Loret y los periodistas de oficio

23 febrero, 2022

Como suele suceder en este México de la 4T, cada día nuevo es una confrontación y agenda sentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Llevamos semanas entre comentarios y acusaciones contra el periodismo, que siempre trabaja en riesgo de perder su valor ante desacreditaciones del Ejecutivo.

Vimos en redes el #TodosSomosLoret, pero también el #NoTodosSomosLoret, que terminó por dividir al gremio porque no entendimos el mensaje principal: el periodismo en una decadencia absoluta por sueldos miserables (no para Loret) y condiciones laborales para cuestionarse.

Claro que fue un parámetro sentar en el banquillo al fundador de LatinUS, porque se volvió el símbolo que partió el tema y dio de qué hablar. Porque en aquel Space de Twitter se mencionó la aberrante situación de periodistas asesinados no solo en lo que va del año, que son seis. Sino desde el comienzo de esta administración (más de 50) y de 10 años para acá (más de 100).

No se mata la verdad matando periodistas. Ni se calla la realidad atacando a los comunicadores. Ya pusieron en el ring a Loret y se dividió la sociedad, entre quienes lo recuerdan como “Lord Montajes” o quienes creen en él. Y ahí está la palabra clave: “credibilidad”. Cada periodista en México crea su propia credibilidad y base de consumidores.

Hace unos días, Carmen Aristegui fue señalada por el Ejecutivo. Quien fuera la defensora de otros tiempos de López Obrador, hoy el único mexicano que vive en un palacio le voltea la plana. Bien sabemos que tiene que ser la información que sólo maneje él la única que vale ante el mundo. Equivocadamente. No existe pluralidad de opinión, ni libre asesoría.

El punto será saber ahora a quién van a atacar desde el podio mañanero, ya sea desde el corsario de la 4T, o de su paladina Liz García Vilchis. Se quejaba tanto López Obrador de que hay Santa Inquisición en otros países que no ve dentro de su casa.

Peor aún, desde el recinto del poder en el Zócalo ahora van a exigir que les digan de dónde vienen los recursos que financian a los medios. La gente no lo sabe, pero una gran parte de este capital viene precisamente de las arcas públicas. Además de la inyección de marcas para anunciarse en periódicos, televisión, radio o sitios web.

Incluso, ni siquiera tendrían que saber esas entradas de capital porque la Industria Privada es… eso, privada, que no le quita ni un peso a los mexicanos para mantenerse. Que tiene empleados a los que paga por su trabajo: informar. Se llevarán una decepción enorme al enterarse que miles de periodistas no ganan ni 10 por ciento del sueldo del Presidente. En una de esas, hasta ‘coperacha’ arman para que nos vaya mejor.

Y por cierto, si estas líneas les causaron curiosidad en saber cuánto recibimos en FrojiMX por tener un portal con investigaciones tan bien hechas, comandadas por Rodrigo Gutiérrez, con textos tan libres como verdaderos, les explicamos: Ni un sólo peso del gobierno. Vamos para cinco años diciéndoles las cosas como son. Sólo la verdad nos hará libres.

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