Daniel CallejasYa denunciaron a Hugo López-Gatell por el pésimo manejo de la pandemia del Covid19 en México. La Secretaría de Salud registra más de 40 mil muertos y más de 356 casos confirmados en el territorio nacional al corte del 21 de julio.
Somos el cuarto país a nivel mundial en muertes, solo por debajo de Estados Unidos, Brasil y Reino Unido. Y aquí, en la última puntada del subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, dice que los decesos son equiparables a los que ocurren por causas atribuibles al consumo de bebidas azucaradas, «El 7% son 40 mil muertes. Lo que llevamos de muertes por COVID, son las personas que mueren cada año por causas atribuibles a las bebidas azucaradas”, refirió.
López-Gatell cuestionó que “para qué queremos veneno embotellado”, a sabiendas que ciertas enfermedades aumentan el riesgo de muerte de enfermos por Covid, como la obesidad, diabetes e hipertensión. Es lógico si hablamos de preservar una buena salud el no consumir refrescos, pero el deber de López-Gatell es manejar la pandemia, no ser nutriólogo o enemigo de las empresas refresqueras.
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La responsabilidad de una alimentación natural es de cada uno de los mexicanos. Lo más criticable es que el subsecretario equipare las muertes por ambas cuestiones como si nada, normalizando una pésima estrategia para afrontar al coronavirus en México. Aún más cuando se niega a hacer pruebas, a exigir el uso de cubrebocas y que no prolongó la jornada de sana distancia.
Claro, esto último se pudo haber dado si, desde el poder Ejecutivo, los empresarios hubieran tenido un apoyo sustancial del gobierno, pero no hubo y las Mipymes se llevan el 41% del desempleo registrado en el IMSS.
Ahora los mexicanos tienen que salir a buscar el sustento y arriesgan su vida, no solo con la normalizada violencia en la que vivimos, sino con el temor de contagiarse y morir de Covid. No importando si toman refrescos o dos litros de agua, el coronavirus no discrimina y espera a que salgan de casa.
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Por eso la denuncia ante la Secretaría de la Función Pública (SFP), para iniciar lo que se considera como “un primer paso” para que puedan rendir cuentas los responsables del fracaso de esta estrategia.
México está a la deriva. Hoy, tanto el presidente López Obrador, como López-Gatell, intentan minimizar una crisis que, en una semana (o menos), alcanzará 50 mil muertes por Covid19. Pero eso sí, nos distraen con el regreso del avión presidencial después de tenerlo guardado en California 19 meses con un costo de, al menos, 32 millones de pesos.
La solución más amable es que ya use el avión presidencial para andar de gira, ya que como no usa cubrebocas, protege a los otros pasajeros de vuelos comerciales que estén cerca de él y en una de esas, hasta atiende viajes internacionales que ha desairado.
