Claudia Ivette Martínez García nació el 14 de julio de 1990, fue la primera hija de Claudia, «era muy pequeña cuando la tuve, me sentía rara como mamá, cuando me embaracé ni siquiera tenía bien claro qué iba a pasar”.
“Me hice novia de su papá y cuando menos nos dimos cuenta ya estábamos criando a una beba, los dos teníamos 14 años, para todos lados traía a mi niña, siempre trabajé y finalmente a los 20 años entré a laborar a la Delegación Cuauhtémoc» .
Claudia y su pareja tuvieron dos pequeños más, sin embargo, cuando estaba embarazada del más pequeño, él decide irse y dejarlos. Aún así, las niñas mantenían comunicación con su papá, incluso, cuando nació el pequeño, lo registraron juntos. Pero la relación no prosperó.
Por su parte, Claudia Ivette conoció a José, su pareja, en 2010. Empezaron a vivir juntos muy pronto, en medio de desacuerdos y todo lo que conlleva una relación,, se enojaban y regresaban, «eso no indicaba que no nos amaramos», me aclara él.
En marzo de 2015, luego de varios intentos por ser padres, Claudia Ivette y José reciben en sus vidas a Majo, la pequeña que se convirtió en la luz de ambos.
En abril del 2013 ocurrió un hecho que rompería a la familia, Abigail, hermana menor de Claudia Ivette, se suicida.
Este suceso provoca que Claudia se mude de Cuernavaca, Morelos, a la Ciudad de México, junto a José. Sin embargo, para 2020 la pareja decide regresar a Cuernavaca para darle una vida de mayor calma a la pequeña Majo.
El jueves 22 de abril de 2021, José y Claudia Ivette discutieron, para evitar que la discusión continuara, él decidió salir de la casa e ir a casa de su madre en la Ciudad de México. Todavía el viernes hablaron por celular, pero ella seguía molesta.
José regresó a su casa el domingo 25 de abril, pero al llegar nadie le abrió, así que decidió retirarse del lugar.
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Más tarde regresó a la casa junto con su hermano, no tenía llaves por lo que pensó en saltarse para ver que Claudia estuviera bien. El hermano de José logró subir para asomarse por la ventana del cuarto de la pareja, fue cuando la vio y alarmado le dijo a José que mejor se asomara él porqué no se veía bien.
Fue entonces cuando José le avisó a la mamá de Claudia lo que había sucedido. Su hija ya no estaba con vida.
«Otra vez pasar por lo mismo, corrí como pude para llegar a mi casa e irme a Cuernavaca, iba pensando mil cosas, otra vez mis hijas»; al llegar a la casa de su hija ya estaba la policía, ya no pudo verla, solo le dijeron que había sido violentada sexualmente y que la habían asesinado.
Desde entonces, Claudia no ha tenido acceso a la carpeta de investigación, la Ministerio Público, Nara Téllez Valencia, de la Fiscalía de Feminicidios de Morelos le comentó en aquel momento que debían mandar a patología los órganos de su hija para poder determinar la causa de su muerte.
Pasó más de un año para que le dijera que mejor se hiciera a la idea de que su hija se había quedado dormida, que la necropsia no arrojó nada. En mayo pasado, la mamá de Claudia y José solicitaron una cita con la fiscal de Feminicidios, Fabiola García Betanzos, la cual les dio lo mismo.
Hasta el día de hoy no han logrado ver la Carpeta de Investigación, ni tampoco les han dicho qué fue lo que realmente sucedió aquel 25 de abril de 2021.
«Si me dijeran con claridad ella se suicidó lo aceptaría, pero no, ella amaba a su pequeña Majo y no nos habría dado un golpe como este sabiendo lo difícil que fue lo de su hermana», expresa la mamá de Claudia.
Hoy, una vez más, nos encontramos ante autoridades insensibles que solo quieren dar carpetazo a los casos, instituciones que lejos de contener, arropar y abrazar a estas familias, las revictimizan, las humillan y les hacen sentir solas, sin una luz de justicia y verdad que les dé la esperanza de saber quien les arrebató a sus hijas.
Hoy las voces de la madre de Claudia y José, su esposo, forman parte del largo grito de dolor, de desesperanza que solo el amor a Majo quien le hace dibujos a su mamá los mantienen de pie, para seguir buscando justicia. Aquí sus voces.
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Para: Cayita
De: Tu mamá
Hija, tú bien sabes que cuando me embarace de ti, solo tenía 14 años, era una niña que no sabía ni lo que hacía, pero cuando naciste y me dijeron que estabas muy grave, que habías tenido asfixia y derrame intestinal, que no ibas a salir del hospital.
Sentí mucho miedo, a mí me dieron de alta y tú te quedaste en el hospital, todos los días iba a verte aún con el dolor de la cesárea me llevaba tu abuela Cristina o Carmelita, hasta que te dieron de alta y me sentí muy contenta por fin te llevé a casa y como no sabía que nombre te iba a poner tu abuelo, te empezó a decir Justa y toda la familia se acostumbró a decirte así.
Fuiste creciendo, recuerdo que tú querías botas vaqueras como las que usaba tu papá y él te compró unas botas, siempre querías andar vestida de vaquera con tus botas como él.
Cuando entraste a la primaria estabas tan flaquita que parecía que las piernas se te iban a romper, siempre fuiste muy obediente, responsable, recuerdo cuando tuve que trabajar todo el día y ya vivíamos solos, te volviste más responsable, cuidabas a tus hermanos, siempre los tenías bien, hacías tu tarea, tenías buenas calificaciones, te convertiste en adulto a muy corta edad.
Recuerdo la primera vez que me dijiste que habías conocido a José, no sé por qué yo siempre en el fondo supe que te ibas a quedar con él y así fue, cuando me dijiste de tu primer embarazo me sentí muy feliz y cuando lo perdiste te veías tan mal que me dolía mucho; no sabía cómo consolarte y lo peor fue cuando se logró tu primer bebé que a unas horas de haber nacido murió en tus brazos, sentía tanta impotencia de no poder ayudarte.
Cuando murió tu hermana te veías muerta en vida, sin nada que te consolara, hasta que llegó tu hija, ¡por fin!, pensé, te veías tan feliz y no sé qué pasó pero te veías feliz.
Yo no sé si alguien te hizo daño o qué pasó ese día en tu casa, pero te pido que me des la luz y fuerza que necesito para seguir adelante, necesito saber qué te pasó, porque lo que las autoridades dicen que me haga la idea de que te quedaste dormida y ya no despertaste, no lo voy a aceptar.
Te extraño, hija, no tienes idea de cuánta falta me haces, en ocasiones pongo algunos videos que tengo en el celular sólo para poder escuchar tu voz una vez más.
Te amo con todo mi corazón
Mamá
De: José
Para: Clau
La siguiente carta va dirigida a una persona muy especial, la verdad no sé ni cómo empezar, es difícil, pero yo sé que desde algún lugar vas a leer estos párrafos, Clau. Para ti, Claudia Ivette Martínez García.
Recuerdo el día que te conocí y a los dos días te pedí que fueras mi novia, el 22 de julio del 2010, todo fue muy bonito desde el principio, con el paso del tiempo, como todo, había peleas y buenos momentos, ya que no se logró el primer embarazo que iban a ser gemelos y posteriormente uno más que lo nombramos Jesús nació a los 8 meses del 6 febrero del 2013 con complicaciones por lo que solamente duro con vida unas horas, fue un golpe demasiado fuerte para los dos ya que tratábamos de iniciar una nueva vida despejándonos y echándole ganas en Morelos.
A finales de febrero del mismo año Abby se fue a vivir con nosotros, en el mes de abril, a principios, sucedió lo inimaginable, el 18 de abril, que llegamos al departamento y ya se había quitado la vida en el baño la encontramos, de ahí cambió todo, nos regresamos a la CDMX y también llegó la bendición más grande de nuestras vidas, Majo, el 23 de marzo del 2015.
Nos volvemos a ir a Cuernavaca, a vivir en el año 2017, duramos viviendo allá solo unos meses y nos regresamos de nuevo a la CDMX.
Llevábamos una vida relajada que con discusiones como todos pasamos y reíamos dándole alegría a nuestras vidas, a nuestra princesa, en el año 2019 le hicimos la presentación, una fiesta muy bonita.
En noviembre de 2020, de nueva cuenta, nos fuimos a vivir a Cuernavaca, fue la última Navidad que pasamos juntos y la mejor de todas. Qué no daría por más Navidades así, te echo de menos, me es imposible que te vayas de mi pensamiento.
Majo todo el tiempo se acuerda de ti y de las cosas que hacíamos, ella es mi motor para no derrumbarme y con la ayuda de Dios y la fuerza que nos das tratamos de echarle ganas y salir adelante ella y yo, es la niña más fuerte que conozco, aún recuerdo tus palabras cuando me decías eres fuerte, gentil, inteligente, amable, bondadoso.
Trato de agarrar fuerza para que nuestra bebé no me vea triste, cada que la veo, te veo a ti, tiene todos tus ademanes; gracias por haberme dado la dicha tan grande de ser papá de nuestros bebés y de Majo.
Te amo y siempre te lo dije, eres el amor de mi vida y voy a ser lo que sea hasta lo imposible para saber en realidad, qué fue lo que sucedió mi amor, ya que no nos hacemos a la idea de que no estés.
Te amo y yo sé que tú harías lo mismo por mi porque eras fuerte y guerrera la gente que te conoció lo sabía, no soy de escribir cartas pero por ti hago lo que sea te amo y siempre va ser así; ayúdanos a qué se nos faciliten las cosas y a qué le sea más fácil a Frida que nos está ayudando para saber que sucedió. Te amo.
P.D. Te extrañamos y te amamos.
A Majo, su pequeña de siete años, le arrebataron a su mamí, una familia entera se desmorona todos los días ante la nula respuesta de las autoridades que lejos de darles calma, les genera una serie de obstáculos difíciles de superar, las familias tienen todo el derecho a la verdad, pero les es negada a diario por quienes deberían de proporcionar justicia y verdad.
Es su trabajo, pero todo indica que no lo saben. Desde Voces de la Ausencia y Frida Guerrera, nos mantendremos cerca de las familias, exigiendo a las autoridades hagan justicia.
Octubre 2022
Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
P.D. Cada uno de los textos expuestos en este espacio, son con autorización y acompañamiento de las víctimas. Porque solo somos la extensión de su grito de justicia.
@FridaGuerrera
@vocesDLAusencia