Pese al debate que pueda existir en torno a los derechos de los reos en las cárceles, algo que es cierto en el panorama mexicano, es que, gran parte de los internos en los penales del país no cuentan con las más mínimas garantías.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi) realizó un compendio de las circunstancias que se viven en las cárceles del país, cómo es que los internos llegan a estos centros de readaptación, y la situación de corrupción que se presenta durante el seguimiento de los casos.
Uno de los datos que destaca la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad 2016 (ENPOL) – la primera de este tipo realizada por el Inegi- es que el 41.5% de las personas recluidas encuestadas fue arrestada en condiciones irregulares y sin una orden de aprehensión. Sólo el 13.1% siguió la norma de presentación de este documento.
Mientras que el 75.6% de las personas que se encuentra actualmente privada de la libertad, relató que sufrió algún tipo de violencia psicológica durante su arresto. Prácticamente 8 de cada 10 casos se encontró en estas circunstancias.
Dentro de este mismo escenario de violencia, el 63.8% padeció agresiones físicas como golpes, lesiones por aplastamiento, descargas eléctricas, quemaduras, lesiones con arma blanca e incluso violación sexual.
Fuente: ENPOL 2016, Inegi. (Porcentajes de casos)
Y una vez llevados ante el Ministerio Público, sólo el 67.6% de los casos fue informado del motivo por el que se les acusó y se les presentó ante dicha instancia. De esta cifra, el 46.6% manifestó haber sufrido presiones por parte de la policía o las autoridades para dar otra versión de los hechos. En tanto, al 37.8% le dieron a leer su declaración.
Fuente: Inegi
Cabe destacar que, para la realización de ENPOL, el Inegi visitó 338 Centros Penitenciarios del ámbito federal y municipal de los 32 estados del país y se consideró una muestra de 64 mil 150 personas que se encuentran privadas de la libertad.
A su vez, el director general Estadísticas de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia del Inegi, Adrián Franco Barrios, comentó que este ejercicio no se había hecho antes debido a la falta de acceso a personas recluidas, nombres y su situación jurídica.
Corrupción en las cárceles mexicanas
Uno de las mayores problemáticas que aqueja al país y preocupa a los mexicanos es la corrupción, factor que prevalece en el sistema penal mexicano, y durante el proceso de las personas que son recluidas en algún centro de readaptación.
De los casos presentados y consultados por el INEGI, encontró que al menos el 19.3% de las personas internas en los penales fue víctima de actos de corrupción en alguna de las etapas de su reclusión.
Ya una vez dentro de estos centros, los internos han participado o han sido parte de actos de corrupción como el pago de servicios y privilegios.
Entre éstos destaca la exención del pase de lista, en la que el 66.4% de las personas consultadas declaró haber pagado por este concepto. Un 50.2% proporcionó dinero para poder tener aparatos electrónicos; un 37.3% lo hizo para poder salir al patio de visitas; un 26% pagó para poder ir a los juzgados, y un 23.2% costeó el acceso a visitas conyugales, tan sólo por mencionar algunos casos de este tipo.
Por ello, el director General Estadísticas de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia del Inegi destacó que en el muestreo encontraron que las personas que acuden a visitar a los recluidos, lo que mayormente les llevan durante estos encuentros, es dinero y comida.
Es una situación bien sabida, que la vida dentro de un penal es considerada como cara, ya que para poder acceder a servicios básicos como agua potable y luz hay que realizar pagos, ya sea a los custodios o a los propios reos que controlan estos lugares.
Cabe destacar que este panorama no es nuevo, ya en abril de 2016 la CNDH había advertido de las deficientes condiciones de estos centros penitenciarios.
En su “Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015”, en el que examinó 130 centros de readaptación a nivel nacional, encontró fallas en las condiciones de salud e higiene, hacinamiento, falta de atención médica, y falta de actividades para la readaptación de los presos, tales como capacitaciones laborales.
Incluso, detectó que 73 de los 130 penales eran gobernados por círculos de reos. Lo que explica el cobro a otros internos por ciertos servicios.
En dicho análisis, la CNDH asignó una calificación general a los centros de 6.21, en una escala de 0 a 10. Prácticamente la misma que asignó un año antes, con 6.02.
Un año después, las condiciones en estos centros de detención no han cambiado, aunque la metodología para detectar las fallas sí reportó una importante mejora con esta herramienta implementada por el Inegi.
Para mayor información, consulta la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2016, elaborada por INEGI.
http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/boletines/2017/enpol/enpol2017_07.pdf
Y consulta el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015 elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos
http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/sistemas/DNSP/DNSP_2015.pdf