Rodrigo GutiérrezExpanista, exdirector del IMSS e importante abogado, Germán Martínez se hizo de poder político y económico durante el gobierno de Calderón; casas, autos, joyas y cuentas bancarias lo demuestran
German Martínez Cázares renunció de manera sorpresiva al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en una larga carta, donde acusa –entre otras cosas– una injerencia perniciosa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), así como un control excesivo de los recursos.
Caracterizado por no sus cortas trayectorias en puestos públicos, Martínez Cázares es un político que bien podría ser considerado un “fifi”, apodo favorito del presidente Andrés Manuel López Obrador a sus adversarios.
Prueba de ello es la declaración patrimonial que el propio German dio a la Secretaria de la Función Pública (SFP), a través de la plataforma Declaranet.
Como dirigente del IMSS, Martínez Cázares recibía cada mes 105 mil pesos, sin embargo, a sus arcas llegan mensualmente 10 mil pesos por “actividad industrial o comercial”, más 200 mil pesos adicionales de los cuales no detalla procedencia.
Este dinero extra vendría de su labor como miembro de la Barra Mexicana del Colegio de Abogados, de la Academia de Legislación y Jurisprudencia o de las clases en Derecho Constitucional que imparte en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), según su currículo.
Es decir, cada mes el hoy exdirector del IMSS se hacía de 315 mil pesos mensuales.
Entre los bienes inmuebles de Martínez Cázares sale a relucir una casa de 546 metros cuadrados en un terreno de 730 metros cuadrados con un valor de 14 millones de pesos.
Esta casa fue adquirida por Germán el primero de mayo del 2010, según el documento de la SFP al que FrojiMX tuvo acceso.
Ubicada en San Ángel Inn, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México, de acuerdo con Proceso, se la habría comprado a Carla María Compeán Woodworth, hija del en ese entonces presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Justino Compeán.
Por otra parte, Martínez Cázares presume de tener cuatro automóviles, dos de ellos con un valor superior al medio millón de pesos.
Posee una camioneta Ford Expedition, año 2018, con un valor de 825 mil 900 pesos; una más de la marca Sienna Toyota, año 2015, de 686 mil 200 pesos; una Ford Escape, 2018, de 330 mil pesos; y un Jetta, 2001, de 281 mil 200 pesos.
En tanto, German Martínez Cázares reportó en sus bienes muebles un millón de pesos en obras de arte, dos millones de pesos en muebles y accesorios de casa, así como 700 mil pesos en joyas.
Finalmente, en sus inversiones aseguró poseer 13 cuentas entre bancarias y fondos de inversión por un total de 2 millones 290 mil 123 pesos.
La riqueza de Martínez Cázares se formó en 12 años, pero sus bases se cimentaron en el sexenio de Felipe Calderón.
Cuando inició dicho sexenio panista, a finales del 2006, Germán no tenía casas, ni automóviles, presumía una cuenta bancaria con apenas 750 mil pesos, más 30 mil pesos en tres plumas y un reloj, así como 250 mil pesos valuados en una sola pintura y un millón de pesos en muebles y accesorios de casa, según su declaración patrimonial.
A finales de la administración calderonista, la opulencia a había llegado a German Martínez Cázares, ostentaba el mote como uno de los “nuevos ricos” del PAN.
Expanista, Germán fue rescatado por la “Cuarta Transformación” y López Obrador. Su ya largo camino por la política mexicana está marcado por pasos fugaces en la administración pública.
Con la llegada de Calderón en diciembre del 2006, Martínez Cázares fue nombrado titular de la SFP, sin embargo, para septiembre del 2007 dejó el cargo, sin cumplir ni siquiera los diez meses al frente de la dependencia.
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Entonces, asumió la dirigencia nacional del PAN, donde estuvo sólo año y medio, de diciembre del 2007 a julio de 2009.
Ahora, al frente del IMSS, Germán no superó los seis meses del lopezobradorismo y renunció, siendo la primera gran baja del gobierno del tabasqueño. Regresará al Congreso, único sitio donde ha cumplido con los tiempos.
