Daniel Martínez GarbunoCuando una persona lee una noticia de corte internacional, es muy probable que se encuentre ante la investigación y redacción –a veces editadas; la mayor parte del tiempo no– de un periodista perteneciente a alguna agencia de noticias. Hay cuatro principales, las grandes del mundo: Associated Press (AP), Reuters, Agence France-Presse (AFP) y EFE. Pero también hay muchas, más pequeñas, más específicas, pero igual de relevantes, como Bloomberg, DPA, Xinhua y hasta Notimex, de nuestro país.
Hasta hace pocos años, la mayor parte de estas agencias se mantuvo en la oscuridad, señala el investigador inglés Phil MacGregor, lo cual ha derivado en un virtual desconocimiento general sobre cómo funcionan estas agencias, cuándo surgieron, y cómo es que han llegado a ser tan poderosas. A modo de ejemplo, Reuters cuenta actualmente con cerca de 2 mil 600 periodistas distribuidos en 200 locaciones alrededor del mundo.
El nacimiento de las agencias de noticias se remonta al siglo XIX, en específico, a 1835, cuando el francés Charles Louis Havas transformó su empresa de traducciones en la primera agencia internacional de noticias. Ésta tenía el nombre de Agence de Feuilles politiques et correspondence générale, aunque coloquialmente se le conoció como Havas. La agencia aún existe, aunque cambió su nombre tras la Segunda Guerra Mundial y ahora es conocida como AFP.
Durante este siglo también surgieron otras agencias que ayudarían a la formación del mundo y a la diseminación de la noticia de una manera más rápida. La Associated Press surgió en 1848 –como una unión de periodistas neoyorquinos que buscaban informar más eficazmente sobre la guerra, la invasión de Estados Unidos en México; aquella cicatriz histórica que nos dejó sin la mitad de nuestro territorio–, Reuters nació en 1851 y EFE, que originalmente se llamaba Fabra, en 1865.
Su historia desde entonces hasta ahora ha tenido distintos caminos, los cuáles luego se abordarán. Existieron otras agencias que tuvieron cierta importancia histórica pero que ahora han caído en el olvido, como Wolff o UPI; existió un periodo a mediados del siglo XX en el que florecieron las agencias nacionales de noticias y que sirvieron como un método de difusión gubernamental más que como verdaderas portavoces de información periodística. Pero mientras todo esto sucedió, las cuatro principales agencias del mundo se fortalecieron hasta llegar a lo que son hoy.
En 2015, Reuters tuvo una ganancia bruta de 12 mil 209 millones de dólares y AFP, 298 millones de euros, mientras que AP ganó en 2014 un estimado de 604 millones de dólares. Sus actividades, desde que nacieron como portavoces de información, se han diversificado. Ahora envían no solo reportajes, entrevistas y notas informativas, sino también fotos –el periodista Burhan Ozbilici, ganador del World Press Photo de este año labora con AP–, videos e infografías, con lo que dan un panorama completísimo de las noticias.
En México existen varias agencias de noticias, como por ejemplo Apro y Cuartosocuro. Sin embargo, la más conocida e importante es Notimex, cuyos orígenes se remontan a 1968. Antes del nacimiento de esta agencia –catalogada por muchos como estatal y nacional– existieron otras, las cuales siempre estuvieron ligadas al gobierno, que las utilizó como portavoces de sus noticias. Por mencionar algunas, igual más adelante se tratará este tema en particular, están la Agencia Trens, la Agencia Duems y la Agencia Ariel.
Sin embargo, la agencia con mayor presencia en nuestro país actualmente es la española EFE, la cual –acorde al mismo Notimex– provee hasta un cuarenta por ciento de la información emanada de este servicio. Otras agencias que tienen una importante presencia, al menos en los periódicos capitalinos, son Deutsche Presse-Agentur (DPA, de Alemania), AP y AFP. Es decir, cuando un mexicano lee información internacional en un periódico, lee las versiones alemanas, estadounidenses, francesas y españolas. Pero muy pocas veces, las mexicanas.
