Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band: el álbum que lo cambió todo

29 mayo, 2017

Terminaba agosto de 1966 y The Beatles había conquistado al mundo en cuatro años: canciones, sencillos y álbumes encabezando las listas de popularidad uno tras otro; ventas inimaginables para su época; teatros y estadios atiborrados de niños, adolescentes y adultos. Sin mencionar la moda popularizada por sus esponjadas melenas y trajes pomposos; eran parte del legado de la llamada Beatlemanía.

Sin embargo todo cobra factura. La fama del cuarteto de Liverpool provocó el histerismo de sus fanáticos, así como de las ciudades que visitaban. Multitudes esperando su llegada a los aeropuertos, cercando los hoteles en que se hospedaban y generando confrontaciones con elementos policiacos que no dejaban acercar a los seguidores en donde fuera que se hallaran los escarabajos.

Tal situación generaba que los jóvenes ingleses no pudieran salir de sus habitaciones de hotel. Dicha histeria llegaba hasta los escenarios, en los cuales, a causa de la tecnología de aquellos años, se escuchaba más los griteríos de los presentes que la actuación de la banda.

Sin mencionar los problemas políticos y amenazas de muerte que las declaraciones de John Lennon sobre que “The Beatles eran más populares que Jesucristo” generaron.

El grupo comenzó a detestar las giras, por lo que decidieron cancelarlas, hacer música únicamente desde el estudio y darse un descanso de los cuatro años de arduo trabajo sin parar.

The Beatles saliendo de su última presentación en vivo producto de la beatlemanía,en el Candlestick Stadium de San Francisco el 29 de agosto de 1966

Durante los escasos dos meses de vacaciones, John Lennon, en medio de una crisis marital con su esposa Cinthia, deprimido por su vida Beatle e incluso subido de peso, decidió acompañar al director Richard Lester a Almería, España a grabar How I Won The War; George Harrison fue a la India para perfeccionar su forma de tocar el sitar, bajo la tutela del músico hindú Ravi Shanka; y Ringo Starr se dedicó a pasar más tiempo con su esposa e hijo.

Mientras, Paul McCartney viajó junto con el productor de la banda, George Martín, a Estados Unidos para realizar la banda sonora de la película Luna de miel en familia.

Durante su estancia en tierras norteamericanas, Paul conoció a los integrantes de los Beach Boys, una de las pocas bandas estadunidenses que le hacían competencia a la invasión británica encabezada por The Beatles.

McCartney admiraba a la banda liderada por Brian Wilson, sin embargo, un álbum en específico y que habían sacado apenas tres meses antes de su viaje a Estados Unidos había vuelto loco al Beatle: Pet Sounds. Más fue su sorpresa al enterarse que el álbum Rubber Soul del cuarteto de Liverpool había sido su inspiración directa.

Paul regresó inmediatamente a Inglaterra y reunió a sus compañeros de banda para regresar al trabajo.

Pet Sounds de The Beach Boys, uno de los álbumes más innovadores de la música contemporánea

Strawberry Fields Forever y Penny Lane: una probada de lo que venía

El paro de giras y presentaciones públicas de golpe por parte de The Beatles provocó una serie de especulaciones en los medios. En prensa, televisión y radio hablaban de un estancamiento creativo y la inminente separación del grupo.

Paul regresaba de Estados Unidos con el ímpetu de hacer un álbum, sin embargo, por cuestiones comerciales, tenían que sacar un sencillo que fuera la antesala de todo un repertorio musical. Ahí apareció John Lennon.

Para Lennon, solía difícil ser Lennon. Él siempre creyó que su genialidad era una especie de locura, la cual veía más como una maldición que como una bendición. Se preguntaba constantemente para qué servía su existencia en la tierra. Una noche, se puso de rodillas y gritó: Dios, Jesús, quien quiera que seas, ¿queras decirme qué mierda debo hacer?

Tras no encontrar respuesta, John plasmó su respuesta en una de las mejores composiciones de su carrera: Strawberry Fields Forever.

Lennon compuso la canción durante su estancia en España. El lugar era el nombre de un orfanato del Ejército de Salvación, cerca de la casa de John, en el cual solía jugar de niño y podía alejarse de todo lo que lo rodeaba, donde nada es real.

George Martín definía la pieza como un mundo de sueños nebuloso e impresionista.

Sobre ello, John decía: “Yo era diferente a los demás, lo he sido toda mi vida. El segundo verso dice ‘Creo que no hay nadie en mi árbol’, bueno, yo era muy tímido y estaba lleno de dudas. Lo que estaba diciendo es que nadie parecía entender lo que yo entendía. Por lo tanto, yo debía estar loco o ser un genio”.

La primera grabación de Strawberry Fields Forever era sólo con guitarra eléctrica y órgano, muy diferente al producto final. Quizá sea la canción que más cambios sufrió. Como fueron avanzando las tomas, se le fueron agregando instrumentos: bajo, violonchelo, trompeta y dos “juguetes” nuevos, un melotrón (un instrumento tipo piano que podía reproducir diferentes sonidos) y una svarmandal (una arpa hindú); sin mencionar la batería impecable de Ringo.

Strawberry Field, el orfanato del Ejército de Salvación cerca de la casa de John Lennon

Pese a ser colaboradores de composición, siempre hubo una pelea interna entre Lennon y McCartney, la cual ayudó a la mejora musical del grupo. Un claro ejemplo de la rivalidad fue Penny Lane.

Al igual que la canción de John, Penny Lane es sobre un lugar real de la infancia tanto de Lennon como de McCartney.

Penny Lane es una calle de Liverpool donde McCartney y Lennon solían encontrarse para tomar un autobús al centro de la ciudad. En ella Paul relata la cotidianidad de la calle; una linda enfermera, un alegre barbero, un banquero excéntrico, un bombero patriótico y algunos transeúntes, son los protagonistas de su canción.

La canción se caracteriza por su piano principal y por los dos increíbles solos de trompeta que Dave Mason grabó a petición exclusiva de McCartney, luego de que éste lo escuchara interpretando a Johann Sebastian Bach en televisión.

Este sencillo era un claro ejemplo de la consolidación de instrumentos no convencionales en la ejecución del rock y que The Beatles en álbumes anteriores comenzaría a experimentar.

El dúo de canciones no llegó al primer lugar de listas de popularidad, siendo el primero en no lograrlo desde su primer sencillo Love me do/P.S I love You. Sin embargo, para George Martín, Strawberry Fields Forever/Penny Lane es el sencillo más grande jamás lanzado por el grupo

The Beates habían logrado lo que John quería, convertir a Strawberry Fields Forever y a Penny Lane en una especie de sueño psicodélico que fuera el lugar mágico de todo el mundo y no sólo de ellos.

Penny Lane, la calle donde Paul y John solían encontrarse

Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band: el rock como arte

Cuando McCartney regresaba de Estados Unidos en el avión que viajaba hacia Inglaterra comenzaba a pensar en las posibilidades del nuevo álbum. Entonces pensó: ¿Por qué no salirnos de nosotros mismos? ¿Por qué no tocar como si fuéramos como nuestro alter ego?

A la mente de Paul llegaba la idea de una banda que no fuera The Beatles tocando por ellos y yendo a las giras por ellos, además de no llevar consigo la presión y la carga en la espalda de ser The Beatles. Sólo le faltaba un nombre. Fue en ese momento cuando llegó la comida del avión y con ella un frasco de sal y pimienta, ahí a McCartney le llegó la idea: Salt and Pepper… Sgt Pepper.

Con un público alentando y una banda afinando, guitarras ásperas y la voz rockera de Paul, acompañado de trompetas, el grupo se presenta como Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band y deja el estandarte a Biliy Shears y With a Little Help From My Friends, cantada por Ringo Starr.

With a Little Help from My Friends es una conversación entre el cantante y un grupo de gente, a quien le pide ayuda para no cantar sólo la canción.

Al terminar Ringo, el concepto del alter ego se evapora y resurge en la penúltima canción Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (Reprise), que funciona como despedida ante el último acto presentado.

Sesión fotográfica de lo que será una de las portadas más bellas de la historia

Pese a que Lennon tiene el término de innovador en la frente, McCartney fue el cerebro detrás del Sgt Pepper, presentando piezas interesantes en el álbum.

Saliéndose de su zona de confort, Paul escribe Fixing a Hole, una de las pocas canciones donde se sumerge en la psicodelia. La canción trata sobre, como diría McCartney, tener la posibilidad de pensar libremente.

Como el chico meloso de la agrupación, McCartney escribió Lovely Rita, una historia de amor entre una policía de tránsito y un conductor infraccionado. La canción mantiene un ritmo palpitante que finaliza con un clímax vocal.

Con Eleanor Rigby como antesala, McCartney presentó She’s Leaving Home, la cual narra la historia de una niña que había huido de su casa. La melosidad de Paul aparece nuevamente. Con un trabajo de voces marcado, la canción denota porque The Beatles es una de las bandas con mejor registro vocal. Los arreglos de cuerdas de George Martin recalcan que un par de guitarras, un bajo y batería no son suficientes para las composiciones de la banda.

Con la nostalgia como estandarte, Paul sacó del baúl de los recuerdos When I’m Sixty-Four. Escrita a los 15 años, McCartney se inspira en su padre para relatar a un hombre joven que le canta a su amada sus planes de envejecer juntos.

1967, el año donde la sinergia beatle hacía efecto

Las colaboraciones de John se caracterizan en Sgt. Pepper por el grado de cotidianidad de donde nacen. Lucy in the Sky with Diamonds, por ejemplo, está inspirada en un dibujo de Julian, el hijo de John. Los trazos y colores de su hijo llevaron a Lennon a un mundo de fantasía psicodélica al estilo de Lewis Carroll, marcado por un teclado inicial y coro constante inconfundible.

Un caso más de cotidianidad es Being for the Benefit of Mr. Kite!, la cual nació de un afiche de circo que databa del siglo XIX, que adquirió John Lennon en una tienda de antigüedades. En la canción prácticamente narra los actos que el anuncio circense promocionaba.

Mr. Kite fue una de las más complejas canciones en el Sgt. Pepper. Lennon quiso que la pieza tuviera una «atmósfera de carnaval» a través del órgano. Después de intentar sin éxito con grabaciones múltiples y mucha experimentación con instrumentos «de circo», George Martin literalmente cortó la cinta en piezas y después la juntó de nuevo al azar para plasmar el sonido característico de la canción.                            

Y qué decir de Good Morning Good Morning, rock puro inspirado por sus épocas precoces en Hamburgo y un comercial pegajoso de Corn Flakes. La guitarra eléctrica de Harrison y el doble bombo de Ringo le daban la dureza necesaria para ser una canción estupenda.

Menos giras, más tiempo en el estudio

George Harrison hace una pausa, el intermedio dentro de la obra. Inspirado en música de la india, el guitarrista hace notar su experiencia en instrumentos orientales, así como en la filosofía hindú. Georgie comienza a abrirse paso dentro de los monstros de compositores que tenía de compañeros. Harrison es el emblema de la experimentación dentro del grupo.

La autoría Lennon/McCartney se hace presente de forma importante. La primera en aparecer en el álbum es Getting Better, una canción optimista protagonizada con la voz de Paul, mientras lo pesimista de John la acompaña con coros agudos. Esto habla de la complementación contradictoria que representa dicha dupla.

Sin embargo el auge de la firma Lennon/McCartney se da en la última canción del Sgt. Pepper: A Day in The Life.

John tenía unos cuantos versos para una canción, estos hablaban sobre noticias distintas y lo mucho que le preocupaban. Mientras que Paul tenía un par de líneas acerca de una persona común en una inusual mañana rutinaria, en la cual no puede pensar en nada más que en sí mismo. Nuevamente vemos los contrastes de composición de los compositores.

El problema era encontrar una manera de conectar ambas partes, pues la de John era lenta y triste; en tanto la de Paul era rápida y alegre. Entonces, a McCartney se le ocurrió unirlo con una orquesta.

John con una voz que eriza la piel, acompañado de un piano barroco y una ejecución excelsa de Ringo en la batería, la orquesta liderada por George Martin hace un clima de ir y venir entre las partes compuestas por Lennon y McCartney, finalizando con un acorde que parece no tener fin.

Lennon y McCartney el dúo de compositores definitivo guiado por su mentor George Martín

Quizá las canciones individuales no muestren peso, pero en conjunto se complementan perfectamente. En mayor medida que en cualquier otro álbum de The Beatles, las canciones del Sgt. Pepper resuenan entre sí, cobrando fuerza.

El álbum refleja a los mismos Beatles, así como su mayor cualidad, donde la totalidad es mayor que la suma de las partes.

Si bien, el impacto popular del álbum no fue el mismo que lanzamientos anteriores, para la crítica y músicos, el octavo álbum de estudio de los escarabajos fue el auge de The Beatles como banda.

Más allá de lo musical, en el concepto y hasta en la portada, la innovación del cuarteto de Liverpool no tenía precedentes.

Y como lo define la revista Rolling Stone: “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band es el disco de rock más importante de la historia, una aventura sin igual en concepto, sonido, composición, arte de tapa y tecnología de grabación hecha por el mayor grupo de rock de todos los tiempos”.

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