Columna Rota: Fanny no fue asesinada por un taxista

22 febrero, 2018

Son 65 kilómetros los que me distanciaban de la casa de Rosalinda Estephanie Morales García, tras dos semanas en las que me buscará su madre, Rosalinda Silvia García Montero, quien desesperada me solicitó acudiera a verles. Mi petición es, como en cada caso en el que puedo conocer personalmente a las familias víctimas de feminicidio, acudir a su domicilio; así logré conocerlas, sentirlas, para narrarte a ti el dolor que cada caso nos va carcomiendo.

Rosalinda me recibió con gran abrazo, agradecida como todas las madres y padres que visito. Ansiosa me pasó a su casa. Las fotos de su hija, Fanny, adornan su hogar, también hay de Chester y Cuqui, sus perros. Nos dieron la bienvenida, la casa es sencilla, de dos plantas. Nos sentamos en el comedor y ella llamó a su esposo, José Luis Morales Serrano.

Antes que nada, les agradecí que me recibieran en su casa, que abrieran su corazón y su dolor, los ojos de ambos se llenaron de lágrimas, era tiempo de conocer a Fanny.

En ese momento escuché el quejido del pequeño de siete meses y entonces lo conocí, un hermoso niño de ojos enormes, a quien Fanny adoraba, por quien daba la vida, el ser que ahora se ha convertido en el hijo de Pepe y Rosalinda, “imagínate Frida a mis 50 años, vuelvo a ser mamá”, me comenta la devastada madre.

Fanny fue una hija deseada, esperada con mucho amor, su familia recuerda lo expresivo de sus ojos, eran preciosos, muy grandes, negros, tenía una sonrisa que conquistaba hasta el ser más duro.

Su infancia fue muy feliz dentro de las posibilidades; era hija única, le gustaba el futbol, la patineta y patines. Se tuvo que enseñar a defender, como lidiar con hombres, era la nieta más grande de tres, la primera. Nada se le dificultaba, era muy estudiosa y dedicada, se enseñó a ser independiente desde pequeña, era la adoración de su bisabuelita Chatita y de su abuelita Imer. Traviesa e inquieta, le gustaba leer e ir a los museos. Entró al grupo de los scouts ya que sus tíos, primos y abuelo estaban ahí. La adolescencia llegó y nuevos cambios experimentó, un nuevo domicilio modificó su vida, la secundaria la concluyó en la Telesecundaria.

Ahí hizo buenos amigos, cursó la preparatoria en una escuela privada. Era muy alegre, le gustaban las fiestas familiares:“mi beba era fanática de los tatuajes, por lo que se hizo cinco e iba por un último con el que se identificará y uniría con su hijo, terminó su carrera de comercialización y mercadotecnia”, me hizo saber su madre, quién llena de dolor ahora se pregunta, «¿qué sigue?, ¿ahora qué voy a hacer?».

“Fanny o Beba” como le decía su familia de cariño, desapareció el 14 de diciembre de 2017. Trabajaba en el Organismo de Agua y Saneamiento de Toluca, Estado de México. Recién había dado vida a su pequeño bebé seis meses antes, el 31 de marzo de 2018, habría cumplido 30 años.

Ese 14 de diciembre comenzó el infierno. Rosalinda era maestra, salió muy temprano de casa esa mañana, antes de irse le dio la bendición y un beso a Fany y a su bebé. Aquella ocasión, su hija tenía mucha gripa, por eso le dijo: “Te cuidas, ve al Doctor”, más tarde la madre le envió un mensaje: << ¿Cómo quedaste con tu papá?>>, <<Me avisas qué te dijo el Dr.>>,  Fanny sólo contesto con un Ok y un corazón.

A las seis de la tarde Pepe y Rosalinda llegaron con el bebé a casa. En ese momento la madre afligida le dijo a su esposo: “la gorda no se ha comunicado”. En eso estaban cuando tocaron a la puerta, primero golpes muy cortos, después más fuerte, eran las nueve de la noche: “Señora, es que, ay, no sé cómo decirle, mejor marque a mi mamá”, era la hija de una de las amigas de Fanny.

Eli, la amiga de Fanny, le hizo saber que como a las 18:00 horas ella mandó un mensaje que decía: «Me levantó un taxi en Metepec y el chofer no me deja bajar», le envió el número de las placas también, “sentí que se me cayó el cielo, tomamos al bebé y nos dirigimos de inmediato a poner la denuncia”.

Al llegar al Ministerio Público empezó el cuestionamiento: ¿Cómo iba vestida?, yo no sabía la dejé acostada”, dijo Rosalinda, a lo que Pepe contestó: “Mallón negro, blusa blanca, no recordaba los zapatos”. Eli también les hizo saber que Fanny se vería con el padre de su bebé. Y no había acudido a trabajar.

“Mi hija trabajaba en una dependencia de gobierno, nos atendió directamente la Fiscal de Género, la Maestra Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros, así como la Fiscal de Desaparecidos, la Licenciada Sol Salgado Ambros, la que sí vimos que trabajó fue Sol, el resto fue puro show” comenta Rosalinda.

El 17 de diciembre de 2017 encontraron el cuerpo de Fany en el kilómetro 9.5 del libramiento en el municipio de Acambay, en la comunidad de Detiña, En el Estado de México. Sus padres iniciaron, entonces, con lo que regularmente las familias tienen que hacer: investigar.

La noticia fue nacional, la mayoría de los medios informaban sobre la desaparición de Fanny, luego de abordar un taxi, sin embargo, algo no le cuadraba a la familia de la joven madre. Las investigaciones de los padres no concordaban con que su hija subiera a un taxi, presionaron a las autoridades y dieron con la dirección de la dueña del taxi, entrevistaron al conductor de transporte y se confirmó que, en efecto, él nunca vio a Fanny, ni siquiera la subió a su vehículo.

Cinco años atrás, Fanny conoció a un sujeto que la enamoró, se conocieron cuando entraron a apoyar a la campaña de Fernando Zamora, ahí se empezaron a relacionar y poco tiempo después se hicieron novios. Los padres recuerdan que cuando se los presentó él dijo llamarse Fernando García Morales.

“Tenían muchas discusiones, él era celoso, creo que por eso ella trataba de alejarse, sin embargo, regresaba. Recuerdo que, en enero de 2017, vino a la casa y nos hizo saber que se iría a trabajar a San Luis (un pueblo en Querétaro), quería hacer mucho dinero para casarse con mi hija, era un don nadie, sabemos que su padre tiene tráileres, él trabajaba como chofer, así transcurrió mucho tiempo y el amor de ella por él creció mucho, tanto que le dijo que se estaba divorciado, situación que supo acomodar a su conveniencia porque le empezó a sacar dinero con muchas mentiras que para su hijo, que no tenía pañales o leche, le hizo que le sacara un teléfono celular a nombre de ella y se lo dio, ella pagaba la línea por supuestos problemas financieros de él, Fernando hizo que Fanny se alejara de sus amigos”.

Rosalinda lamenta el grado de manipulación que ejerció Fernando en su hija: “le empezó a sacar todo el dinero posible hasta llegar a pedirnos dinero mi hija a nosotros para ayudarlo, ella decidió tener un bebé de él por las promesas que le había hecho para formar una familia, el irresponsable dejó toda la responsabilidad en nosotros por sus múltiples compromisos y enfermedades que él decía tener”.

La madre recuerda que al inicio de la separación el individuo la llamaba todos los días, después de vez en cuando: “él cambió mucho, ya que antes de que mi hija se embarazara la trataba como reina, pero después la dejaba a fuera de la casa o dejaba que ella se viniera sola. Mi hija se endeudó mucho para darle dinero. El día que el bebé iba a nacer, ella le habló, pero nunca acudió, prácticamente lo obligo a conocer al bebé, el 30 de noviembre”.

Fanny se asesoró con un abogado para demandarlo, su padre le decía que no valía la pena ese sujeto, haciendo caso omiso al consejo, Fanny decidió ir a buscarlo a San Juan del Río, Querétaro.

Fernando logró convencerla de no terminar con él, en tres ocasiones más Fanny fue a verlo, después el empezó a ir a Toluca.  Rosalinda está segura de que estaba convencida de alejarse cuando el sujeto le hizo saber a la joven madre que él no quería hacerse responsable del pequeño.

La madre de Fany detalla que cuando su hija inició los trámites de demanda, él le comentó que si lo obligaba a reconocer al bebé, el como padre tendría derecho a la convivencia pero que no se espantara que un día el bebé llegará sin un pie, un brazo, un golpe o que se lo regresara en pedacitos en una bolsa.

Fanny había decidido dejarlo, la joven mujer tenía un organizador en la pared de su cuarto, un pizarrón blanco, donde anotaba los días de trabajo y sus días felices, Rosalinda está segura que ese día que desapareció lo vio a él, en su organizador dibujo una carita enojada.

Fue el 27 de enero que me entrevisté con los padres de Fanny, las autoridades tenían ya todos los elementos para que el sujeto fuera aprendido, me hicieron saber de los malos tratos de la Fiscal de Feminicidios, Irma Millán Velázquez: “solo simulan que trabajan, nos trae de aquí para allá”, denuncian los padres de la joven. 

Las investigaciones arrojaron que el día que desapareció, Fanny y Fernando se encontraron en la avenida López Portillo, colonia San Lorenzo Tepaltitlán, en Toluca, abordaron un vehículo compacto y en un momento determinado iniciaron una discusión que derivó en el feminicidio. El teléfono de Fanny fue apagado justo después de que enviaron el mensaje de auxilio.

Pepe y Rosalinda ayudados de un buen elemento de la Fiscalía, hicieron como regularmente sucede en todo México, las investigaciones necesarias para encontrar al feminicida de su hija.

Al estar redactando estás líneas Rosalinda me notifica que fue girada la orden de aprensión y Fernando fue detenido el 13 de febrero de 2018, ahora espera que la justicia para su familia llegue: “se lo dije Frida a él en una ocasión, ella es el amor de mi vida es lo que más vale para mí, si le tocas un pelo, te vas a arrepentir, no le toco un pelo, le arrancó la vida, me la arrebató y va a pagar por cada herida que le causó a mi beba”.

Rosalinda terminó diciéndome “La extrañamos, me dejo a su Chemita, un pedazo de su corazón un ángel, y ese feminicida, tiene que pagar por habérmela arrancado”.

El cuarto de Fanny, se quedó tal como ella lo dejo, sus padres duermen con el bebé, Chester y Cuqui, los perros de Fanny, solo dan vueltas, ladran, la buscan, ella los adoraba, pero ella no buscó ser asesinada, intento alejarse a tiempo de él, Fernando, no lo permitió.

febrero 2018

Quieres contar una historia de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame a visualizarlas.

@FridaGuerrera

fridaguerrera@gmail.com

Columna Rota: El peregrinar en busca de Justicia

 

 

Comments

comments

ANTERIOR

Apuntes de un Centinela: El amor no es la respuesta en la política

Siguiente

2017, el año de la impunidad en materia de Derechos Humanos en México

ÚLTIMA ENTRADA

Judith

Judith y sus niñas

Judith Cruz Fierro nació el 26 de enero de 1977 en Santo Tomás de los Plátanos, Estado de México, como la tercera
chio

Justicia para Chío

Hace algunos días, por medio de mis redes sociales, estuvieron contactándome amigas de Chío, para compartir un texto sobre su feminicidio. Como
frojiMXTop

Don't Miss