En el narcotráfico, la DEA pone las reglas del juego

30 agosto, 2018

El capo lidera hasta que la DEA quiere: los grandes jefes del narcotráfico en México viven en medio de lujos y libertades hasta que el Gobierno de Estados Unidos los pone en la mira, sólo así las autoridades mexicanas interceden para capturarlos.

 

A unos cuantos meses de concluir la actual administración federal, la Procuraduría General de la República (PGR) anunció el aumento de la recompensa por la captura de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Así, el Gobierno Federal colocó a “El Mencho” en el top tres de los capos de la droga más buscados en México, con un precio por su cabeza de 30 millones de pesos.

Pero, ¿por qué la administración de Enrique Peña Nieto tardó tanto en colocar a Oseguera Cervantes entre los narcotraficantes más buscados?

«El Mencho»

Desde al menos tres años atrás, el CJNG comenzó a demostrar su poderío criminal con hechos sanguinarios que conmocionaron a todo el país, como el derribo de un helicóptero de la Policía Federal en 2015 o la desaparición, y presunto asesinato, de tres estudiantes de cine en Tonalá, Jalisco.

Sin mencionar el poder económico que su brazo financiero, “Los Cuinis”, consolidando así al considerado cartel del narcotráfico más importante del país.

La diferencia ahora es que el Gobierno mexicano no actuó solo, la colocación de “El Mencho” como el enemigo público número uno vino acompañada de una cacería en su contra en colaboración con autoridades estadounidenses encabezadas por la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

A su vez que en México se hacía el anuncio, Estados Unidos también colocaba a “El Mencho” en el primer lugar de su lista de objetivos prioritarios en el combate al narcotráfico, desplazando así al ya preso Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.

«El Mencho».

La corrupción política y policiaca en México parece ser una traba para comenzar la cacería de estos capos sin la intervención estadounidense, la “leyenda” de “El Mencho” cuenta con dos casos particulares de esta índole: el primero en 2012, cuando el Gobierno de Jalisco liderado por el panista Emilio González Márquez habría liberado a Oseguera Cervantes luego de ser atrapado por elementos de la Policía Federal.  

El segundo caso sucedió en 2016, cuando se difundieron audios que evidenciaban los vínculos del líder CJNG con la Policía de Jalisco. Una grabación expone a “El Mencho” amenazando a un mando policiaco para que detenga un operativo en su contra.

Actualmente, de acuerdo con la PGR, “El Mencho” se encuentra escondido en la sierra entre los límites de Jalisco y Michoacán, cercado por las Fuerzas Federales mexicanas y, ahora también, estadunidenses.

Autoridades mexicanas sostienen que el líder del CJNG está por caer, quizá antes de que el próximo presidente tome posesión.

Nemesio Oseguera Cervantes es sólo uno de varios casos donde la DEA pone las reglas del juego, coloca los nombres y las organizaciones que deben caer, ordenes que el Gobierno de México no hace otra cosa más que acatar. 

CJNG: el nacimiento y auge del cártel del sexenio

“El Chapo”, tras la leyenda criminal

El 2 de mayo del 2011, Osama Bin Laden fue abatido por unidades militares de élite del Gobierno de Estados Unidos; el terrorista líder de Al Qaeda y señalado como autor intelectual del atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, en Nueva York, había sido borrado del mapa.

Así, otro criminal ocupó su lugar como el hombre más buscado del mundo: Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, líder máximo del Cártel de Sinaloa.

Ocupando el trono criminal a nivel mundial y luego de aparecer entre los hombres más ricos del mundo por la revista Forbes, comenzó la cacería de “El Chapo”.

Tres años después, elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y de la DEA hicieron lo que no se logró en 10 años: capturar a Joaquín Guzmán Loera.

«El Chapo»

“El Chapo” estuvo prófugo desde enero de 2001, cuando se fugó del penal federal de máxima seguridad Puente Grande, en Jalisco y durante los dos sexenios panistas, de Vicente Fox y Felipe Calderón, no hubo pista alguna que incentivara su captura.

Sin embargo, 17 meses después de su segunda captura, en julio de 2015, lo volvió a hacer: Guzmán Loera se fugó del penal federal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.

El líder del Cártel de Sinaloa no duró mucho en libertad, seis meses después, en enero de 2015, fue recapturado por tercera ocasión y al año siguiente extraditado a Estados Unidos, considerado un regalo para el entrante presidente norteamericano, Donald Trump, quien tomo posesión al día siguiente de la llegada de “El Chapo” a tierras estadounidenses.

Joaquín Guzmán Loera

La persecución de Guzmán Loera también se habría topado con la corrupción de las autoridades mexicanas.

La periodista Anabel Hernández asegura que Vicente Fox recibió un soborno de 20 millones de dólares para permitir la fuga de “El Chapo” y también ha acusado a quien fuera titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, durante el sexenio de Calderón, Genaro García Luna, de proteger al capo criminal y a su organización.

Hoy, Guzmán Loera espera a que comience su juicio en Estados Unidos, donde enfrentará 17 cargos que lo condenaría a varios años de prisión.

Extraditado

“Los Zetas”, “una amenaza a la estabilidad”

El sanguinario cártel de “Los Zetas” operaba en la mitad de todo el territorio nacional, era el año 2011 y su poder criminal estaba en su auge.

Fue entonces cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, colocó a “Los Zetas” como el objetivo principal en el combate contra el narcotráfico, calificándolos de una “inusual y extraordinaria amenaza a la estabilidad de los sistemas políticos y económicos internacionales”.

Para el año siguiente, Heriberto Lazcano, “El Lazca”, líder de “Los Zetas”, fue asesinado durante un enfrentamiento con elementos de la Marina en Coahuila.

Heriberto Lazcano, «El Lazca»

Su sucesor, Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40” fue detenido en Nuevo León, en 2013, un año después de la muerte de “El Lazca”.

Su hermano, Omar Treviño Morales, “El Z-42”, quedó al mando, pero también fue capturado en 2015, también en Nuevo León.

Los hermanos Treviño Morales.

“Los Zetas” habrían recibido, en sus mejores años criminales, la protección del Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, quien estuvo al frente del estado de 2005 a 2011, año en que Obama puso en la mira al sanguinario cártel.

Hoy, “Los Zetas” se encuentran en declive y sufren una fractura criminal que los dividió en dos grupos rivales: el Cártel del Poniente y “Los Zetas Vieja Escuela”.

“Los Zetas”: el declive del cártel más sanguinario

El Cártel de Guadalajara y la muerte de Camarena

Durante la segunda mitad del Siglo XX, el Cártel de Guadalajara era la organización del narcotráfico más importante de México.

La cooptación que ejercía este cártel era tal que no sólo corrompió a autoridades mexicanas, quienes formaron parte importante en la organización, sino también tuvo vínculos con el Gobierno de Estados Unidos.

Sin embargo, todo cambió en 1985 con el asesinato de Enrique Camarena, agente encubierto de la DEA que se introdujo al Cártel de Guadalajara y quien fue parte fundamental en los golpes contra la organización criminal.

Enrique Camarena

Camarena fue levantado por agentes de la policía corruptos pagados por el Cártel de Guadalajara. Los torturaron y asesinaron para luego abandonar su cuerpo en una zona rural de La Angostura, un pueblo de Michoacán.

Las autoridades estadunidenses presionaron tanto al Gobierno de México que detuvo a los tres líderes de la organización criminal: Miguel Ángel Félix Gallardo, “El jefe de jefes”; Rafael Caro Quintero, “El narco de narcos”; y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”, estos dos últimos cayeron el mismo año de la muerte de Camarena.

Investigaciones de la DEA por el asesinato de Camarena arrojaron que no sólo el Cártel de Guadalajara estaba inmiscuido en el crimen, sino también el Gobierno de Miguel de la Madrid, particularmente su secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, hoy próximo titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la administración entrante de Andrés Manuel López Obrador.

Los jefes del Cártel de Guadalajara.

Y no sólo eso, en el caso también estuvo involucrado la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), dependencia estadounidense que tenía un acuerdo con el Cártel de Guadalajara: dejaba pasar su droga a Estados Unidos a cambio de financiar y armar a la Contra Nicaragüense, como parte de su combate al comunismo en América Latina.

De las cabecillas del cártel, el único libre es Caro Quintero, quien dejó la cárcel en 2013 luego de evidenciarse violaciones al debido proceso.

“El narco de narcos” es señalado por autoridades estadunidenses como líder del Cártel de Sinaloa, aunque también trasciende que mantiene una organización criminal independiente, aunque en diversas entrevistas que ha otorgado en la clandestinidad ha rechazado seguir en narcotráfico.

Hoy, el Cártel de Guadalajara está extinto.

Objetivos prioritarios: el fracaso de EPN

 

 

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