Jhoselin SánchezLa tragedia ocurrida este sábado 12 de agosto, en la ciudad de Charlottesville, en Estados Unidos (EEUU) vuelve a poner sobre la mesa los intereses y proclamas de grupos que se califican abiertamente defensores de la “supremacía blanca” en dicho país, entre ellos: Alt Right.
El pasado fin de semana, en el estado de Charlottesville, Virginia, en la Unión Americana, se dio un altercado de opiniones, en torno a derribar la estatua del líder confederado de Estados Unidos, Robert E. Lee, emblema de la defensa del esclavismo durante la guerra civil estadounidense.
Éste episodio culminó en una escalada de violencia que dejó como saldo: una joven de 32 años muerta y 19 personas heridas. Luego de que un automóvil, conducido por un joven afín a grupos supremacistas, embistiera a un grupo manifestante opositor.
La convocatoria a favor de mantener, y defender la figura de este confederado, surgió del grupo Alt Right, un colectivo que públicamente manifiesta su lealtad a los ideales de estos personajes de la historia de la guerra civil estadounidense; y quienes a su vez, se declaran a favor de “preservar” los orígenes europeos de los antepasados que poblaron EEUU, es decir la raza originaria “blanca”.
¿Qué es Alt Right?
Los principios del conjunto a favor del supremacismo de la raza blanca, denominado Alt Right, según versiones periodísticas, pudieron surgir a raíz del discurso del filósofo estadounidense, Paul Gottfried, cuyo trabajo se centra en la teoría política conservadora de dicho país.
Su nombre refiere a “alternativa antisistema” y el concepto “alt right”, pronunciado por Gottfried, para definir a un tipo de movimiento conservador y anti “establishment”.
Su origen, data del periodo del 2008 al 2010, a través una comunidad de personas en internet que agruparon en plataformas de internet llamadas “4Chan” y “8chan” en la cual manifestaban, a través de imágenes y memes, su vehemencia a ciertos “ideales” como la defensa de la “raza blanca”, posturas antiinmigrantes, críticas hacia los judíos y hostigamiento a usuarios contrarios a esta ideología.
El auge del grupo se situó en el año 2008, tras el triunfo del candidato del Partido Demócrata a la presidencia de EEUU, Barack Obama, y de origen afroamericano, así como la crisis financiera global de dicho periodo. Ello, por su marcada oposición a estos hechos.
Richard Spencer, presidente de un centro de estudios a favor del nacionalismo blanco, Nacional Policy Institute, encabeza este grupo y es fundador de la página web alright.com, en la que se establecen principios y posturas, además de la difusión de artículos sobre dicha organización.
Entre los principios que se leen en la página web para definir: qué significa ser Alt Right; se resalta la importancia de la raza, la defensa de los antepasados europeos fundadores de Estados Unidos (en específico, a los anglosajones), la crítica hacia el pueblo judío, la oposición al feminismo, afinidad a la defensa del uso y portación de armas de fuego, y la defensa de un nacionalismo exacerbado, así como el repudio a grupos migrantes que residen en EEUU .
Afinidad con Donald Trump
En 2016, este grupo volvió a tomar relevancia al manifestar su abierto apoyo a la campaña del entonces candidato del Partido Republicano a la presidencia de EEUU, y empresario, Donald Trump. Cuyo lema de campaña, se centró en el ataque a los migrantes, principalmente de origen mexicano, que se encuentran en la Unión Americana; una defensa exacerbada del nacionalismo y proteccionismo económico.
Una de las propuestas que más aplaudió de este grupo, fue la creación de un muro fronterizo entre EEUU y México. El famoso wall. Así como, el endurecimiento de la política migratoria.
Cuando Trump ganó la presidencia de este país, Alt Right, a través de Richard Spencer, se manifestó a favor del magnate con el singular saludo, alusivo al saludo del Nacional Socialismo alemán: Hail Trump! Hail our people! Hail victory!
El equipo de campaña del magnate reprobó el discurso y la asociación con este grupo, sin embargo, se contradijo cuando nombró como jefe de estrategia de su gabinete a Steve Bannon, quien encabezaba el sitio de noticias Breitbar News, página web afín a “Alt Right”.
Trump y el episodio de Charlottesville
Tras la tragedia del pasado sábado, se criticó que el presidente estadounidense Donald Trump no condenará este hecho de forma inmediata. Dos días después, en un discurso público, el mandatario se limitó a responsabilizar del hecho a los dos grupos de manifestantes que se encontraban en Charlottesville.
«Había gente mala en un lado y también muy violenta en el otro (…) había gente muy buena en ambos lados».
«He condenado a los neonazis, he condenado a muchos grupos. Pero no toda esa gente eran neonazis, o supremacistas blancos, ni mucho menos», pronunció Trump en un discursos oficial al respecto.
Este hecho fue interpretado por Richard Spencer, el líder de Alt Right, como una condena que no se dirigía a los grupos a favor del supremacismo, y que más bien reprobaba a los manifestantes de izquierda. Incluso se dijo “feliz” de tal posición.
Más tarde, en esa misma conferencia de prensa el presidente Trump defendió el derecho de manifestarse contra la retirada de símbolos confederados. Concentrando aún más la crítica de los medios.
Un días más tarde, Trump reculó lo dicho, y manifestó: «por supuesto que incluye a los supremacistas blancos, Ku Klux Klan, Neo-Nazi y todos los grupos extremistas”. Además, pidió la unidad nacional. Aunque para entonces, esto ya fue considerado como tardío.
La protesta contra la remoción de estatuas de personajes confederados no paró ahí. En Carolina del Norte, grupos manifestantes derribaron este martes 15 de agosto, una estatua de Robert E. Lee.
En respuesta a ello, Richard Spencer dio a conocer en un texto que “la revolución cultural había comenzado, sin embargo, estatuas de Marthin Luther King –líder del movimiento a favor de los derechos de los afroamericanos en EEUU- , serán desplazadas con el mismo gusto, pero por grupos de nuestro lado”.
Esto sólo es una muestra de los pronunciamientos que continuarán, y de las posturas que prevalecerán tanto de los grupos a favor del supremacismo, como de aquellos en contra.
En tanto, en la prensa internacional continúan las críticas hacia el presidente Trump, por su postura calificada como “poco firme” ante la tragedia de Charlesttonville y los grupos radicales.
