El titular de la Sedesol ha sido criticado por su falta de experiencia para ocupar un cargo tan importante como el que tiene, misma que ha reflejado en declaraciones; también por su prepotencia ante quien difiere de él; pero sobre todo por su cercanía con el presidente Enrique Peña Nieto, la cual lo ha protegido ante sus deslices. Ahora, a la lista se añade la escaza productividad de Luis Miranda frente a la secretaría que se encarga, básicamente, de disminuir la pobreza del país que afecta a 53.4 millones de mexicanos.
El golf es el deporte favorito de Luis Miranda y para practicarlo, aunque no sea muy bueno, hace todo lo posible en sus manos para jugarlo de la mejor manera.
Cierra las instalaciones del campo de su preferencia, ya sea el que se encuentra en Ixtapa de la Sal o en las afueras de Toluca, ambos en el Estado de México y de los cuales es socio.
No juega solo, Miranda gusta la compañía, más si es de su viejo amigo y compadre, Enrique Peña Nieto.
Al presidente lo conoce desde que trabajaban para el entonces gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, por allá de los dosmiles.
Juntos crecieron en la política y, aunque Enrique es el que más ha destacado, Luis lo acompaña y se hace oír. El presidente recompensó su amistad con la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), primer puesto que pone a Miranda frente al ojo público.
Ahora Peña Nieto, como su jefe, le perdona la inexperiencia, los tropiezos y parece que también su poca productividad, pues en el primer año de su gestión frente a Sedesol, Luis Miranda, en promedio, ha combatido la pobreza fuera de su oficina dos veces por semana.
Así lo señalan documentos de dicha dependencia solicitados vía transparencia y en posesión de FrojiMX.
En los primeros 359 días, a partir de su nombramiento el 7 de septiembre de 2016, sólo en 82 el funcionario asistió a eventos públicos relacionados con su trabajo.
En estos 82 días, Luis Miranda se presentó a 88 eventos, pues en seis de estos días tuvo dos presentaciones públicas en menos de 24 horas.
Parece que al titular de la Sedesol no le gusta salir de sus oficinas en Paseo de la Reforma, ya que de las primeras 52 semanas frente a la dependencia, en 11 no tuvo algún evento, mientas que en 14 sólo asistió a uno.
En contraste, únicamente en tres semanas tuvo cuatro eventos, en ninguna cinco o más.
El día favorito de Miranda para evitar el trabajo en público es el lunes, pues de los 51 que hubo en su primer año frente a la Sedesol, sólo en cuatro hubo eventos.
Es decir, en 277 días, el titular de Sedesol se mantuvo en su oficina o no laboró. Definir si trabajó o no en esos días no se puede determinar con exactitud, pues la oficina de transparencia de dicha dependencia se negó a ofrecer la información.
La poca productividad de Luis Miranda se hace más evidente si se compara con la labor de su antecesor, José Antonio Meade.
Dicho funcionario estuvo frente a Sedesol del 28 de agosto del 2015 al 6 de septiembre del 2016.
Los 375 días que Meade fue titular de dicha dependencia, difiere en 16 con los 359 días referidos por transparencia en cuanto a Miranda.
El promedio de días con eventos por semana de José Antonio Meade son de cinco, tres más que Luis Miranda.
Meade Kuribreña se presentó en 218 eventos en 195 días, en 17 de ellos hubo dos apariciones públicas en un día y en seis más presenció hasta tres eventos en menos de 24 horas.
De las 54 semanas de Meade en Sedesol, sólo en tres no tuvo apariciones públicas por su trabajo y en tres más hubo únicamente un evento. En contraste, en 19 semanas tuvo cinco o más días con eventos.
El recorrido por el país también es un referente. Luis Miranda no visitó las entidades de Colima, Nuevo León y Veracruz. En nueve de los estados sólo apareció una vez y no volvió. El lugar que más eventos tuvo fue la Ciudad de México, con 28, seguida de Oaxaca con seis y Chiapas con cinco.
Por su parte, José Antonio Meade visitó todos los estados del país y sólo en dos no volvió: Sinaloa y Baja California. La entidad donde presenció más actos públicos fue la capital con 92, seguido del Estado de México con 11, Michoacán y Oaxaca con ocho. E incluso hizo dos visitas a Texas, Estados Unidos.
La productividad de Meade supera a la de Miranda por 247.7% en cuanto a las apariciones públicas relacionadas con su trabajo. Esto con un salario de 139 mil 634 pesos mensuales netos, de acuerdo con el Portal de Obligaciones de Transparencia.
Mientras, los pobres aumentan
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) se ha jactado de la disminución del porcentaje de personas en condiciones de pobreza en el país, sin embargo, analizando los números, la situación parece distinta.
Si bien es cierto que la pobreza en México disminuyó del 46.1% en 2010 a 43.6% en 2016, el número de pobres es mayor.
En 2010, 52.8 millones de mexicanos estaban en condiciones de pobreza, mientras que el año pasado se registraron 53.4 millones en la misma situación.
Es decir, en seis años se registró un aumento de 600 mil pobres en el país.
Esto sin mencionar que en 2014, a dos años del sexenio de Enrique Peña Nieto, hubo un repunte de la pobreza llegando a los 55.3 millones de pobres. Cifra de la cual no se ha recuperado, con respecto al 2010.
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