Desde el año de 1994, cada de 15 de mayo La Organización de las Naciones Unidas conmemora el Día Internacional de la Familia. Fecha en la que se busca: “promover la concienciación y un mejor conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a este importante núcleo de la sociedad.”
Hoy son las políticas internas, de migración, guerras civiles, operativos de seguridad, pobreza extrema, entre otras cuestiones, las que vulneran de manera importante el desarrollo y bienestar de miles de familias a nivel mundial.
Como ejemplo, en Estados Unidos familias de migrantes que fueron en busca de una mejor calidad de vida, han sido separadas por la falta de una “Reforma” que el ex mandatario Barack Obama prometió a hispanos, africanos, asiáticos y europeos, que nunca trascendió y dejó en la misma posición de incertidumbre a más de 11 millones de indocumentados que radican en la unión americana, según cifras del Departamento de Seguridad Nacional.
A esto se ha ido sumando la postura que ha tomado Donald Trump, desde su candidatura a la presidencia, la cual se ha visto reflejada con las “órdenes ejecutivas” que impedía la entrada de personas de distintos países de origen musulmán (Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudan y Yemen), y que posteriormente fue detenida por dos jueces federales.
Personas que buscan escapar de la guerra y del terrorismo, que día a día tiene que enfrentarse al temor de ser secuestrados, de ser víctimas de una bomba o de un atentado.
En todo el mundo 65.3 millones de civiles han tenido que huir de sus lugares de origen, de los cuales poco más de 45 mil están huyendo de los países árabes antes mencionados.
Cifras que temen La ONU, próximamente pueda verse fuertemente incrementada ya que, el creciente conflicto bélico que tiene lugar en Yemen, pueda ocasionar que entre 100 mil y 300 mil personas tengas que emigrar y buscar ir, ya sea, a Europa o Estados Unidos.
Por otra parte, la construcción de la reja fronteriza que actualmente se lleva a cabo en la frontera norte de México, y la propuesta de edificar un muro, así como el intento de quitar apoyos a las “Ciudades santuario” y los constantes operativos que se hacen en distintos estados están separando a decenas de familias.
De acuerdo la organización “Dreamers Moms” a diario migración detiene a por lo menos 3 mujeres, madres de familia, por lo que en el 2016 fueron más de 900 fueron expulsadas del país. Quienes se suman a los más de cien mil padres de familia que desde 1998 han sido repatriados y separados de sus hijos.
Actualmente se estima que por lo menos 3 millones de jóvenes, niños y niñas ciudadanos estadunidenses tienen por lo menos a uno de sus padres con un estatus migratorio irregular, según cifras de Instituto para las Mujeres en la Migración AC.
Sin embargo, es importante señalar que muchas de las personas que han migrado a Estados Unidos, y que viven a diario con el temor de ser aprendidos y separados de sus padres, hijos y hermanos, tuvieron una razón del porqué salir de sus país de origen.
En su caso, existen millones de mexicanos que tenido que huir de la violencia, del desempleo, de la pobreza o de otras cuestiones que los orillado a tomar a la decisión de salir de su entidad y migrar a otro estado o país.
Familias mexicanas: separadas y desplazadas
Apenas habían pasado 11 días desde que asumió su mandato como presidente de la república y ya había tomado la decisión de declararle la guerra a los cárteles mexicanos del narcotráfico.
Era diciembre del 2011 y millones de familias en sus hogares, veían y escuchaban a Felipe Calderón comunicando su plan de seguridad nacional, el cual consistía en movilizar a la Policía Federal, sacar al ejército y a la marina de los cuarteles, con el objetivo de desplegar operativos en contra de los grandes grupos delictivos.
Desde entonces México se sumió en un clima de violencia armada, que ha tenido como consecuencia el asesinato de más de 100 mil personas y 20 mil desaparecidos, informó en su momento el Inegi.
A partir del mandato de Calderón, la población se acostumbró a ver en las portadas de los diarios, en los reportajes de revistas, televisión y radio, los casos de padres de familia que había perdido a un hijo a causa de los operativos y balaceras que siguen estando presentes en el contexto del país.
Palabras como daños “colaterales” se volvieron parte del vocabulario que el gobierno y medios de comunicación utilizaron desde el inicio de la “guerra contra el narcotráfico”.
Poco a poco organizaciones civiles empezaron con la búsqueda y descubrimiento de fosas clandestinas en las que miles de personas: madres, abuelos, padres, tíos, hermanos e hijos, fueron a parar a manos de los grupos delictivos.
Hechos que han marcado de manera importante al país, a tal grado de dejarlo con una gran mancha de sangre y dolor que aqueja desde hace 10 años a todo el país.
Por lo que miles de mexicanos han tenido que realizar un desplazamiento masivo de familias, derivado del temor real de sufrir un atentado, buscando opciones de dónde hacer una nueva vida.
La misma ONU ha definido este fenómeno como: Personas o grupos de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida”.
Según La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C. (CMDPDH), las desapariciones, secuestros, reclutamientos forzados, asaltos, robos de bienes materiales, extorsiones, amenazas, desalojos arbitrarios, violaciones graves a los derechos humanos, ejercidas por autoridades municipales, estatales y federales, generalizadas o sistemáticas, son las principales causas por las que las familias huyen de su lugar de origen.
Niños, niñas y adolescentes, indígenas, estudiantes, profesionistas, adultos mayores, campesinos, pequeños propietarios de negocios, empresarios, activistas, periodistas, defensores de derechos humanos, funcionarios públicos y mayoritariamente mujeres, madres de familia han sido desde el 2016 las principales víctimas de la guerra iniciada por el Estado mexicano, asegura la comisión.
Misma que ha documentado que Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas, son las entidades en las se han registrado 29 desplazamientos masivos de familias, afectado a más de 23 mil personas en 2016; siendo la violencia la principal causa.
Sin embargo, desde hace 10 años se tiene conocimiento de que ha habido más de 141 casos de desplazamientos en masa, en las que más de 200 mil personas no tuvieron los mecanismos de protección de seguridad por parte del gobierno.
Y mientras más han ido creciendo los casos de familias que tienen que escapar de la violencia, o de familiares que han sido víctimas por la “guerra”. El Centro de Investigación y Desarrollo Económicos (CIDE), en un estudio presentado este mismo año, ha informado que los carteles de la droga crecieron 900% más durante el último mandato del ejecutivo federal del PAN.
Mientras que en el sexenio de Peña Nieto, se sigue con el mismo plan de seguridad nacional, y aunque las grandes televisoras, diarios y revistas ya no cubren la violencia como su agenda principal, eso no ha evitado que se den a conocer que México ha hecho por las familias mexicanas, y el hecho de que se vivan hoy en día los peores niveles de criminalidad.
Ya que según el semanario inglés The Economist, el 2017 el país vivirá sus peores niveles de asesinatos, a causa de la batalla que se tiene con los cárteles.
Los niveles de crímenes del año en curso, han aumentado un 6% más si se compara con los del 2011, cuando México vivió su periodo más fuerte con respecto a homicidios se refiere.