
Ante un contexto que prevé un aumento de personas que buscan establecerse en Canadá, las autoridades locales, desde diciembre pasado, ya preparan un plan de emergencia, así lo documentó el diario británico The Guardian.
Sin embargo, tal como han manifestado algunos mexicanos deportados de Estados Unidos, los intentos por arribar a Canadá continuarán, aun cuando las medidas comiencen a endurecerse. El objetivo es el mismo que el que se buscaba en territorio estadounidense: encontrar una mejor calidad vida, obtener sueldos más competitivos, y también en muchos casos huir de la violencia que albergan sus estados de origen.
