Los activistas han buscado mediante proyectos culturales promover su uso recreativo; mediante libros, exposiciones y expresiones artísticas ,se ha estado informando a la opinión pública acerca del por qué la prohibición de la marihuana ha sido una estrategia fallida, y su despenalización puede ser una solución viable para la sociedad en general.
A pesar de su prohibición y de todos los estigmas que la envuelven, la marihuana es la sustancia ilícita más popular a nivel mundial. En la actualidad un promedio de más de 180 millones de personas la consumen según estimaciones de la Organización delas Naciones Unida (ONU), mismas que en el 2011 argumentaron que el 3.9 por ciento de la población del mundo la han probado en algún momento.
La veda del Cannabis comenzó a darse a inicios del siglo XX, tanto en México como en Estados Unidos, surgieron las primeras leyes que penalizaban el consumo de la marihuana, teniendo entonces como principal argumento, que el uso de la planta era cada vez más frecuente entre los jóvenes, hecho que podría provocar entre ellos, vandalismo y daños irreparables para salud.
Todas estas campañas fueron tomando fuerza desembocado en una ley federal Marihuana Tax Act.,implementada en la Unión Americana en el año de 1937, bajo el mandato del presidente Franklin D. Roosevelt, la cual penalizó la producción, consumo y distribución de la planta.
Legalmente Estados Unidos por medio de la Drug Enforcement Administration (DEA) tiene clasificada la marihuana dentro del “Programa 1” de narcóticos alucinógenos como de alto riesgo para quien lo usa sin prescripción médica.
En México algunos presidentes como Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles fueron los principales mandatarios que iniciaron con las distintas promulgaciones que promovían la penalización del uso de sustancias como la heroína y el opio, lista a la que el cannabis se sumó en 1920.
La marihuana en México, fue prohibida más por cuestiones internas, como de prevención en asuntos de salud social y evitar su comercialización a nivel nacional, y no por asuntos de seguridad, narcotráfico y de política como actualmente es manejada.
El auge de las leyes prohibicionistas comenzó a darse a nivel mundial en 1961, cuando bajo la creación de la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU, casi todos los países comenzaron a decretar leyes en pro de la penalización de la marihuana y muchas otras sustancias como la cocaína y la heroína.
Sin embargo, a pesar de que la marihuana está a nivel mundial fuertemente penalizada su producción, consumo y distribución, y luego de que bajo el mandato de Richard Nixon declarara la guerra en los años 70 del siglo pasado, por parte de Estados Unidos en contra las drogas.
En las últimas décadas han surgido grandes movimientos encabezados por políticos, activistas, artistas, literatos y ciudadanos que luchan en contra de la prohibición del cannabis, promoviendo campañas informativas que buscan cambiar la percepción de la población con respecto a la planta, esto con la finalidad de promover nuevas leyes locales y federales que permitan su uso regulado y posteriormente su legalización.
Durante décadas, esta hierba se ha hecho acreedora de varios estigmas o mitos que han impuesto y al mismo tiempo legitimado un discurso en el que aseguran es una sustancia altamente peligrosa como: Fumarla es causa de cáncer, puedes provocar sobredosis que llevan a la muerte, incita a ser adicto, pérdida de memoria, etc.
En países en los que se han permitido su despenalización, a parte de su consumo y producción, también se ha servido para científicos e investigadores, puedan estudiarla a fondo, ya que, su prohibición igualmente impedía que fuera analizada.
Estos nuevos hallazgos de la ciencia han funcionado para desmentir muchos de los estigmas que la rodean. Sus funciones medicinales, terapéuticos, y de recreación son campos que hoy en día son estudiados en varios países del mundo-
No obstante, otro tema por el que ha ganado terreno en el debate por la apertura hacia el consumo moderado del cannabis, es el de la guerra contra las drogas impuesta por Estados Unidos y secundada por México.
A pesar de que ambos países han luchado en contra de grupos de la delincuencia organizada que se encargan de la producción y venta ilegal de las drogas, estás han sido las únicas que se han visto beneficiadas económicamente por dicha guerra, cuestión que de igual manera ha dejado la muerte de cientos de miles de personas a causa de la violencia que ha sido generada el narcotráfico y el gobierno.
Actualmente los carteles mexicanos de la droga, siguen rigiendo la producción ilegal de las drogas, de las cuales la marihuana, según Informe 2014 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) es la sustancia que más se consume en América de Norte.
Por su parte el exmagistrado presidente del Tribunal Superior Agrario, Ricardo García Villalobos ha dicho que en país se siembran 7.2 millones de hectáreas de sembradíos de mariguana y amapola, cifras que según el exfuncionario, representa casi la tercera parte de las 27 mil 300 hectáreas que existen en el territorio mexicano que son utilizadas para producir cultivos ilícitos.
Villalobos aseguró que dicha tendencia se ha esparcido a lo largo y ancho de país, esto debido a que a partir de que se aprobó en la década de los 90 el Tratado de Libre Comercio de América Latina, se eliminaron los subsidios al campo mexicano, hecho que fue aprovechado por la delincuencia organizada para dotar a campesinos con semillas de marihuana, apoyo logístico y económico para la producción de la droga.
Todas estas cifran hablan de que México es un país con una vasta capacidad de producción y distribución de cannabis a nivel mundial. Siendo Estados Unidos y Canadá los mayores consumidores de la droga que es plantada en territorio nacional.
Por tales motivos, México está visto como una gran “fabrica” de producción de lo que se espera crezca el mercado legal de marihuana de manera rápida. La unión americana alberga un número aproximado de 16.7 millones de consumidores, cifras que según instituciones gubernamentales han ido en aumento con 8.7% en las últimos años desde el 2008.
En Estados Unidos el movimiento a favor del cannabis ha ido teniendo varios triunfos importantes, ya que en varios estados, en el que se permite su uso medicinal y recreativo moderado, entidades entre las que se encuentran: Alaska, California, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nebraska, Nueva York, Oregon, Rhode Island, Minnesota, Misisipi, Nevada, Carolina del Norte, Ohio y Vermont, y recientemente el estado de California, donde el año pasado en elecciones populares, ganó el “SI”, para que se permita su depenalización.
Entre los principales objetivos que se buscan lograr con la despenalización del cannabis, es que la prevención en cuanto a su consumo deje de ser un problema de seguridad nacional, y sea visto como de salud social.