Breve texto para comprender a los kurdos

En medio de toda la masacre y guerra continua que es Medio Oriente, un grupo étnico; los kurdos, luchan no sólo en favor de los intereses de las potencias que pugnan por la región, sino también, por su propia autonomía, por un futuro. Han tenido un pasado antiquísimo, pero durante la mayor parte de esta historia, han sido una minoría dentro de imperios más grandes. Y ahora son a la vez, carne de cañón y pioneros de una posible nueva nación. Kurdistán.

Esta semana el gobierno de Estados Unidos anunció que entregará armamento militar pesado a las tropas kurdas que están en combate actualmente en Siria, lo cual levantó las alarmas y la polémica en Turquía, pues ven esto como una potencial amenaza contra ellos y acusan a los estadounidenses de estar cooperando con una organización terrorista (las Unidades de Protección Popular, YPG, que tienen estrecha colaboración con el grupo armado kurdo PKK) para acabar con otra organización terrorista (el Estado Islámico). Esta nueva información acentúa aún más la posible independencia del Kurdistán.

Pero, ¿quiénes son los kurdos?, ¿qué buscan?, ¿por qué pelean contra Turquía y contra el Estado Islámico?

El pueblo kurdo está conformado por cerca de treinta millones de personas distribuidas principalmente entre Turquía, Siria, Irak e Irán, y durante todo el siglo XX se han encontrado en una situación precaria: entre la espada y la pared. Es por eso que durante largo tiempo han buscado su independencia, y ésta por fin puede verse como posible, luego de que en abril del 2017, los principales partidos políticos del Kurdistán iraquí “acordaron organizar un referéndum de independencia para abandonar Irak durante el año 2017”, según señala Sputnik.

El pueblo kurdo remonta sus orígenes al siglo VI a.C., y durante casi toda su historia han estado dominados por otros imperios más grandes y poderosos, como el persa y el otomano. Su religión principal es el islam, pero no hablan en árabe y no han perdido su identidad cultural, ni el sueño de poseer total autonomía y un país en el que puedan desarrollarse y crecer con prosperidad.

Durante toda la existencia del Imperio Otomano (el cual desapareció tras la Primera Guerra Mundial), los kurdos vivieron en una virtual autonomía, pero tras la derrota otomana y su posterior desaparición sucedió una tragedia: Francia e Inglaterra buscaban tener un control mayor en el área de Medio Oriente, por lo que se repartieron el área del antiguo imperio, en lo que se conoce como el acuerdo Sykes-Picot. De esta forma nacieron Siria, Turquía, Irak, Palestina y Líbano. De un golpe, el antiguo territorio de los kurdos había sido dividido entre naciones lejanas con intenciones imperialistas.

Este acuerdo es un punto de inflexión en la historia, y marca el inicio del turbulento siglo que ha vivido Medio Oriente. Y para los kurdos, comenzó un siglo de represión, minoría y exterminio. En 1988, Sadam Husein asesinó a cinco mil kurdos durante un ataque químico en la ciudad de Halabja. E historias como ésta hay muchas más.

El cambio en la suerte kurda vino con el surgimiento del Estado Islámico. De un momento a otro pasaron a ser la primera línea de defensa contra el expansionismo de los extremistas dirigidos por al-Baghdadi. Pero que estén en el frente de batalla no es una labor caritativa por parte de los kurdos: es defensa propia, para evitar que se repitan los genocidios del pasado. Esto hizo que la independencia del Kurdistán estuviera de nuevo en la boca de Occidente. Y al mismo tiempo, provocó que el gobierno turco se proclamara en contra: una posible nación kurda significa un futuro adverso para ellos.

Esto hace de Medio Oriente un tablero de damas chinas: todos combaten contra todos. Por ponerlo de una manera sencilla: Turquía, Kurdistán y Estados Unidos combaten contra el Estado Islámico, y al mismo tiempo Turquía combate las pretensiones independentistas de Kurdistán (y Estados Unidos las apoya, pero sólo en Irak; en Turquía piensa que las organizaciones kurdas son terroristas). En Siria, el pueblo kurdo y el gobierno sirio tienen una paz teórica, lo que pone a los kurdos sirios contra Estados Unidos y bajo el cuidado de Rusia y, de nuevo, en la mira de los turcos. Pero si los kurdos intentaran un crecimiento en Irán (es difícil que esto suceda, claro), entonces serían enemigos de Rusia. Y si los kurdos de Irak votaran por su independencia, ¿cómo vería el gobierno estadounidense este movimiento que significaría la pérdida de una importante porción del territorio iraquí? Es un trabalenguas político.

Como señala Joseph Micallef en The Huffington Post, la situación de la Guerra Civil en Siria, y la situación kurda en Medio Oriente es pura política bizantina. Lo que es cierto es lo siguiente: los treinta millones de kurdos que habitan, luchan por sobrevivir y mueren por un futuro mejor para ellos, no tienen la culpa de las políticas expansionistas de Occidente a inicios del siglo XX. Merecen la oportunidad de vivir en una única región kurda, Kurdistán.

Comments

comments

ANTERIOR

De safaris, carreteras y conexiones a internet

Siguiente

El Día de la Victoria en México: cuando la URSS ganó la Segunda Guerra Mundial

ÚLTIMA ENTRADA

AIFA

El otro fracaso del AIFA

Aunque sus ingresos aumentaron nueve veces en el último año, el AIFA aún no consigue ser rentable y depende de forma vital
frojiMXTop

Don't Miss