En México son asesinados cada día entre 80 y 90 personas, hay casi 40 mil desaparecidos, la mitad de la población está en pobreza, siete de cada 10 mexicanos viven con miedo y existen varios antecedentes de masacres contra migrantes.
¿Qué tal mal estará la situación en sus países que los centroamericanos aceptan el riesgo de cruzar territorio mexicano en dichas condiciones para llegar a Estados Unidos o bien quedarse aquí?
Hace año y medio entrevisté a un migrante guatemalteco que hacia parada en Lechería, cerca de la estación del Suburbano, en Tultitlán, Estado de México.
Juan –como se llamaba– me dijo: “¿Para qué quiero llegar a Estados Unidos?, quiero un trabajo, conseguir una mujer y hacer una familia… nada más”.
Es decir, arriesgan todo por algo que para la mayoría de nosotros es de lo más normal: una VIDA DIGNA.
Ellos no sólo huyen de la pobreza o el desempleo, también de la violencia. Centroamérica está asediada por la Mara Salvatrucha, la pandilla más sanguinaria de todo el continente.
“Estás con ellos (La Mara Salvatrucha) o contra de ellos, no hay de otra […] es mejor huir para no unirte, ni ser víctima”, también me dijo en aquella ocasión.
México es un país de migrantes, está demás decirlo, pero en este contexto en el que le hemos reprochado tanto al gobierno estadunidense encabezado por Donald Trump, sorprende tanto la reacción de varios connacionales sobre la Caravana Migrante.
Argumentan que no son las formas correctas –legales principalmente– en las que dichos migrantes intentan llegar a nuestro país.
Bueno, los mexicanos que cruzan a Estados Unidos tampoco lo hacen en todas las de la ley. Atraviesan un muro, evaden policías y trabajan sin Visa, todo ello fuera de la legalidad estadounidense.
Dicen también que la “situación” que vive México no es la óptica para recibir a tantos “ilegales” que buscan “quitarnos nuestro trabajo” y los que no, “son delincuentes”.
Sin mencionar el parecido tan enorme de este discurso con el de Trump y sus seguidores, es importante decir que la tasa de desempleo actualmente es la más baja en más de 10 años.
Los hombres y mujeres más buscados por la Procuraduría General de la República (PGR) son mexicanos.
Y el argumento rey: “si quieres a los migrantes, por qué no los metes en tu casa”, frase que no refleja otra cosa más que la falta de empatía y con ella la xenofobia a todo un puedo que simplemente no puede seguir viviendo en su país.
Históricamente, México ha sido un país abierto de brazos para refugiados que huyen de cualquier parte del mundo, hecho que ha generado un legado cultural envidiable.
Hoy, se le quiere cerrar la puerta a la última salida que tienen miles de migrantes, abofeteando la pluralidad que caracteriza este país.
Recibir a los hondureños con la Policía Federal es igual a como los mexicanos son recibidos por la Patrulla Fronteriza.
Los mexicanos ocultan la xenofobia y aporofobia en “argumentos”, en “formas de pensar”. Sólo recordemos que esas y otras expresiones de odio y discriminación como la homofobia, fascismo, nazismo, clasismo y demás son, para muchas personas, una «manera de pensar».
Pero no se preocupen paisanos, Donald Trump no va a construir un muro, ya tiene no y se llama México.