Heiji MorimotoMéxico está por cumplir 13 años sumido en una situación de violencia e inseguridad que ha generado graves consecuencias como lo son más de 40 mil personas desaparecidas y más de 170 mil homicidios.
Sin embargo, y aunque casi no se visibiliza en el discurso político nacional, también existe una cifra alarmante de personas y familias que han sido desplazadas forzosamente de su lugar de origen a causa de la pugna armada que existe en todo el territorio nacional.
A pesar de que al inicio de su gobierno, Andrés Manuel López Obrador declaró el fin de la llamada «guerra contra el narcotráfico», iniciado durante el sexenio de Felipe Calderón, continúan abiertas las heridas de la población que reclaman por justicia, entre los cuales se encuentran las más de 300 mil personas que han tenido que abandonar sus hogares a causa de la violencia criminal y de los operativos de las fuerzas federales, estatales y municipales.
De acuerdo con el informe “Desplazamiento Interno Forzado en México” elaborado por la Comisión Mexicana de Defensa y Protección de los Derechos Humanos (CMDPDH), en el país se tienen registros del fenómeno de desplazamiento interno forzado desde la década de los años 70.
Según el reporte, en estados como Nayarit, Hidalgo, Oaxaca, Guerrero y Chiapas, el desplazamiento interno forzado era ocasionado fundamentalmente por factores como la intolerancia religiosa, conflictos comunales, así como por disputas por tierras y recursos naturales.
El origen de los desplazamientos
El conflicto armado Zapatista en Chiapas del año 1994, fue la primer gran situación que dejó a más de 30 mil personas en una condición de desplazamiento forzado.
Datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Nacionales Unidas OACNUDH) diagnosticaron en 2004, una cifra de hasta 60 mil personas que tuvieron que abandonar sus hogares como consecuencia de pugnas relacionadas con prácticas religiosas, de defensa de territorios, entre otros.
Si bien la CMDPDH reconoce que el fenómeno de la inseguridad y la lucha de las autoridades en contra los cárteles del narcotráfico no son nuevos en el país, sí se han convertido en los nuevos factores que han provocado masivamente el desplazamiento forzado de personas.
Siendo la estrategia de seguridad del Gobierno de Felipe Calderón; la lucha por las rutas de distribución de la droga y la fragmentación de los cárteles del narcotráfico, los principales factores que han alimentado el desplazamiento forzado.
Ante esto, el informe de la CMDPDH detalla que la estrategia de seguridad de Calderón que constó en un enfrentamiento armado entre fuerzas federales y grupos del narcotráfico, derivó en la fragmentación de los cárteles, de los cuales se desprendieron pequeños grupos delictivos.
Esto significó que los grandes cárteles continuaran hasta la actualidad, con el control del tráfico transnacional de las drogas. Mientras que los pequeños grupos delictivos se concentran desde entonces en otros delitos como la extorsión, el cobro de cuotas de derecho de piso, secuestros y distribución de drogas en el mercado local.
Al igual que los grandes cárteles, la presencia de estos pequeños grupos delictivos está en casi todo el país.
El desplazamiento en México
El desplazamiento interno de México es un fenómeno que ocurre de manera masiva o individual, así como que puede suceder repentinamente o gradualmente:
El desplazamiento individual se refiere a los casos de familias que abandonan sus comunidades de manera aislada y discreta como consecuencia de atentados en contra de su integridad o porque sus lugares de origen se han sumido en la violencia y en la inseguridad.
Por su parte, el desplazamiento masivo se presenta en los casos en los que diez o más familias que habitan la misma comunidad huyen después de haber quedado en medio enfrentamientos entre cárteles y fuerzas de seguridad pública o porque fueron víctimas de un ataque; entre 2008 y 2014 se logró documentar al menos 121 episodios en por lo menos 10 estados del país, siendo Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Sinaloa, los que más registraron.
Es decir, que durante estos 13 años la población civil ha estado expuesta a las prácticas de las organizaciones criminales como lo son el robo de bienes materiales, desapariciones, reclutamiento forzado y homicidios de familiares.
El resultado de la guerra
De acuerdo con el informe “Desplazamiento Interno Forzado Masivo en México: Cifras 2018”, también publicado por la CMDPDH, tan solo en 2018 se registraron 25 episodios de desplazamiento interno masivo en México, los cuales terminaron afectando a por lo menos 11 mil 491 persona: siendo Guerrero con 13 episodios y Sinaloa con seis, los estados en donde más se registraron.
Sin embargo, si se habla del total de número de personas que terminaron siendo afectadas, Guerrero y Chiapas son las entidades que mayor cuantificaron.
En Guerrero un total de 5 mil 56 personas fueron afectadas, en tanto que Chiapas cuantificó 5 mil 35, esto quiere decir que ambos estados acumularon al 87.82% del total de víctimas en 2018; en el municipio chiapaneco de Aldama, se presentó el caso más grave en el que 2 mil 36 indígenas fueron obligados a desplazarse de sus comunidades.
Según dantos de la CMDPDH, si se comparan los números de desplazados entre los del 2018 y 2017, la tendencia se mantuvo, aunque en cuanto al número de personas afectadas se detectó una disminución del 43. 64%.
Pero a pesar de esto, según el registro histórico de la CMDPDH, el número de víctimas por desplazamiento forzado es mayor al de los homicidios y desapariciones, ya que, hasta diciembre de 2018, la cifra asciende a 338 mil 405 víctimas que escaparon de sus comunidades.
Tratándose en general de campesinos, personas con escasos recursos, activistas, defensores de derechos humanos, pequeños propietarios de negocios, políticos, periodistas y funcionarios.
