Columna Rota: El feminicidio de Estela y la irresponsabilidad del Edomex

25 octubre, 2017

“Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”.  Ryszard Kapuscinski

 

La tarde del pasado 5 de octubre de 2017 aproximadamente a la 13:30 horas, me llegó un mensaje de una de las fuentes que tengo en el Estado de México, el cual decía: “Encuentran el cuerpo de una mujer con huellas visibles de violencia, con los pantalones hasta el tobillo, todo indica que fue violada y estrangulada”.

Al tener frente a mis ojos las imágenes, el rictus de dolor que vi en ese rostro me dejó una vez más con la extraña sensación de terror, otra vez, imaginar todo lo que esa mujer ahora dejada como un objeto desechable, inservible, padeció; imaginar su llanto, su sorpresa, las suplicas realizadas a su o sus ejecutores; y sin más fue eliminada después de que alguien decidiera ultimarla, ahí estaba exhibida, rota, aparentemente violada, humillada, NO muerta, ASESINADA.

Ella era Estela Juana María Álvarez Méndez, una mujer de 27 años, vivía en Nezahualcóyotl, el municipio mexiquense con mayores índices de violencia, después de Ecatepec. Era la primera hija de Martha Méndez Vázquez, y también era madre de cuatro niños. Buscaba ser feliz, como todas. Tenía una relación de pareja que no le daba mucha estabilidad, pero que a diario buscaban la manera de estar juntos.

A Martha Méndez le avisaron aproximadamente a las 20 horas de ese mismo 5 de octubre, solamente le hicieron saber que su hija estaba en el Servicio Médico Forense (Semefo) del palacio municipal de Neza.

Diciéndole que se trasladará a aquel lugar porque solo le darían informes a un familiar directo. Enseguida salieron con esperanza de que todo fuera una broma, de que no se tratará de Estela.

Ya en el Semefo, la pareja de Martha entró a identificarla, me describió un cuarto pequeño. Él recuerda que había tres cadáveres más, pero en el piso ya hacía completamente desnuda el cuerpo de Estela, la reconoció por el tatuaje que llevaba en el pecho con el nombre de uno de sus cuatro hijos, el hedor le resultó imposible por lo que salió prácticamente de inmediato solo a ratificarle a Martha que sí, era su hija mayor.

La joven de 27 años fue la portada de algunos medios de comunicación al día siguiente, ahí estaba su cuerpo una vez más exhibida, denigrada, la forma que hasta entonces su familia desconocía, como fue encontrada la foto del hallazgo del cuerpo de Estela, solo protegía con una cinta negra sus ojos, el resto del cuerpo otra vez revictimizado, ahora por la “nota roja” por si alguien no vio como la encontraron lo supiera.

Martha me relató la impresión que sintió de verla ahí y de esa forma tan infamante, ella ni siquiera había tenido acceso a su cuerpo, sí lo encontraron, pero las autoridades la enviaban de una agencia del ministerio público a otra.

De Neza a Tlalnepantla, le solicitaron dinero para agilizar el trámite de la entrega del cuerpo, con un periódico en la mano Martha, desesperada solo pedía le entregaran a su hija para sepultarla.

Estela fue encontrada a las 13:00 horas del jueves 5 de octubre, el cuerpo les fue entregado para su velación, hasta la madrugada del 7 de octubre. Martha no la vio, ya no la abrazó, ni se despidió de ella, tras el frío vidrio de la ventana del ataúd le dijo adiós.

Aun cuando les autorizaron la entrega, solamente la funeraria tuvo acceso al cadáver, ya no se le veía nada, solo su rostro con gruesas capas de maquillaje que ante los ojos de su madre, escondían golpes en el rostro y labios, se alcanzaba a notar su cuello y se veía visiblemente lastimado, por algo que la pudo haber estrangulado, tal vez la cinta verde que se veía en las primeras imágenes del hallazgo.

La historia de Estela puede quedar como las miles de mujeres que han sido asesinadas en este México malogrado, sin justicia, lleno de irregularidades, de violencia Institucional.

Martha me mostró el acta de defunción de su hija; el cual decía “Infarto Agudo al Miocardio, (muerte natural) con fecha de defunción. – “6 de octubre de 2017”. 

Las imágenes de éste Feminicidio dista mucho de haber perdido la vida por una muerte natural, la forma en que fue dejada, no concuerda con ello, y nuevamente los derechos de la víctima directa, así como la de las víctimas indirectas son violados en la capital del feminicidio

Álvarez Méndez tenía 4 hijos de 10, 9, 7 y 5 años de edad, Martha, se ha convertido nuevamente en madre, pero ahora de sus nietos. Los huérfanos del feminicidio esos niños que no se ven, los huérfanos, a quienes pocos se detienen a observar, a preguntar ¿cómo están viviendo la pérdida de su madre?, el daño es demasiado para toda la familia.

Su abuela se encuentra desesperada ante la falta de respuesta de las autoridades mexiquenses quienes han violentado su condición de víctima y la de los menores hijos de Estela.

Columna Rota: Victoria Salas, Un feminicidio en Tlalpan

En el capítulo dos del Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/feminicidio); el cual ofrece directrices para el desarrollo de una investigación penal eficaz de las muertes violentas de mujeres por razones de género, de conformidad con las obligaciones internacionales suscritas por los Estados. Curiosamente lo encontré en la página de Alerta de Género del Estado de México, señalan los siguientes puntos:

“Recuperar y conservar los medios probatorios relacionados con la muerte, y otras pruebas asociadas con la escena del crimen y el manejo del cadáver para ayudar a la identificación de los responsables intelectuales y materiales de los hechos”.

En el lugar donde fue encontrada Estela, se mantiene la cinta de protección para evitar que la escena sea contaminada, sin embargo, no hay autoridad alguna que lo esté custodiando, por lo que no se puede garantizar que esta no haya ya sido invadida, el cuerpo de la joven mexiquense no fue debidamente preservado al encontrarse sin refrigerar, su pareja la encontró en el piso de una Institución que hoy brilla por su falta de sensibilidad, lastimando con esta cuestión a la familia. Mientras que la necropsia de ley tiene una fecha de defunción que no es la correcta, y la causa de la muerte está señalada como “natural”; cabe recalcar que fue encontrada en un lugar que no era su hogar y semidesnuda.

“La investigación criminal debe desarrollarse garantizando el respeto y la participación de los familiares o personas que conviven con la víctima en su condición de víctimas indirectas. La Corte IDH reconoce el valor central de la participación de las víctimas en todas las etapas del proceso judicial dirigido a la investigación, el castigo de los responsables y en la determinación, aplicación, seguimiento y evaluación de los programas de reparaciones de los daños sufridos. “La intervención de la víctima no debe ser vista como un fin en sí mismo sino un medio para lograr mayores niveles de verdad y justicia. El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos estima que la falta de participación de los familiares en la investigación penal es suficiente para implicar la responsabilidad internacional del Estado.”

Martha Méndez Vázquez no ha tenido acceso a la carpeta de investigación a la que por ley tienen derecho de ver, tampoco ha recibido asesoría jurídica, ni psicológica. Hasta el día 22 de octubre el “comándate” a cargo les ha negado la información requerida por la familia, argumentando que no puede verla hasta que termine la investigación.

“Los niños, niñas y adolescentes, que sean parte de la familia inmediata de la víctima y que hayan estado presentes en el momento de la comisión del delito, o que hayan sufrido daños por haber intervenido para prestar asistencia a la víctima o por cualquier otra circunstancia, son considerados víctimas y tienen el derecho a una reparación integral”.

Los hijos de Estela no han recibido ninguna atención de las autoridades mexiquenses.

Todo esto lo puede usted consultar en http://alertadegenero-edomex.com/#acciones-de-gobierno

En otros momentos lo he escrito, no estamos obligados a conocer todas estas leyes y protocolos, nada más porque sí, no vas por la vida pensando que hoy o mañana te asesinen a tu hija, hermana o madre.  Se supondría que las autoridades deberían de informar sobre todo en aquellos lugares donde hay Alerta de Género como en el municipio de Nezahualcóyotl, sin embargo, aunque existe en su página web, no todo aquel que vive en el Estado tiene acceso a la misma, por lo que es obvio que la mayoría de la ciudadanía desconoce sus derechos y las obligaciones del Gobierno.

Al leer cada una de las 200 hojas que componen el Protocolo Latinoamericano, me pregunto, si los investigadores, policías, ministerios públicos y hasta la misma Fiscal de feminicidios en la entidad, la Lic. Irma Millán y la Lic. Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros, subprocuradora para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, ¿los conocerán?, o ¿sabrán que deben aplicarlos?

Y si los conocen ¿les vale madre romper tratados internacionales firmados por este país?

Al momento de redactar sobre la vida y el caso de Estela, y al ver inmensidad de omisiones e irresponsabilidad de las autoridades, me preguntó, cómo plasmo el dolor que sentí en la familia de la víctima, cómo le narró las ocasiones que le he marcado a Martha sin avisarle y me contesta una voz llorosa, llena de sufrimiento por su hija asesinada. Pero a quien no puedo decirle que se tranquilice cuando el daño es magno.

La insensibilidad gubernamental ya no me asusta, sin embargo, están obligados a actuar como lo deben hacer, para eso están, pero ¿y la sociedad?

Cuando comparto una vida más de una mujer arrebatada de nuestras vidas no faltan los juicios contra la víctima, la criminalización de la misma, la falta de ética de algunos medios de comunicación para nuevamente exhibirla, en portadas rojas que llamen al morbo público.

Pareciera como si los sentimientos de empatía hacia el resto se hubieran perdido, ¿por qué?, ¿Acaso se nos acabó ya la capacidad de sentir? ¿De qué manera se puede escribir la rabia y la impotencia?, al ver que nos estamos convirtiendo solo en testigos mudos de la violencia, que callamos y toleramos la incapacidad gubernamental para darnos respuestas reales.

El dolor se plasma todo el tiempo, y la prensa pareciera ya es pura nota roja, mujeres violadas y asesinadas a diario, en el Estado de México, Chihuahua, Puebla, Veracruz, Guanajuato, Ciudad de México, en cada rincón del país.

Gobernantes burlones, mofándose del dolor, insultando la inteligencia de cada uno de nosotros al decir que todo lo vemos mal o que exageramos, porque los “feminicidios han disminuido.”

¿Qué nos está pasando? Dónde se quedó esa solidaridad del mexicano en 1985, y del reciente 19 de septiembre de 2017, cuando sin importar edad, posición social, salimos a darnos la mano unos a otros, con todo el dolor que nos generaba ver la destrucción, el olor a muerte… ¿Qué ha cambiado desde entonces?

¿De verdad son más los que creen que este país es guiado por el camino correcto?, ¿De verdad nos creemos exentos de que nos asesinen o que asesinen a quien amamos?, ¿Dónde están las defensoras de mujeres que solo en ciertas ocasiones gritan y exigen investigaciones reales? ¿Acaso Estela no es mujer?, ¿Los hijos de Estela, su madre, no merecen también justicia?, ¿o mediáticamente no son importantes?

No sé qué le pasa al resto de la gente, lo que sí sé es que a mí me cuesta cada vez más trabajo hacerle extensiva la entrevista que le hago al dolor, me siento atrapada por el malestar, no sé ya como plasmar tanta rabia, tantas muertes, tanta impunidad…

Tengo claro que no soy la única que siente y piensa esto, sin embargo, cada vez es más difícil encontrarnos. Y en esa búsqueda, nos estamos alejando, nos están asesinando.

El grito pareciera ahogarse, y ante esto la reflexión ¿Cómo escribir la rabia, la impotencia? ¿Cómo le aseguró a la familia de Estela que encontraran justicia? Cuando en todo momento sus derechos son violentados por quienes se suponen deberían de asegurarse que así no sea. Cuando son ignorados hasta por las organizaciones no gubernamentales.

No sé, lo que sí tengo claro es que en este diario sobrevivir al México lleno de sangre e impunidad, por lo menos yo, no dejaré de gritar a su lado, no dejaré de evidenciar comunicando la ineficacia gubernamental. Rompiendo así todos los buenos modales periodísticos.

                                                                                                

                                                                                                            octubre 2017

#JusticiaParaEstelaÁlvarez

 

 

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@FridaGuerrera

fridaguerrera@gmail.com

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